Secuestrada por Zeref (saga fairy tail)

Capítulo 10

Ayer cuando subí el anterior cap me quedé sin inspiración pero, gracias a todos vuestros votos y comentarios conseguí algo de ella así que aquí os traigo el resultado. Un cap que subo antes de tiempo como agradecimiento. La verdad que estaba empeñada en hacer este fic con tres personajes pero  me bloqueó bastante. Aún así espero que os guste. No se si recordaréis a Katja que me parece que solo sale en el anime pero era un personaje que me gustaba mucho y que he metido en la trama. Dejo foto en multimedia XD.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Me desperté sobre mi cama, sola. Ya no estaba en el suelo, mirando hacia la ventana, la cual se encontraba cerrada ahora. Zeref tampoco yacía a mi lado, abrazándome. Me puse roja al recordar mi noche anterior. Me levanté de la cama y terminé de vestirme. Accedí al baño para peinarme. Me di cuenta de que no había peine así que tuve que desenrredarme el pelo con las manos. Cuando terminé, me di un último vistazo en el espejo para comprobar que estaba aceptable y salí de mi  habitación.

Caminé el largo pasillo despacio y en silencio. Estaba atenta por si en algún momento escuchaba los pasos de Zeref o Sting. Nada. Bajé las grandes escaleras hasta el piso de abajo, una vez en la planta baja, escuché la voz de Zeref y... una voz femenina, la cual no me sonaba. Sorprendida miré hacia la procedencia de las voces. 

Tras una puerta entre abierta, había un salón con paredes verde pastel. Entré a ella. Con mi llegada las voces cesaron. Podía ver a Sting de pie, apoyado en la pared, serio y sin apartar la vista de sus pies. En un sofá se encontraba Zeref, mirándome atentamente y en el sofá  de enfrente se encontraba un niña. Tendría unos diez años. Su pelo era azul y corto y su vestido hacía juego con la salita. En sus manos sostenía un... ¿espíritu celestial? Era igualito a Plue, el de Lucy, pero el suyo era verde. No pude evitar que una ola de recuerdos me aferrara.

--Buenos días, Cure. Te presento a Katja.

La chica depositó una intensa mirada en mi. Parecía un poco nerviosa.

--Encantada.--dijo la pequeña.

--Igualmente.-- contesté.

Zeref se levantó e invitó a la peliazul a imitarlo. Una vez ambos estaban de pie, se acercaron.

--Pensé que podrías aburrirte de vez en cuando así que te he traído compañía.

Miré nuevamente a la pequeña donde ahora también se hayaban pizcas de temor en sus grandes ojos. Zeref me miró extrañado.

--Antes era una guardiana celestial. Murió.-- aquellas palabras dichas por Zeref me horrorizaron.-- La resucité para que pudieras tener compañía-- insistió.-- aunque ahora es un demonio.-- añadió.

No dije nada. La mirada de la pequeña decía todo su temor ante las manos apoyadas en sus hombros de Zeref. La mirada seria de Sting también lo corroboraba. Extendí la mano hacia el brazo de la pequeña y la jalé hacia mi, apartándola de Zeref.

--Gracias...- inquiré llevándome a la niña.

--De nada.-- dijo Zeref un poco confundido.

Una vez en el pasillo, la llevé a mi habitación y, sentadas comenzamos ha hablar.

--Siento lo que te ha pasado. Que no hayas podido descansar en paz. Creo que es mi culpa.

--No te preocupes...  de todos modos me aburría. Solo... que me da miedo él.

La miré preocupada.

--En verdad Zeref es una buena persona aunque... aveces se pasa en sus métodos.

Katja seguía triste.

--¿Quiéres.... jugar al escondite?--planteé para alegrarla.

Katja pareció pensarlo unos momentos.

--Está bien.-- contestó por primera vez con una sonrisa.

-- Vale, ¿Qué te parece si cuento yo primero?

Ella asintió. Así que me di la vuelta y conté hasta diez mientras escuchaba los rápidos pasos de la chica alejarse. Una vez realizada la cuenta, fui en su búsqueda. Poco a poco iba recorriendo los pasillos de aquella casa. Cada vez me alejaba más de la zona que conocía. Pude oir unas zancadas dirijirse hacia el frondoso jardín que rodeaba la casa, antes de salir del gran muro. Aquellas zancadas se acercaron a una pequeña cabaña, ¿sería Katja? Pero no conseguí entrar en ella ya que una mano me agarraba de mi brazo.

--No entres allí.-- dijo Zeref.