4- ¿Llamada esperada o menos deseada?

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*Narra Hirari*

Luego de tres días, no me había podido concentrar en el estudio, Katherin evitaba el tema mientras los directivos buscaban algún rastro de ambas. El grupo de idiotas que molestaron el primer día a Sebastian lo siguieron haciendo, y a mí también, de vez en cuando me defendía pero sentía un cansancio que ni yo podía descifrar.

Desde el día en el que estuve a punto de acabar mi vida, Sebastian habla conmigo y juró no decir nada sobre...lo que hay debajo de mi manga. Yo no he podido asimilar lo que hay en su brazo...es simplemente impresionante, no lo podía creer. Sus brazos estaban cubiertos de...

-Hirari ¿Me estas prestando atención?- preguntó Sebastian frunciendo el ceño, sonreí nerviosa mientras negaba con la cabeza.

-Lo siento, estaba pensando en otra cosa ¿Qué me decías?-

-Ah...No lo repetiré- concluyó mientras se levantaba, lo imité mientras sacudía mi falda. La azotea era donde pasábamos los descansos o ratos libres, nadie subía allí y era el lugar más tranquilo de todo el instituto, además, el grupo de imbéciles no sabían dónde estábamos en el descanso, si se llegaban a enterar probablemente nos molestarían todo el santo día.

-Sebastian, dime por favor- añadí un puchero mientras me arreglaba un poco el cabello, aquel viento me estaba volviendo loca.

-No~ Eres la persona más despistada que he conocido en toda mi vida- reprochó el chico acostándose en el suelo, lo observe un momento mientras el viento le revolvía el cabello, ocasionando que se le enredara en la cara, se veía muy lindo...

-¿Qué pasa?- preguntó dándose cuenta de que lo observaba.

-N-Nada- respondí nerviosa, me acosté boca arriba pero a una distancia considerable de donde él se encontraba. Observe el cielo, el cual en unos cuantos minutos se había oscurecido, no había rastro de luz solar y eso me encantaba.

-¿Extrañas a tus amigas?- preguntó de repente, lo miré sorprendida, me había tomado desprevenida. Sonreí sin una pizca de felicidad.

-Así es, son como mi familia, una que nunca tuve y perderlas de la noche a la mañana no es nada fácil-comencé a llorar mientras secaba las gotas con brusquedad, él se sentó, tomo mi mano y sonrió.

-Deja de hacer eso, vas a terminar con los ojos rojos, llora si quieres pero no trates de evitarlo si sabes que no puedes- dijo pasando su mano por mi mejilla, una pregunta rondaba por mi mente ¿Puedo confiar en él?

-S-Sebastian...-susurré mientras lloraba, ¿eso era un sí?

Sally- Vaya vaya, deja de estupideces Hirari, él solo quiere chantajearte, deja de estar llorando, estas mostrando tú lado débil, ¡deja eso ya!-

Knife- Hirari ¿Recuerdas que paso con el único chico en el cual confiaste? ¿Quieres quedar en ridículo otra vez? Que tonta eres-

Cuando Knife dijo eso, un escalofrío recorrió mi espalda, no quería que pasara lo mismo, ¡no quería! Me separé rápidamente mientras el chico me miraba confundido, abrí la puerta de la azotea y baje corriendo ¡Que estúpida había sido! Se me estaba olvidando que no podía confiar en nadie, excepto de mis dos amigas, las cuales se habían ido.

Luego de dos semanas, seguía sin hablar con Sebastian, él tenía intenciones de hablar conmigo pero yo lo ignoraba, haciendo como si no supiera de nada pero ambos sabíamos que yo mentía.

Licht no había aparecido en un buen tiempo y yo sentía que la Joker estaba cada vez más cerca, la idea de que se me acercara me atormentaba día a día, cuando era mi cumpleaños...joder, la Joker me molestaba todo el tiempo, por eso he odiado mi cumpleaños desde pequeña, aquel día maldito en el que nací.

★Illuminated ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora