T R E I N T A Y S E I S

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Jackson.

Había manejado toda la noche y parte de la mañana, eran alrededor de las ocho de la mañana cuando llegué a Gwangju,  y me comía la cabeza ¿Como carajos le iba a explicar todo? Pues sí quería tener su plena confianza, debía decirle la verdad absoluta, y eso me aterraba, pues sabía lo testarudo que era y en verdad yo era el único que lo podía proteger, pues TH8 no sospechaba de mi, para Xu Minghao yo era un discípulo de incuestionable lealtad. Y a  pesar de no haber dormido nada, estaba super despierto, tal vez sea la adrenalina y el peligro respirándome en la nuca. Namjoonie si se había quedado ligeramente dormido.

Ahora me encontraba en el centro de la ciudad cazando hoteluchos para descansar y seguir el camino hasta el lugar más seguro que encontraba en corea, el  suroeste del país: las regiones campesinas de Chungcheong, con apenas de una población de 109 000 habitantes . Si debía llevarlo a Sudamérica, no me importaba, necesitaba alejar a Namjoon de las garras de TH8 a toda costa. Luego de rodar media hora más, conseguí un hotel de mala muerte con una oferta para parejas, 2 noches más comida 45 wons, el tiempo suficiente para dormir, descansar y planear mi siguiente movida con cabeza fría. 

Estacione frente al hotel, suspiré me quité el casco  y sacudí un poco al príncipe que descansaba en mis brazos, Namjoonie reaccionó mirándome confundido, aunque pareció entender de nuevo que sucedía, pues su mirada de confusión se transformó instantáneamente a  una de desconfianza.

- ¿Dónde estamos?

- Hablaremos cuándo entremos- me bajé de la motocicleta y él hizo lo mismo receloso, rápidamente le tome la mano, el se soltó con brusquedad y yo la tomé de nuevo atrapando sus dedos contra los míos.

- Sígueme la corriente.

- Jackson...

-Sólo. Sígueme. La . Maldita. Corriente.

Caminamos hasta la entrada del hotel, abrí la puerta y unas campanillas de viento anunciaron nuestra entrada, el lugar era pequeño y de aspecto polvoso, el ambiente olía a pachulí y a unos escasos metros se encontraba la recepcionista limándose las kilométricas uñas de colores chillones, hizo una bomba de chicle y nos dedicó una mirada desaprobatoria.

- Gays- comentó- lástima...¿Imagino que vienen por la promoción de pareja?

Sentí la mirada de odio de Namjoon en mi cuello, yo asentí con una sonrisa amable.

- Sí por favor.

- son 45 wons, ¿Efectivo o tarjeta?

- Efectivo- Ni loco usaba las tarjetas, enseguida le solté la mano a Nam con una mirada de advertencia, no quería ser brusco con él, pero si se ponía difícil, debía ejercer mi fuerza por las malas.

Saque mi billetera y le  entregue el efectivo a la chica, mientras vigilaba a Namjoon por el rabillo del ojo, miraba la terrible decoración con escepticismo, hasta que notó algo que lo hizo sonreír, miré a su dirección y vi que era un  bulboso teléfono amarillo de saldo pegado a la pared, mordí mi labio.

Carajo.

-¿Puedo usar el teléfono?- preguntó esperanzado, la chica negó rascando su cabello con el bolígrafo.

- Ese cacharro no sirve desde hace siglos- exageró. 

Respiré aliviado, nadie podía saber dónde estábamos, nadie podía saber que Namjoon estaba conmigo, ni siquiera Suga, al menos no por los momentos, primero debía ganarme toda la confianza posible de Namjoon, para que luego abogara por mi contra el loco de YoonGi, pues en verdad al enamorarme de Namjoon ya no albergaba malos deseos contra Min.

Di una firma falsa en las facturas y la mujer tomo una llave debajo del mostrador, alargó la mano, pero luego con una sonrisa, cerró el puño y lo llevo a su pecho.

- Nunca he visto a dos chicos de carne y hueso besarse, si lo hacen, les doy la llave.

-¿Discul-disculpa?- se atragantó Joonie.

-  Por favor la llave- pedí con voz seria

- No, ese es el trato y si piensan irse, no hay rembolso- rió chillonamente.

Miré a mi acompañante y este tenía una mirada sombría que decía claramente que si me atrevía a tocarlo, me arrancaría la cara de un mordisco, suspiré en una suplica, pues al parecer nadie iba a ganar si el otro no cedía.

- Te odio- me espetó tomando mi cara, besó mis labios con delicadeza. 

Mi corazón iba a mil por hora, sentí mis mejillas enrojecer y retuve el chillido histérico de una rubia adolescente, pues el chico que me gustaba, me besaba, por obligación, pero me besaba. 

Detuvo el beso y la chica nos dio la llave con una sonrisa, de inmediato, comenzamos a subir las escaleras de caracol hasta el cuarto piso, pues el ascensor estaba en reparación. Al llegar al tétrico cuarto piso, caminamos por un pasillo alfombrado de verde buscando la habitación 4-6. 

Al llegar, abrí la puerta y dejé entrar a Namjoon primero, luego le dí la espalda para cerrar la puerta con pestillo, no más giré la cabeza y un puñetazo se estrelló en mi cara.

-¡TIENES CINCO SEGUNDOS PARA EXPLICARME ¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO Y DÓNDE MIERDAS ESTÁMOS?!

- Joder, que izquierdazo- comenté sobándome la mejilla.

-¿Quieres probar mi derecha, Jackson Wang? Te doy una muestra gratis- Me alejé de la puerta y me quité la chamarra tirándola hacia la cama, él comenzó a golpear el suelo con su zapato- Espero tú explicación.

-Bien, te diré la verdad. Yo fui contratado por TH8 para jugar contigo y ahora...matarte-.Namjoon palideció- Pero- proseguí- todo salió mal...

-¿Qué quieres decir?

- Me enamoré de ti  y ya no puedo hacerte daño, te secuestré no para herirte, si no para protegerte. Namjoon, Daegu no es seguro para ti,. TH8 le puso un alto precio a tu cabeza. 

Namjoon  pegó su espalda contra la puerta y se deslizo hasta el suelo consternado.

-¿Y ahora que voy hacer?

- Confiar en mi, Joonie...

Nuestras miradas se cruzaron y él mordió su labio.

- Quiero saberlo todo, Jackson, sin mentiras...solo la verdad.

- Es justo- me agaché frente a él y le quité un mechón lila de la frente- Te diré toda la verdad, pero debes creerme, si en verdad quieres vivir.

YO ANTES DE TI---  MYG/KNJ |NAMGI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora