Capítulo Uno

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Capítulo 1

 
Narrador:

Las mellizas Potter se encontraban terminando de preparar sus baúles para ir a su quinto año en Hogwarts.

Riley estaba bastante nerviosa y no dejaba de morderse las uñas, a lo que Mérida se dio cuenta, le dio un manotazo y le dio una de sus miradas dándole una advertencia y procedió a decirle…

—Deja de morderte las uñas, se te van a achuecar los dientes.

Riley al escuchar esas palabras sacó su mano que estaba dirigida a su boca.

—Ya ya… no sé cómo no estás nerviosa, te das cuenta que es un cambio enorme, Hogwarts no es lo mismo que Beauxbatons

Mérida terminaba de cerrar su baúl, suspiró y pasó un brazo por los hombros de su hermana.

— Ya Ry, primero que nada tienes a tu guapa hermana— ambas ríen—.Además estuvimos todo el verano hablando con James, lo vimos en Navidad. No estaremos solas, relájate y vive el momento.

En ese momento Riley le hecho una media sonrisa a su hermana, cómo es que ella podía ser tan extrovertida y alegre, y ella era tan tímida e introvertida.

Ambas procedieron a bajar sus baúles hacia la puerta, donde ambas echaron una última mirada a su casa, los padres de las mellizas habían sido secuestrados y asesinados por mortifagos, por eso estaban viviendo todo ese cambio. Detrás de la puerta estaba su tía Euphemia Potter esperandolas con una de sus sonrisas maternales, para dirigirse a la estación King Cross donde su tío Fleamont, James y Sirius, un amigo, ya estaban aguardando. 
  
Nada más llegar, ambas mellizas saludaron a su tío con un abrazo. Riley saludo a su primo James y a su amigo Sirius con la mano, acto seguido ellos recortaron la distancia y la abrazaron. Mérida saludo a ambos con dos besos. 
 
Los cuatro chicos se despidieron de Euphemia y Fleamont, tomando rumbo hacia el andén 9 3/4.
 
— ¿Cómo están chicas? — Comenzó James.
 
— ¿Qué tal el viaje? — continúo Sirius sin dar tiempo a contestar la pregunta de su mejor amigo.
 
—Bien—comentó Mérida alargando la e. — El viaje ha sido ajetreado, por el resto bastante bien. Aunque como siempre Ry está un poco nerviosa. — Echó el brazo por encima de los hombros de su hermana melliza mayor, haciendo que esta se sonrojara de inmediato.
 
Todos empezaron a reír. Rompiendo así un poco el hielo.
 
 
—Tú debes ser Sirius, ¿cierto? — le hablo Riley al amigo de James.
 
—Exacto— sonrió.
 
—Entonces... —Mérida miró por encima del hombro de Sirius, mientras se acercaban   hacia un chico, de su edad más o menos, y algo parecido a Sirius. — Él debe de ser Regulus, tu hermano.
 
Una vez llegaron a donde se encontraba Regulus, hicieron las presentaciones. James presentó a sus primas a Regulus, mientras Sirius esperaba un poco al margen con los brazos cruzados.
 
—Tenemos que esperar a Remus y a Peter. — Dijo James apoyando un pie en la pared de la estación y ajustando sus gafas.
 
—Está bien — respondió Mérida y continuó Riley:
 
—Tenemos tiempo de sobra.
 
Al cabo de unos minutos James se percató de la presencia de alguien. Creía que eran sus amigos pero era una chica pelirroja. Ella caminaba muy tranquila y segura de sí misma. Mérida se percató que James no dejaba de mirarla a lo que le contestó:
 
—Te traigo un cubo, lo digo por la baba, Cornamenta— golpeó suavemente las costillas con el codo.
 
Los demás estaban pendientes de conversación a los que respondieron con risas.
 
Justo cuando la pelirroja estaba cerca, Mérida se acercó y le dio dos besos.
 
—Mérida, Mérida Potter, un placer. — Agarró el brazo de su hermana acercándose— Ella es Riley, mi melliza, somos primas de James.
 
—Encantada — Riley se armó de valentía y le dio dos besos a la chica.
 
—Lily Evans — sonrió a ambas hermanas.
 
Las tres se acercaron a donde se encontraban los tres chicos, y unos instantes después por detrás aparecieron Remus y Peter.
 
— ¿Qué tal chicos? — empezaron a saludarse en ellos con choque de manos, mientras las tres chicas se quedaban mirando.
 
—Siento aguaros (joderos) la fiesta, pero él expresó que está a punto de dejarnos aquí tirados. — Habló Riley por encima de las risas. Ahora ya había cogido un poco más de confianza.
 
—Tiene razón chicos— Lily miró el reloj de su muñeca.
 
— Prima— James pasó el brazo por encima de Ry— eres una aguafiestas.
 
Todos estallaron en carcajadas mientras subían al tren.
 
Empezaron a subir al expreso de Hogwarts, Mérida fue la última en entrar. El compartimento estaba más alto de lo que pensaba, así que Regulus lo vio y decidió echar una mano. Se colocó detrás de ella y con un movimiento rápido la colocó en el hueco que quedaba.
 
Mérida giró sobre sus talones y se encontró con el rostro de Regulus muy cerca de su cara, a lo que ella su reacción fue sonrojarse 
 
La castaña clara carraspeó haciendo que Regulus se apartara unos pasos de Mérida a lo que está le respondió con un gracias.
 
— No ha sido nada— Regulus sonrió y se rascó la nuca en señal de nerviosismo.
 
—Vaya... — Riley se apoyó en el marco del vagón de brazos cruzados— eso ha sido muy raro...
 
— Y que lo digas Ry-ry, vamos anda.
 
