Capítulo Seis

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Capítulo 6

POV RILEY

Estaba indignada con la situación y las preguntas invaden mi cabeza. q

"¿Qué hacía Peter ahí? ¿Por qué actuaba tan extraño? Con la ropa ya sacudida guarde mi varita y me dirigí a buscar a mi hermana, estaba alterada y enfadada. Necesitaba desahogarme y contarle lo sucedido hace unos minutos.

Visualice a mí hermana y mis amigos en la puerta de la taberna, aceleré mi paso hacia su dirección. Y les grité  irritada, se que ellos no tenían culpa y yo tampoco, pero necesitaba expulsar mi enfado.

—¡Peter es una rata! — me crucé de brazos delante de todos.

—¿Qué pasó Ry? — se acercó Mer y me sobo el brazo en un intento de calmarme.

—Cuando lo seguía, me lanzó un reducto y se escabulló como una rata. —todos me observaban con atención y un poco de burla.

—Tienes que entender que Peter es extraño y seguro que no te vio y se asustó...— Mérida me miró extrañada y me hizo sentir que no confiaba en mi palabra.

—Ry, no se lo tengas en cuenta — James me revolvió el pelo y se arregló su cabello.

Odiaba que mi hermana viera el lado positivo de los demás. A veces eso no era bueno.

Iba a replicar de nuevo pero Remus hablo mientras me acariciaba el brazo:

—Tranquila, quizás fue un mal entendido, pero averiguaremos entre todos porque te lanzó un reducto.

Mer me revolvió mi cabello y le sonreí.

Estaba preocupada por el compartimento de Peter, pero quizás solo fue un mal entendido. Aunque me miró a los ojos y no dudo.

Estuvimos paseando tranquilamente por Hogsmeade.

Por la tarde había quedado con Wyatt, estaba nerviosa y no se porque. Llegamos al castillo sobre la hora de comer así que fuimos directamente al Gran Comedor.

Los nervios se habían instalado en mi estómago y eso me impidió comer lo que estaba acostumbrada. Prefería haberme saltado la comida, pero Mer no permitía que no comiera, comer era algo vital. 

Apenas presté atención al grupo, mi mente estaba en el altercado con Peter y pensando en Wyatt. Me dijo que vendría a buscarme pero no me dijo nada más. No dejaba de morderme las uñas hasta que sentí un manotazo en mis palmas.

—Ya Ry, deja de morderte las uñas...— refunfuñó mi hermana.

No podía, estaba apunto de vomitar lo que acababa de comer. Me levanté corriendo hacia los baños que se encontraban al lado del Gran Comedor.

Una vez llegué,  arrojé hasta el desayuno. Baje la tapadera del inodoro y tire de la cadena.

Me acerqué al lavabo y me lavé la cara. La puerta se abrió y vi a Wyatt. Su cara era de preocupación. Más tierno no podría ser.

—¿Esta bien Ry? — se acercó a mí poco a poco.

— Ajam... — no daba para más, solo su presencia me ponía más nerviosa aún, su manera de mirarme me hacía sentir incómoda y halagada a la vez.

Se acercó cautelosamente y acarició con sus dedos mi mano.

 Cerré los ojos a su tacto, era algo gratificante.

—Estoy bien Wyatt— me giré hacia el lavabo y apoyé mis manos en los lados.

—Ry, no estás bien, a quién pretendes engañar — se posicionó detrás de mí y nuestras miradas conectaron a través del espejo.

La Verdad De Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora