D I E C I N U E V E

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YoonGi.

Mierda, mierda mierda...

Solté la mano de Namjoon de golpe, mis lindos hoyuelos me miró con extrañeza. Maldición no ahora.

Mordí mi labio inferior preocupado, no podía dejarlo a salvó en su casa, pues sospecharía algo, para mi desgracia debía dejarlo aquí, en mano de sus ñoños amigos, para que mis hoyuelos no se preocupara por mi.

–¿Qué pasa YoonGi?

– Me surgió un inconveniente...debo irme, es...urgente.

Estaba listo para irme, pero Namjoon me detuvo con dulzura, tomando mi mano haciendo que nuestras miradas se cruzaran.

– Min Suga– acarició mis labios– ¿Qué sucede?

Sus ojos negros y profundos me escrutaron, suspiré medio frustrado por no poder decirle la verdad y medio enamorado de su rostro. Porqué sí le había mentido, estaba total e irreversiblemente enamorado de él.

–Nada, No te preocupes.

–¡Ah, muy tarde! Ya lo hice– reí achicando mis ojos y le apreté la nariz.

– Eres adorable Kim Namjoon. Estaré bien, no te preocupes, ven te acompaño a clases– Besé su mejilla con delicadeza y volví a tomar su mano con dulzura, ignorandonos las malas miradas que algunos chicos prejuiciosos nos dedicaban, apreté su mano buscando seguridad, él me devolvió el apretón con una sonrisa.

– Eres hermosa Min YoonJi– me susurró haciendo que mi corazón saltara, si buscaba seguridad, él era el indicado. Él jamás dejaba que mi burbuja se explotara.

Llegamos a las puertas de su aula casi al mismo tiempo que sus amigos, quiénes me miraron con total shock, yo solo los miré y los reverencie.

– Cuiden de mi Namjoonie, por favor.

Me incorporé, y me fui sin mirar atrás, depositando toda mi confianza en ellos, pues de antemano sabía que si me giraba a verlo, me acojonaria de sobremanera por dejarlo sin protección alguna.

Sí, tal vez actuaba un poco paranoico, pero no era para menos maldición; no soportaría perder a Namjoon, no él.

Esquivé a varios profesores y logré con éxito escabullirme hasta el estacionamiento, saque las llaves de mi mochila y monté en mi motocicleta, la encendí con dificultad, comenzó hacer ruidos extraños ¿Ahora qué diablos le pasaba a esta cacharra? Lo dejé pasar y me fui con velocidad hasta el sitio, me costó un poco frenar, pero logré hacerlo, hoy en la tarde luego de clases, le echaría un vistazo, tal vez las cadenas necesitaban limpieza.

Para mí desagradable sorpresa, la frutería estaba intacta y la mismísima señora Oh, estaba regando algunas hortalizas, esta me saludó con la mano son reconocerme y siguió con su trabajo.

Mis alertas de dispararon enseguida al 100%

¿Qué clase de broma de mal gusto era esta? ¿Y por parte de Jisoo? ¿Mi mejor amiga en la tierra?

Me enojé muchísimo ¿Cómo podía bromear con algo como esto? ¿Asustarme de esa manera?  Esa bromita pesada, casi me saca canas verdes de la preocupación, porque si en verdad una guerra de bandas sucedía, Namjoonie y mi padre tendrían que irse del país, pues lo más probable es que me quieran joder con ellos. Y no quería que la mierda le salpicara a NamJoon solo por estar conmigo. Se lo prometí a su madre.

Aunque todo hipotéticamente, pues solo éramos amigos que se besan y se tienen ganas. Aunque yo lo ame, no estaba realmente seguro de sus sentimientos hacia mí.

Frustrado, encendí la cacharra a tirones y maldiciones, cundo está arrancó, aceleré rumbo al instituto bastante cabreado, la bronca que se le venía encima iba a ser de merecedora de un jodido Óscar. La muerte no era ningún maldito juego.

Acelere a 180.

Estaba cerca de un semáforo en amarillo, así que frené...o bueno...hice el intento, pues ahora los frenos no respondían, con el corazón en la boca, hice maromas para tratar de frenar pero no lo logré pasando como una bala el semáforo rojo, solo con lágrimas pude cerrar los ojos y sentir el horrible golpe de un auto en el costado de la motocicleta.

Me deslicé por el pavimento sin sentir las piernas, me di un buen porrazo en la cabeza y todo mi cuerpo dolía en demasía, no podía gritar, pues no encontraba mi voz, veía borroso y ningún miembro quería obedecer.

De inmediato varias voces llenaron mis oídos, las voces estaban angustiadas... Había muerto alguien, tal vez el conductor, las voces, chillaban por mi auxilio.

–Jovencito, si puede oírme, mueva un dedo...– Al parecer lo había hecho pues el hombre gritó que estaba conciente– Quedece conmigo, por favor joven, luche por su vida...¡No, no le quiten el casco! ¡Es peligroso!

– Yo lo conozco, es el hijo gay de Min Jihoon.

– Alguien avisele que su hijo tuvo un accidente.

- Es un ex presidiario... Es peligroso ese hombre.

- ¡Alguien tiene que informarle sobre su hijo, sea un maleante o no!

Namjoon, Nam debía saberlo...

– Joonie– susurré sin fuerzas, con lo que quedaba de mi voz.

–¿Cómo dice?

– Nam...Joo...Nie...

–¡NO! ¡JOVEN NO CIERRE LOS OJOS, QUEDESE CONMIGO!

Te amo Namjoonie...

YO ANTES DE TI---  MYG/KNJ |NAMGI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora