Capitulo 9 - Lujuria 🔥

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Antes de comenzar este capítulo daré un anuncio:
A partir de aquí se vienen los problemas, en parte de este capítulo y en los que vienen se verá la verdadera trama de esta historia, las relaciones y sexo, mucho sexo 🔥
PD: El que avisa no traiciona
PDD: Leer bajo su responsabilidad las partes +18 ya que no influyen en el hilo principal de la historia.
¿Listos pecadores? 🔥

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Lujuria 🔥

    El día comenzó, dando paso a que los primeros rayos de sol se colaran por mi ventana. La conversación con mis hermanos no podía tomarse a la ligera, la llegada de esos hermosos ángeles no traía nada bueno. Aunque si los pudiera tener en mi cama mejoraría la situación pero...se fueron.
   Contrario a lo que piensen mis hermanos no me afectó el no estar con Ira. Ya habría más posibilidades, cuando lo deje en manos de Avaricia sabía que hice lo correcto. Tan así que cuando volví el acercamiento entre ellos era palpable. Mi hermano estaba más tranquilo y eso era bueno, no quiero llegar a pensar que pasaría si Ira se perdiera. Casi lo perdimos una vez y no fue agradable para ninguno.

    Unos golpes en la puerta llamaron mi atención, mis hermanos deberían estar durmiendo o en sus cosas a estas horas. Era el único momento en que cada uno se tomaba su espacio. Salvo Ira, el necesitaba espacio mucho más que nosotros, por lo que varias veces en el día podías verlo en el jardín tocando la guitarra, fumando o simplemente mirando la nada. Era una vista hermosa de ver sinceramente.

   – Adelante. – me senté mejor en mi cama y esperé que la puerta se abriera.

  – ¿Podemos pasar? – la voz de Avaricia llamo mi atención, por lo que sonreí, venía con Ira.

  – ¿Ustedes? Siempre. – ambos entraron con una sonrisa en sus hermosos rostros. Ira iba vestido completamente de negro  con la camisa desabrochada y Avaricia traía pantalones negros y camisa roja, al igual que mi hermano estaba desprendida. Ambos eran un espectáculo a los ojos. Mordí mi labio y pase mi lengua por este, mis hermanos me miraron sonriendo ante mi reacción.

   – ¿Te gusta lo que vez? – preguntó Ira. Sonriendo altaneramente.

   – Sabes que sí. – paso su lengua por su labio inferior y se mordió el labio mientras examinaba mi cuerpo sin reparo. No llevaba camisa, tan solo unos pantalones negros deportivos los cuales no dejaban nada a la imaginación. – Más te vale que te calmes Ira. No comiences algo si no puedes terminarlo cariño.

   – ¿Quién dijo que no puede cariño? – dijo Avaricia mirándome de la misma manera que Ira.

   – ¿Bebes? – pregunto Ira levantando la botella de whisky que tenía en la mano. – Tendrás que disculpar mi descuido, no traje vasos. – hizo un puchero intentando parecer arrepentido. Pero el calor en sus ojos me decía que no lo estaba en absoluto.

   – No hay culpa sin sangre mi querido Ira. Pasen por favor. Siéntense dónde quieran. – ambos se acercaron a mi cama , Ira subió primero apoyando su espalda contra la pared cerca de la ventana y Avaricia en el centro con las piernas en posición de indio. Abrí el ventanal a conciencia de lo que Ira necesitaba, el aludido me sonrió en agradecimiento y saco una caja de cigarros de su vaquero. Tiró la caja en medio de la cama, dándonos la oposición de tomar uno y encendió el suyo sin despegar la vista de la ventana.

Los siete pecados capitales (VOLVIMOS DE APOCO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora