Destino |Tom Riddle| (Editando)

Capítulo 6: 𝐸𝑙 𝐵𝑜𝑔𝑔𝑎𝑟𝑡 𝑑𝑒 𝑀𝑖𝑎

Finalizado la clase de pociones, la joven Stark se encamino junto con el muchacho Potter, este último le prometió que la acompañaría a todos los lugares posibles hasta que se sienta familiarizada con el castillo. De hecho, eso no le molestaba, le agradaba la compañía de Potter, ya que, era el único que le había hablado en su estadía en Hogwarts, los demás no. Ni siquiera sus compañeras de habitación.

Hogwarts era inmenso, y muy pocas veces los alumnos se perdían por esos pasillos. Por ahora, los únicos caminos que conocía la joven Stark eran los que la llevaban al gran comedor, a su sala común, a la clase de pociones e inclusive la lechuceria. Siendo así, que ahora su próxima clase, sea la de defensa contra las artes oscuras.

Defensa contra las artes oscuras, era una materia que a la joven Stark le fascinaba un montón. Claro que no lo iba a admitir, pero se consideraba una de las mejores de su época y eso era porque en su antiguo colegio, aunque la mayoría eran de sangre pura, sabían quién era la muchacha Stark, su apellido en Estados Unidos era bastante conocido para su gusto; algo que en Inglaterra no, o al menos eso creía ella.

La mayoría sabía que la joven Stark era descendiente de familia muggle, algo que era muy repudiado sólo por los hijos de sangre pura y los que pertenecían en la casa de Slytherin. Pero los demás, miraban a la muchacha con curiosidad, ya que la joven, era proveniente de Estados Unidos.

El muchacho Potter la siguió acompañando hacia el salón de defensa contra las artes oscuras, ya que como prefecto (o eso es lo que pensaba la joven), pero era solo también, para establecer conversación con la joven.

_ ¿Cómo sentís que te fue en tu primera clase de pociones?_ Le pregunto Charlus, mientras iban camino hacia el salón de defensa contra las artes oscuras.

_ Por ahora bien_ Le respondió la joven.

_Con mis amigos nos juntaremos después de almorzar, iremos al lago negro_ Le comento el muchacho_ Si quieres, puedes venir con nosotros_ Le propuso el muchacho

La muchacha sonrió y asistió con la cabeza, mientras ambos se detienen en medio del pasillo, observando que ya habían llegado al dichoso salón. La clase estaba repartida entre Gryffindor y Slytherin, estaban esperando a que el profesor les abra la puerta y cuando lo hizo los alumnos se dispusieron a ir directo a sus asientos.

El que repartía dicha clase, no era nada más ni nada menos, que el profesor Albus Dumbledore. El hombre que había derrotado a Grindelwald, aquel hombre, que era mencionado por sus antiguos compañeros en su colegio de Estados Unidos y aquel hombre que muchos decían, que capaz; solo capaz, podría llegar a ser el nuevo ministro de Londres.

El profesor Dumbledore, le dedico una sonrisa amigable a sus alumnos y que, por obvias razones, eran rechazadas por los estudiantes de Slytherin. La razón por la que los de Slytherin rechazaban a ese profesor eran claras, es el jefe de la casa Gryffindor.

_ Hoy no hay nada teórico_ Empezó a decir el profesor_ Será más bien, algo de práctica_ Y con un movimiento de varita, basto para deshacerse de las mesas.

La mayoría de los alumnos sonrieron al no saber que la clase de hoy sería teórica, no era común que el primer día lo sea, ya que siempre era teórico. Pero con Albus Dumbledore era diferente.

_ Hoy les enseñaré a como enfrentarse a un Boggart_ Les explico el profesor mientras que los demás tenían portaba una ligera curiosidad_ ¿alguien sabe lo que es un Boggart?_ Pregunto el profesor, a su vez que la mano de la joven Stark era alzada_ Señorita Stark_ susurro el hombre, dado a entender que quería su explicación.

_ Un Boggart es un ser, capaz de transformarse en lo que uno más teme_ Explico la joven mientras Dumbledore le dedicaba una sonrisa.

_ Exacto_ Le dijo el profesor_ Por eso, le otorgó a Gryffindor 20 puntos_ Termino de decir el hombre, mientras la casa nombrada sonreír con orgullo.

El profesor Dumbledore seguía explicando lo que era un Boggart, mientras que sus alumnos lo veían con admiración, pues aquel profesor es, según la gran mayoría, uno de los mejores magos de aquella época.

_ Por eso_ Continuo hablando el profesor_ La clase de hoy será enfrentarse a un Boggart, y para eso, la mejor manera de enfrentarlo es lanzando el hechizo Ridikkulus, ya que eso servirá para superar los miedos de cada uno_ Explico el profesor_ Quiero que hagan una fila, cada uno de ustedes pasará a enfrentarse a su Boggart, y lanzarán el hechizo que yo les eh indicado_ Termino de hablar Dumbledore.

La fila se fue formando a medida de que cada uno intentaba detener su Boggart. El turno de la joven Stark, era después que el del muchacho Potter. Siendo así, que debería pensar cuál es su mayor miedo y como debería detenerlo. Cuando finalizo el turno Charlus, Mía estaba preparada para lanzar el Boggart hasta que su mayor miedo apareció.

Su padre muerto.

La joven Stark se puso blanca al observar el cadáver de padre. Había pensado en miedos un poco más absurdos, y que este se transformara en su padre, era sin duda su mayor miedo, el miedo de quedarse sola y sin la compañía de su padre. Mía no pudo pronunciar tal hechizo, su mano que sostenía la varita temblaba, hasta tal punto de que el profesor Dumbledore tuvo que intervenir.

En el momento que el profesor Dumbledore se interpuso entre la joven y el Boggart, este cambio repentinamente. Este último le dedico una mirada de compasión, cosa que a la joven no le agrado mucho, ya que lo único que detestaba, era que la compadecieran.

_ La clase termino_ Empezó a decir el profesor, mientras los demás bufaban.

Todos recogieron sus cosas, mientras observaban a la joven Stark, algunos con odio y otros con pena. Hasta inclusive, el profesor Dumbledore la observaba con curiosidad y más porque había quedado en su casa, cosa que eso no le molestaba. Albus sabía que a joven Stark era hija de muggles, y que no era bien recibida en Hogwarts, especialmente en Slytherin, por eso y al saber de quién era hija se dispuso a ayudarla en todo lo que él podía.

Al salir de la clase de defensa contra las artes oscuras, se preguntó del porque el sombrero seleccionador la coloco en esa casa, sin ni siquiera sabía cómo enfrentarse a ese estúpido Boggart- Como ella lo había llamado- sino que también, que, finalizado la clase, tuvo que enfrentarse a las burlas contantes de los Slytherin, cosa que ella detestaba. Era una Stark y multimillonaria, y estaba segura, muy segura, de que si sabrían quién era su padre y de lo importante que es alrededor del mundo, le tendrían un mínimo de respeto. Porque, aunque ella no quisiese, sabía que se comportaba igual que él.

En el transcurso del día, la joven Stark no hacia otra cosa que ir a sus clases, pero recordó que Charlus, la había invitado al lago negro para que conozca a sus amigos. Así que, pasada la hora del almuerzo, la joven Stark vio como el muchacho Potter, le guiño un ojo a ella, indicando que la vería en el lago negro. La muchacha sonrió, ya que, el chico Potter le caía bastante bien.