𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟾: 𝚃𝚘𝚍𝚘 𝚖𝚊𝚕

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"Muchas veces nos preguntamos si es necesario luchar por nuestros ideales, si con ello nuestra libertad está en juego. La guerra muchas veces, nos enseña algo, capaz que sea bueno como que no. Uno nunca lo sabe.
No solo hay guerra en entre los muggles, sino también entre los magos, queriendo la supermancia de su sangre y creyéndose inferiores a nosotros. Cosa que suena bastante gracioso"

Es lo que empezó a escribir la muchacha Stark en su cuaderno, mientras tomaba su café con medialunas. Sabía que en cualquier momento, una guerra, quizás la última, se desataría en ambos mundos.
Su pesadilla era constate, un tipo grande y músculo, con su piel de color púrpura la miraba de una forma divertida, quizá sea porque ella misma no sabía lo que se estaba por avesinar. Pero le preocupo, que el teseracto esté en su poder.
Capaz, que solo estaba soñando, era imposible que alguien supiera dónde se encontraba el teseracto. Pero, no le sorprendió.

- ¿Cómo has amanecido?- Le pregunto su padre, mientras se sentaba al lado de ella. 

- Excelente- Le respondió.  Obviamente mentía

- Sabes, eh escuchado ruidos extraños en tu habitación- Comenzó a hablar su padre- ¿No has hecho entrar a un extraño verdad?- Le volvió a preguntar, mientras observo la cara de su hija.

- ¿QUÉ? CLARO QUE NO- Le grito.

- Lo siento- Se disculpo su padre- Solo quería descartar esa posiblidad, entonces los gritos ¿Qué son?- Le volvió a preguntar.

- Tuve una pesadilla, eso es todo- Le respondió con sinceridad su hija.

Howard no le pregunto más, sabía que su hija no respondería a todas las preguntar qué él le haría. Su hija era como el, ambos no responderían la pregunta del otro, nunca.

- ¿Sabes a quien me cruce ayer?- Le pregunto su padre, tratando de cambiar el ambiente que se estaba formando en ese entonces.

- ¿A quién?- Trato de saber su hija.

- A tu profesor, el señor Riddle- Le respondió este- Me pregunto como estábamos después del accidente de aquella noche y en especial, como estabas vos- Le comentó Howard.

- ¿El profesor Riddle?- Le volvió a preguntar- Pensé que no volvería a aparecer por aqui- Le hablo, mientras se servía un par de tostadas.

- Bueno, francamente yo también pensé lo mismo- Le respondió este- Pero por otro lado, me alegra que el este bien.

- Si, yo también- Le aseguro su hija.

El profesor Riddle, le transmitía bastante desconfianza. Era guapo si, sin ninguna duda, pero su aura dejaba mucho que desear. Sentía que la oscuridad, era lo único que atravesaba en su profesor.
Muy pronto lo volvía a ver, faltaba solo un mes y medio para ingresar a Hogwarts y así, cursar su ante último año. Sentía, que el mundo ya estaba a sus pies y que pronto haría algo que cambiar el transcurso de la humanidad.
Extrañaba Hogwarts, era uno de los lugares que más se sentía cómoda, o eso, era lo que ella creía. Todavía, no tenía pensando que estudiar. Creía que era demasiado pronto para ello. Porque por más, que tuviese un futuro seguro en su mundo, en el mundo de los magos, era muy poco probable, más aún, ella siendo hija de muggles.
La noticia que se exparcia era terrible. Al parecer, los magos no podían tener una década en paz, que ya otro mago tenebroso, llamado Lord Voldemort, estaba queriendo ocupar un lugar en la historia.

- ¿Es una locura no crees?- Le pregunto su padre, mientras leía con ella el diario el profeta, un diario del mundo mágico, quizás el más famoso de todo Londres.

- Si- Le respondió- Al parecer otra guerra está por empezar.

- ¿Crees que nos necesitaran?- Le pregunto su padre.

- Yo creo que no- Contesto su hija- Son demasiado orgullosos.

Y esa era una gran verdad, los magos era demasiado orgullosos, quizás más orgullosos que un ser humano común y corriente. Pero lo que si entendía Mía y lo entendía a la perfección, es que los magos harían todo lo posible para salvar a sus familias, cueste lo cueste, como ellos. Porque por más que esté todo mal, la esperanza nunca se tiene que perder.

Destino |Tom Riddle| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora