Capítulo Diecinueve

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Capítulo 19

(Especial Riley)

Como de costumbre cuando me desperté Merida ya no estaba en su cama. Me desperecé a la vez que Acua maullaba a mi lado con insistencia.

—Ya voy pequeña…— Me levante de una y rellene los cuencos de Acua. Del armario saqué el uniforme y me dirigí al baño para asearme. Justo me crucé con dos chicas volviendo del aseo, cosa que agradecí, ya que prefería ducharme sola.

Una vez lista bajé las escaleras y al llegar a la sala común me encontré con James y Remus.

—¡Buenos días chicos!— saludé con una sonrisa.

—¿Has dormido bien?— Remus sacó de su túnica una chocolatina y me la ofreció.

— La verdad es que si— la agarré y la guarde en mi bolsillo guiñandole un ojo a Remus que sonrió en respuesta.

— Vayamos a desayunar— James pasó su brazo por mis hombros y beso mi cabellera.

Aproveché que Remus se unió a Peter y Sirius para atrapar la mano de mi primo.

— Oye James— me mordí el interior de las mejillas nerviosa— hoy no iré al entreno de quidditch…

— ¿Y eso? — me miro preocupado.

—Quiero investigar sobre nuestros poderes, nos están ocultando algo y necesito saber que es.— Sabía que cabía la posibilidad de que James se enfadara, pero su reacción fue justo lo contrario.

— Esta bien, si encuentro un hueco libre te ayudo— beso mi frente.

— Gracias James— lo abracé y nos encaminamos al gran salón.

En el gran comedor me senté al lado de mi melliza y enfrente de Peter quien de vez en cuando me miraba.

—¿Ry, quieres que después de clases vayamos a la biblioteca y estudiemos? No voy muy bien en Encantamientos y he pensado que me podrías ayudar…— Mire a Peter y después a James, quien estaba pendiente de la conversación, para volver a mirar a Peter

— Está bien, pero es mejor que practiquemos en el ala oeste, creo que es una buena zona.

— Perfecto. Nos vemos allí después de clases.

La mañana transcurrió con relativa normalidad, las clases fueron agotadoras, y la mitad de mis compañeros se dedicaron a charlar entre ellos en vez de atender al igual que siempre. Cuando finalmente terminó la última clase Mer y yo nos quedamos en nuestro sitio mientras el resto de alumnos salían despavoridos por la puerta.

— Mer, y si nos quedamos y le preguntamos a la profesora, ella es la que más puede saber sobre este tema. — Susurre apoyando mi cabeza sobre el hombro de Mer para que solo ella me escuchara.

— No sé, creo que no es muy buena idea…

— Pero si lo hacemos bien, no tiene porque enterarse…

— Esta bien…— suspiro pesadamente — pero sigue sin gustarme la idea...

La última clase fue adivinación así que aprovechamos  y nos quedamos  para hablar con la profesora Quinn Moore.

— Profesora, ¿puedo hacerle unas preguntas?— Me acerqué a su mesa redonda, la cual se encontraba repleta de diversos objetos sobre un mantel de flores de varios colores.

— Por supuesto que sí señorita Potter. — me miro a mi y luego a Mer, ofreciéndonos asiento.

— ¿Cabe la posibilidad de ver el futuro de alguna otra forma que no sea a través de las tazas o la bola de adivinación?— Mer medio un pisotón a lo que solo puede dedicarle una mirada de reproche.

La Verdad De Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora