-Entra en el baño.-Me dice mi abogada, señalando una puerta azul dentro de la habitación, de la cual ni me había percatado.
-¿Por qué?-Pregunto desconfiada.
-Ahí tienes la ropa que necesitas, cuando salgas, hablaremos sobre todo lo que necesitas saber.
Miro hacia abajo y me doy cuenta de que voy vestida simplemente con una bata blanca de hospital.
Aún desconfiada, y mirando a Christie fijamente (aún sin acostumbrarme a su cambio radical), me planto delante de la puerta, la cual está al lado de la cama. Christie me observa sentada en la cama, esperando que abra el pomo y haga lo que ella me ordena.
Nerviosa por lo que me pueda encontrar al otro lado de la puerta, aguanto fuertemente el pomo, mentalizándome de que estoy siendo paranoica, y de que detrás de esa puerta solo hay un baño normal y corriente, nada más. Giro el pomo de la puerta, y rápidamente, la abro.
Definitivamente... solo es un baño. Lo que me sorprende, es que es completamente blanco, sin ni un solo atisbo de color azul.
Me giro una vez más para observar a Christie, quien me hace un gesto con la cabeza para que entre.
"Me encerrará aquí dentro durante semanas, moriré por sed y hambre, habrá conseguido cualquiera que sea su objetivo".
Agito fuertemente la cabeza, volviendo a pensar que no hay razón para toda la paranoia, y entro sin pensármelo dos veces en el baño, cerrando fuertemente la puerta detrás de mí.
"¿Soy yo? ¿O acabo de ver a Christie sonriendo mientras cerraba la puerta...?"
Echo un vistazo a mi alrededor, el baño es muy pequeño, la bañera es minúscula, hay un retrete, un lavamanos, un espejo sobre este, y nada más.
"Espera... Un espejo".
Lentamente, me paro frente al espejo, observando mi reflejo definidamente. No recordaba cómo era mi rostro, y no me lo había planteado ni un solo segundo.
Me paso la mano por la cara, morena, un par de ojos oscuros de tamaño normal, una nariz larga rodeada de unas pocas pecas y unos labios medianamente gruesos. Un cabello mediano y ondulado, de color castaño.
Siento una extraña sensación al ver mi rostro, como si estuviese mirando a una persona que no soy yo, como si alguien totalmente distinta me mirase frente a frente. Pero es normal ¿No? No recuerdo prácticamente nada, pero simplemente, esperaba sentir alguna sensación de familiaridad.
"Siento que esta no soy yo... ¿Pero cómo puedo saberlo? Es un simple instinto, y algo me hace sentir que este rostro, este cuerpo, no es mío, pero entonces ¿Quién soy?"
Suelto un suspiro, desviando mi mirada. Encima del retrete, hay ropa bien doblada. Es un mono, parece un mono de trabajo, muy ancho y completo, le acompañan unos guantes y unas botas, todo de color negro.
Me cambio la ropa y me vuelvo a mirar al espejo, mientras me subo la cremallera del mono. Veo una mirada decidida, o asustada, no lo tengo claro, una extraña mezcla entre las dos. Me coloco los guantes y me pongo rápidamente las botas, dejando la bata del hospital encima del lavamanos, ya sabrá Christie qué hacer con ella. Vuelvo a agarrar el pomo de la puerta, no sin antes mirar una vez más ese desconocido reflejo, y la abro, volviendo a adentrarme en ese recargado azul.
-Siéntate.-Me dice, o más bien ordena Christie, señalando la cama.
La miro de arriba abajo, sorprendida por lo poco que concuerdan su personalidad con su manera de vestir y decorar.
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Helena
Mystery / Thriller"Miré a mi alrededor, y entonces lo vi todo, como si de un recuerdo se tratase... La víctima, la asesina, la escena del crimen, el juez, el abogado, a los dos chicos, a una chica con las manos cubiertas de sangre, un arma, y a la policía... Pero esa...