Capítulo Once

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Capítulo 11

POV MÉRIDA

La tenue luz invadió poco a poco mis ojos. Lo primero que hice fue estirarme mientras bostezaba, cuando caí en cuenta que no estaba en mi cama y menos aún sola...

Unos brazos fornidos que abrazaban mi cintura. Mi mirada visualizó al propietario de los mismo.

Sirius Orión Black estaba abrazado a mí, el mismo que me sacaba de quicio.

Ahora su rostro estaba relajado, viéndose sereno y en armonía. Su pecho subía y bajaba por su respiración tranquila.

Su belleza me cautivó admirandola más de cerca, tenía aquella nariz que se veían unas delicadas pecas en su piel blanca, sus labios de color rojizo y de un tamaño perfecto. Sus pestañas eran largas y no podía evitar fijarse en su pelo desordenado.

Mi mano viajó libre y delicadamente por su cabello sedoso. Mi osada acción despertó a Sirius quien empezó a removerse en el sofá, por lo que intenté hacerme la dormida.

—Lo tuyo no es fingir estar dormida, Princesa — Si voz varonil y ronca me erizó la piel. — Te he visto dormir y sé que no es así como duermes — esbozo una sonrisa, teniendo sus ojos levemente abiertos.

—¿Me espiaste mientras dormía? Pervertido— sonreí sonrojada— Eres muy buena almohada Canuto. — me encontré con aquella mirada gris que me ponía nerviosa.

Se acercó a mí colocando un mechón de pelo detrás de mí oreja, con su mirada puesta en mis ojos. Él y su manía de querer manejar esos mechones rebeldes...
 
Los rayos del sol empezaban a conminar a entrar por la ventana. Miramos el reloj que marcaba las seis a.m, así que nos levantamos y cada uno tomó rumbo a su dormitorio. El tren partiría en unas horas.

Justo antes de subir las escaleras, me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.

—Buenos días— susurré — Feliz Navidad Sirius —me adentre en las escaleras con una sonrisa.

Suavemente deslice el pomo de la puerta, procedí a tomar ropa y meterme en el baño, no podía quitar la sonrisa de mi rostro por alguna extraña razón. La noche había sido muy rara. Me duché y me coloqué la ropa abrigada, ya que el invierno había arrasado con la triste Inglaterra.

Comencé a preparar el baúl, saqué a Maze de su jaula, dejándola sobre mi cama.

Mis compañeras comenzaron a despertarse sin sospechar que no había dormido allí. Lily comenzó guardando sus cosas en su baúl, Alice y Riley se fueron a las duchas.

 Lily comenzó guardando sus cosas en su baúl, Alice y Riley se fueron a las duchas

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POV RILEY

Desperté con un dolor punzante en la cabeza, pero lo omití.

Mi melliza lo tenía todo prácticamente recogido y yo apenas había empezado.

La Verdad De Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora