Capítulo Veintiuno - Parte Uno

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Este capítulo se lo dedicamos a Little_Cinder_6 esperamos que te guste🥺❤

Capítulo 21- Parte 1

Narrador Omnisciente.

Esa noche las mellizas Potter habían dormido juntas después de mucho tiempo .

Ambas hermanas se despertaron pero no se encontraban en su cuarto habitual. La luz de la luna llena alumbraba el cuarto en el que estaban.

Se miraron anonadadas notando que sus manos estaban unidas entre sí.

—¡Paren!— una voz familiar alertó a ambas chicas, las cuales se voltearon y vieron a su padre maniatado. —¡Artemisa! — gritó desgarrando su voz.

—¿Q- qué está pasando? — la temblorosa voz de la mayor atravesó los tímpanos de la menor.

—Es... papá...— ambas corrieron para desatarlo.

—¡Emancipare!— Riley gritó al borde del colapso.

—No funciona— habló Mérida al ver que las cuerdas seguían sujetando fuertemente a su padre.

Un grito ensordecedor y lleno de dolor asustó a ambas hermanas quienes aún seguían unidas por la mano y en shock.

—¡Mamá!— gritaron al unísono atravesando una puerta de madera bastante vieja pero en la cual se apreciaba que anteriormente había sido roja.

Al llegar a la sala vieron algo que las traumatizo.

Artemisa estaba en el tumba en una camilla de hospital, su cuello estaba sujeto por una gruesa correa al igual que sus pies y manos. Había sangre por todas las partes de su cuerpo incluido en su cara.

Por un instante pudieron sentir el frío de la sala recorriendo su columna vertebral.

—Matenme ya...— suplicó desesperada.

—Mamá...— Riley corrió hacia su madre llorando, pero la mano de Mérida la retuvo. — ¿Mérida?

Riley vio a su hermana menor temblar como nunca antes lo había hecho. Su rostro estaba empapado en lágrimas, las cuales Riley limpió con delicadeza y la abrazó, haciéndola girar para que no viera más de lo necesario.

La mira de Riley seguía perdida viendo el cuerpo de su madre, mientras consolaba a su hermana, cuando observó que su madre movió la cabeza mirando en su dirección, como si pudiera verlas, haciendo contacto visual con la de ojos miel.

Contempló como los ojos de su madre se iban cerrando poco a poco, llevándose el dolor y la agonía que había sufrido Artemisa en un último suspiro.

El peso de ambas era sujetado una por la otra, hasta que Ry cerró los ojos con fuerza y despertaron con la respiración agitada, el rostro empapado y la garganta seca.

—¡Dios mío! — gritó Lily llevándose una mano al pecho asustada.

Alice y la pelirroja llevaban un buen rato moviendolas, después de que unos gritos las despertaran sobresaltadas, pero ninguna reaccionaba. Alarmadas llamaron a Mcgonagall quien entró en sus cuartos.

Las sábanas estaban llenas de sudor. En la habitación solo se escuchaban las respiraciones agitadas de las mellizas quienes estaban procesando lo que acababa de ocurrir.

—¿Qué ha pasado? — la profesora Mcgonagall habló tranquilamente para no asustarlas más de lo necesario.

Riley miró a su hermana, quien se abrazó a sí misma y fue rodeada por los brazos de Lily y Alice.

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