Mérida no dijo nada sobre lo sucedido y Riley tampoco.
 
La mayor de las mellizas, Riley, busco a James con la mirada y cuando hicieron contacto visual le hizo un gesto con la mano. James entendió perfectamente lo que su prima le estaba diciendo, como si se hubieran criado juntos desde muy bien pequeños.
 
James aviso a los demás y los seis, se acomodaron en un vagón. Apenas cabían pero lo importante era estar juntos, y conocerse mejor.
 
Por un momento todo se había quedado en silencio y el ambiente se puso incómodo, hasta que alguien decidió romper el silencio.
 
— ¿Chocolate? — Habló Remus, mientras sacaba varias chocolatinas del bolsillo.
 
—Yo quiero— Potter cogió la chocolatina que Lupin llevaba en la mano.
 
—Eso no sirve para nada Lunático, pero dame una — Black sonrió y tendió la mano, a lo que Remus se la dio.
 
—Peter, chicas ¿Quieren?— sacó tres chocolatinas del bolsillo.
 
Peter solamente asintió al igual que Mérida.
 
—Capacious extremis ¿No? — comentó Riley.
 
— Acertaste Riley. — le tendió la última.
 
— Es buena en encantamientos— comentó Mérida después de haberse comido un bocado de chocolate.
 
 
 
POV'S JAMES POTTER
 
Estaba en la estación
Kings Cross, en el andén 9 3/4 junto a Sirius y mi padre. Los tres estábamos esperando a mis primas, Mérida y Riley.
 
No sé exactamente cómo se encuentran, ya que solo hemos hablado mediante cartas, y como se espera, en un papel no se puede expresar como realmente te sientes, solamente estuvimos charlando sobre el cambio y un poco sobre el tema de sus padres. Aún está todo muy reciente.
 
Mediante las cartas he notado que aunque sean mellizas son tan diferentes. Mérida es bastante adaptable a los cambios y oculta lo que siente, ella es un enigma que resolver, por el contrario Riley no suele decir mucho pero sus ojos color miel refleja exactamente cómo se siente. Ahora mismo ellas necesitan todo el cariño de su familia y yo estoy decidido a dárselo.
 
Estaba hablando con Sirius, entonces vi como mi madre, seguida de mis primas atravesaban el mural de ladrillo. Cada una arrastraba su baúl junto a su animal. Riley un gato Siamés y Mérida un Halcón blanco.
 
 
Me ajuste las gafas y me percaté que Sirius se lamió los labios.
 
—Canuto— le di un codazo en las costillas para llamar su atención. — Ni se te ocurra, ni Riley ni Mérida son una más de tus conquistas.
 
Sirius rodó los ojos y miró a su mejor amigo. — Son lindas, no lo puedo negar. — se encogió de hombros.
 
Solamente bufé. Ellas ya habían sufrido bastante como para que también Sirius las use para sus necesidades básicas. Son como mis hermanas.
 
— Dios, Sirius, calmate un poco. La baba se te cae. — esta vez canuto me dio un golpe en la cabeza haciendo que se me cayeran las gafas por el puente de la nariz. Me las coloqué, le advertí poniéndome delante de ella, tapando su campo de visión— Como te acerques a alguna de las dos como si fuera una conquista más en tu lista, dejarás de ser Sirius Black para convertirte en alguien totalmente irreconocible.
 
Sirius rodó los ojos y suspiró. Él sabía que la advertencia era cierta.
 
— Te lo advierto de nuevo, dejaré de ser tu mejor si es necesario. — Finalice la conversación.
 
—Ya, lo se Cornamenta. Son lindas hay que admitirlo.
 
— Es la genética Potter, Sirius. — sonreí con superioridad y golpeé el pecho de mi mejor amigo.
 
Ambos reímos y fuimos a saludar a las mellizas.
 
 
 NARRADOR OMNISCIENTE 
 
El expreso de Hogwarts estacionó y James fue el primero en salir del vagón, se había levantado un par de veces durante el trayecto con la excusa de ir al baño, pero todos sabían que solo quería ver a Lily.
 
Mérida y Sirius estuvieron hablando casi todo el viaje, Riley se quedó dormida, apenas había pegado ojo en varios días. Ella se encontraba en la parte de la ventana, junto a su hermana y Sirius. Frente a la mayor estaba James, Remus y Peter.
 
 
Cuando estaba sacando las maletas del expreso vieron como un hombre gigante se abría paso entre los alumnos de Hogwarts.
 
— ¿Riley y Mérida Potter?— pronunció un poco nervioso, mientras miraba a ambas mellizas bastantes parecidas.
 
Las hermanas se miraron entre sí y asintieron a la vez.
 
— Vengan conmigo, el sombrero seleccionador las espera — Sonrió y vio a James llegando junto a las mellizas. — James, amigo— El hombretón abrazo a Potter.
 
—Hagrid, amigo. Chicas él las va a guiar y se juntaran con los de primer curso. El sombrero seleccionador les dirá a la casa que pertenecerán 
 
—Está bien— dijo Mérida cogiendo la mano de su hermana. — Seguro que vamos juntas Ry-ry.
 
Riley asintió y ambas siguieron el paso de Hagrid.
 
Se juntaron con los de primer curso y todos los chicos se quedaban mirando a las Brujillizas embobados.
 
Se montaron en la barca y dejaron sus pertenencias en la entrada.

N/AS

Hola bebes ❤️❤️ Dadle mucho apoyo y mañana subiremos el capítulo dos.  Las actualizaciones serán todos los Jueves 😊😊 Muchas gracias por todo el apoyo que nos estáis brindando.

Lu💚🐍 & Janna💛🦡

La Verdad De Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora