Destino |Tom Riddle| (Editando)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟷: ¿𝙵𝚒𝚗?

El soldado del invierno, sabía como ni del porque se encontraba allí. Su mente, no estaba en sincronía con el, cosa que le pareció bastante extraño. a veces tenía pesadillas y esas pesadillas, hicieron que lo despertaran. Su primer misión estaba por comenzar. El plan era simple, recuperar a la chica Stark.
Su viaje a Londres sería mañana temprano, junto con un par de hombres más. Todo tenía que salir a la perfección, no tendría que haber ningún fallo.

- Soldado- Le hablo su oficial- ¿Esta listo?- Le pregunto

El mencionado asistió.

- Quiero que todo salga perfecto- Le contesto este- Sin ningún fallo- Término de decir el hombre.

El puño de la nueva Hydra asistió.

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Londres

El verano se estaba por terminar y con eso, el transcurso de un nuevo año escolar. La joven Stark, estuvo ordenando sus cosas, desde el momento en el que le llegaron las notas de sus TIMOS, como siempre, con buenas notas. Notas que con ello, podrían convertirla en la próxima ministra de la magia, si ella se lo propusiera.

Todavía, no tenía idea de que hacer ahí, sus conocimientos se basaban en la ciencia, no en la magia, pero la magia, ayudo a que sus conocimientos sigan aumentando, hasta tal punto que su mente, sea la más poderosa. Sabía que ello, traería demasiados problemas y la gran mayoría de esos problemas, serían causados precisamente por ella.

Cuando caminaba por las calles de Londres, sentía que había personas que la estaban siguiendo, al principio pensaba que eran fans de su padre como siempre, pero luego observo que era a ella que siempre la seguían y eso la alarmo. Como esta pasando ahora mismo.

La muchacha Stark, empezó a corre lo más rápido que pudo, hasta tal punto que su única salida estuvo bloqueada por un callejón sin salida. La magia en estos momentos no la ayudaba, ya que ella siendo menor de edad podría causarle muchos problemas.

Los hombres llegaron hacía donde ella estaba. Mía se dió cuenta que algo colgaba de su vestimenta, era una especie de logo, un logo que se le hacía, lastimosamente conocido.

HYDRA, pensó.

Sintió como sus músculos se tensaban y su respiración poco a poco se iba apagando, y la verdad era, que estar en una situación así, solo empeoraba las cosas y eso era verdad. Creía que HYDRA se había desmoronando con la victoria que el capitán América había dando, pero al parecer solo era palabrería, pura palabrería. HYDRA había renacido.
Porque, corta una cabeza, y dos más tomarán su lugar.

- Sin escapatoria- Exclamo el hombre sonriendo.

-¿Tu crees?- Le pregunto

-HYDRA siempre sabrá dónde estás- Le hablo el mismo hombre, mientras trataba de sostener a la joven, pero fue en vano

-Entonces, suerte con ello- Le respondió la muchacha, mientras trepaba los muros y trataba de escaparse de esos hombre, pero fue en vano.

En el techo, un hombre con un brazo de metal la estaba esperando, por si eso ocurría. La muchacha se quedó estancada en su lugar, no sabía que hacer. Sentía que aquel hombre, ya lo conocía, pero no sabía de dónde.

- Eres guapo, sin ninguna duda- Murmuró la joven- Pero no tengo tiempo para ti, tengo que irme, lo siento lindo- Le sonrió la joven, mientras pasaba por el lado de este. Pero fue en vano. El hombre tenía la fuerza suficiente que ella no.

Al sostenerla, el hombre del brazo de metal, hizo que ambos cayeran desde el último piso hasta la camioneta que se encontraba frente a el. En el cual, el mismo hombre que estaba con ella en el callejón, los esperaba ahí.

- Buen trabajo soldado- Le felicito el hombre.

El soldado no emitió ninguna palabra, nunca lo hacía.

-¿La princesa de papá ya no sabe a dónde ir?- Se burló aquel hombre de la joven, mientras está rodaba los ojos.

-Sabes, en cualquier momento te pateare el trasero o aún peor, te asesinare y disfrutaré de ello- Le aseguro la muchacha al hombre.

- Espero vivir hasta ese entonces para verlo- Se siguió burlando el hombre, mientras cerraba la puerta de la camioneta.

C O N T I N U A R A