Soberbia 🔥
Los primeros rayos de sol entraban por la ventana de la habitación, la casa por fin se encontraba en silencio. Avaricia había logrado calmar a Ira luego de lo acontecido con los ángeles. A todos nos había tomado por sorpresa su llegada, pero fue el mensaje de nuestro padre el que derramó el vaso. Ninguno entendía que había cambiado para querernos nuevamente cuando fue él el que nos echó del reino. Me llena de regocijo saber que me necesita, también es obvio que a mis hermanos pero sé que me necesita mas a mí.
No puedo evitar sentir desprecio hacia los recién llegados, su reacción al verme fue nula. Como si se creyeran mas importantes que yo, lo cual están completamente equivocados. Nadie es mas importante que yo, a la vista está que nuestro padre decidió mandar a dos de sus discípulos mas importantes.
Puedo asegurar que no es la última vez que lo veremos, ya que ellos decidieron quedarse y encontrar su libertad. Lo cual me genera orgullo por ciertos momentos pero eso nadie puede saberlo.
Encendí un cigarrillo y me lo lleve a los labios, inhalando el humo, dejando que entre en mi cuerpo y me calme.- ¿Soberbia puedo pasar? - la voz de Envidia me tomó por sorpresa, supuse que estaría con Lujuria en Inferno, el club BDSM del cual el último es dueño. Pasaban la mayoría de las noches allí. De Lujuria podía entenderlo pero no terminaba de creer que Envidia sea como él. Al igual que Avaricia e Ira, Envidia y yo llegamos con una conexión especial. Somos todos inseparables pero nosotros cuatro tenemos una cercanía aparte.
- Adelante. - di otra calada al cigarrillo esperando que mi hermano entrara a mi habitación. Sus pasos acercándose a mi me hicieron a apartar los ojos de la ventana. Vestía una remera blanca a juego con unos vaqueros negros y calzado de igual color. Su cabello castaño caía sobre sus ojos negros y sus labios rijos llamaron mi atención. -¿Todo bien Envidia?
- ¿Podemos hablar? - di otra calada al cigarrillo y miré sus ojos. Logré notar preocupación en ellos. Me senté derecho e hice una señal para que se pusiera a mi lado.
- Claro, dime que te preocupa. - se sentó a mi lado y cruzo sus brazos.
- La llegada de Raziel y Azrael no es buena Soberbia. Nuestro padre mandó a dos de los mejores a por nosotros. Nos quiere de vuelta a como de lugar y me frustra no saber el porqué. Hay muchos cosas que no cierran , pero hay una en particular que no sale de mi mente. - se pasó las manos por su cabello repetidas veces y me miró con frustración. Lentamente lleve una de mis manos a a su espalda y la moví de arriba abajo en un gesto tranquilizante. La tensión disminuyó un poco y siguió hablando. - Recuerdas las preguntas que Lujuria les hizo. ¿Verdad? El por que de elegirlos a ellos. Ambos ángeles no supieron la respuesta, solo saben lo que les dijeron y que desean con fervor su libertad. Lo que me da a pensar en el porqué de la situación. ¿Por qué mandarles solo con la información mínima? ¿Por qué ordenarles a ellos una misión de esta magnitud? ¿ Por qué la esencia de estos ángeles no es tan pura como debería? Si se supone que en el reino de padre no hay maldad. ¿Y si es así crees que el creador lo sepa? ¿Y si la razón por la que los mandó aquí es por que ya lo sabe? - sus preguntas y conjeturas no estaban equivocadas. La sorpresa se apoderó de mi. Mientras yo solo pensaba en mi mismo Envidia pensaba en todo lo demás. ¿Por qué no se me ocurrió a mi?
- Lo que dices tiene mucha lógica Envidia. Aquí la otra pregunta a la lista. ¿Por que nos quiere devuelta? Se supone que si caes no tienes permitido volver a subir. - Envidia asintió a mi pregunta. Paso nuevamente las manos por su cabello y rostro. La frustración se estaba apoderando de él. Podía entenderlo ya que en este momento teníamos mas dudas que certezas. No era algo que me agradara, nadie puede estar por encima de mi nadie, nadie puede esta run paso delante. - Calma hermano, lo solucionaremos juntos Envidia. Puedo ayudarte a calmarte si lo deseas. - esto último lo dije en voz muy baja, tranquila, serena.
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Los siete pecados capitales (VOLVIMOS DE APOCO)
ActionCon el paso de los años las viejas creencias fueron borradas de los libros, ya no se contó sus historias. Pero... ¿Qué dirías si supieras que la historia no es como te la cuentan? ¿Qué dirías si supieras que siete almas se quedaron en la tierra al t...