Capitulo 4 - Lujuria 🔥 y Rafael 💜

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Lujuria 🔥

   Las últimas palabras de Raziel y Azrael nos dejaron a todos en estado de shock. La misión la cual les habían encomendado era importante para nuestro padre. No mandaría a dos de los más importantes. O talvez sí, solo una gran fuerza por separado pero unidos en más de un sentido arrasadores.

    — Ahora que cumplimos con lo dicho nos iremos. No nos meteremos en su camino si ustedes no interfieren en el nuestro. — dijo Raziel una de las más hermosas criaturas que vi en mi vida, sin contar a su hermano. Cada gramo de sus cuerpos y actitud gritaban sexo, arrogancia, hermosura, fuerza, poder. Todas las cualidades que me gustaría llevar a mi cama.
Pase una de mis manos por mi cabello negro y eso provocó la mirada de los ángeles, con mi lengua recorrí mi labio inferior ida y vuelta. Ambos ángeles sonrieron de lado y logré ver sus pupilas dilatadas. Les gustaba lo que veían al parecer y a mi también. No veía la hora de tener esos preciosas criaturas en mi habitación.

   — ¿Se irán? — por primera vez Pereza le hablo a los invitados inesperados. Miré a mi hermano el cual vestía una camisa negra desprendida y unos pantalones color mostaza, terminando el atuendo descalzo como ya era costumbre. Era una persona hermosa como todos nosotros, su rostros de piel pálida, su mandíbula afilada junto con su cabellos y ojos negros cautivaban a todo el que pasaba.

  — No vinimos aquí a invadir su espacio ni meternos en sus vidas, solo queríamos dar el mensaje y contarles la misión. No sabemos que pasará una vez se haya vencido el plazo, tenían que saberlo. — dijo Azrael.

   — Entendemos y les agradecemos. ¿Pero que harán allá afuera? No quiero decir que no puedan sobrevivir ni mucho menos por si solos, pero acaban de llegar. ¿Por qué no se quedan? No por siempre si no quieren, pero hasta que logren adaptarse. — está vez fue Gula el que habló. Observé a estos dos atentamente y en sus ojos se podía ver el anhelo. Pero no logro entenderlo. Tenía que lograr que se quedarán, por Pereza y Gula. Pero más por mí.

   — Mi hermano tiene razón, quizás sea más conveniente que se quedarán con nosotros. Les juro que no se arrepentirán. — baje mi voz una octava y distinguí como las pupilas de los ángeles se dilataban considerablemente. Una sonrisa se extendió por sus rostros.

   — Una oferta tentadora Lujuria, pero ya nos esperan. — la mirada que cruzaron escapó de mi entendimiento pero sus próximas palabras me dejaron completamente excitado. — Sin embargo no descartamos la oferta. ¿Creen que podrán con los dos? — dijo Azrael sonriendo.

   — No somos fáciles de complacer. — siguió Raziel mirando a su hermano. Sorprendiéndome su sincronización al hablar.

   — Bueno, yo creo que podemos con eso. — tanto Ira, Envidia y yo terminamos la frase a la vez. Provocando una risa de todos.

   — Pueden volver cuando deseen. Quizás les parezca raro la oferta de quedarse con nosotros pero es una muestra de confianza hacia ustedes por lo que hicieron por nosotros apenas llegar.  Esta es nuestra residencia permanente. — dijo Soberbia. — ¿Necesitan que los llevemos? — los hermanos se miraron fijamente y asintieron. Como si se comunicaran en un lenguaje que nosotros nos podíamos interpretar.

   — No será necesario. Nosotros sabemos a dónde ir. — dijo Azrael.

   — Prometemos volver a verlos más pronto que tarde.

   Esas fueron sus últimas palabras antes de darse vuelta y dirigirse a la puerta sin mirar atrás. Pereza y Gula dieron un paso adelante como intentando que no se fueran. Soberbia se interpuso entre ellos y los miró fijamente.

    — Déjenlos ir. Hicieron lo que tenían que hacer. Eventualmente volverán. Siempre vuelven.  — mis hermanos suspiraron frustrados y se fueron enojados a quien sabe dónde.

Los siete pecados capitales (VOLVIMOS DE APOCO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora