No quería besarlo… Sabía que si lo besaba todo iba a resultar incómodo. Tuve que luchar muchísimo para no caer en lo que yo llamaba ‘Sus redes’. Puse una mano en su pecho haciéndolo retroceder un poco pero no paramos de bailar.
- Justin esto está mal – Le recordé como si fuera algún pecado el que iba a cometer.
- Lo sé – Murmuro. Lo que me sorprendió es que el mismo lo reconoció y creo que me llego a doler.
- ¿Por qué lo haces? – Quise que fuera sincera conmigo – Digo… Somos mejores amigos – Me señale a mí con mi dedo índice y luego a él - ¿No crees que hacemos mal?
- Lo hago porque creo que me gustas – Susurro abrazándome. Yo abrí los ojos como platos ¡Dios que está pasando! Grito mi mente. Las cosas en verdad nunca solían ser así.
- ¿Yo gustarte? – Lo mire cuando nos separamos de aquel abrazo.
- Si eso creo – Musito desviando su mirada de mis ojos completamente abiertos – Pero tranquila esta vez no saldré corriendo – Me guiño el ojo con una sonrisa que transmitía… ¿Nostalgia?
- ¿Estás triste de que yo te guste? – Suspire triste igual, por pensar eso.
- ¡No! – Exclamo fuertemente pero se ahogó por el sonido de la música, solo yo logre escucharlo – No es por eso, es porque sé que no soy correspondido – Confeso – Por ti ni por nadie, por mi actitud y por lo que soy.
- ¿No has considerado en cambiar? – Le pregunte.
- Claro que lo he considerado – Admitió encogiéndose de hombros – Pero no se ____ tengo miedo de ser lastimado por eso llamado amor ¿Sabes?
- Todos sufrimos Justin, a veces… - Pensé – Deberías dejar de pensar en ti y pensar en los que te rodean.
- No lo había visto de esa forma – Discrepo pensativo.
- Pues si – Murmure – Suele ser así.
- ¿Yo te gusto? – Pregunto. Si él fue sincero ¿Por qué no serlo yo?
- Algo… No se ando confundida – Sonreí tímida, el también me sonrió. La música cambio a una electrónica y dejamos de bailar pero cuando me soltó de la cintura me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos – ¿Te molesta? – Pregunto señalando nuestras manos.
- No – Sonreí y eso hizo que el también sonriera.Caminamos al jardín trasero del Salón donde habíamos estado hace una media hora con la diferencia de que nos sentamos en un banco de por ahí cerca.
- ¿Crees que pueda cambiar? – Me miro.
- Si te lo propones, yo creo en ti – Le dije de corazón – Justin ¿Aun no superas a Alexandra?
- ¿Cómo lo sabes? – Se sorprendió.
- En realidad no lo sabía – Sonreí triste – Solo sentí que nos usabas a mí y a Rosse para olvidar algo, pero veo es a ella – Puntualice.
- No fue esa mi intención – Agacho la cabeza – Ves – Se levantó con furia y se giró a mirarme – No hago nada bien – Exclamo furioso.
- Tranquilo no estoy enojada – Curve una sonrisa pero sabía que no demostraba ninguna felicidad, no quería hacerlo sentir mal – Solo algo ilusionada.
- ¿Te ilusione? – Me pregunto.
- Si – Conteste tranquila.
- Lo siento ¿No te rompí el corazón ni nada por el estilo? – Quiso asegurarse.
- No – mentí pero no se dio cuenta – Pero dime ¿Qué harás con Alexandra? – Debía ayudarlo era su amiga, los amigos están ahí cuando se les necesita.
- No lo sé – Se rasco la cabeza - ¿Vuelvo con ella?
- ¿Aun la quieres?
- Si
- Entonces ¿Qué esperas? – Pregunte adolorida, no podía más.
- Tienes razón gracias – Me abrazo fuertemente.
- ¿Por qué no seguimos con la fiesta? La noche es joven – Reí.
- Claro vamos – Me volvió a tomar la mano y sabía que ese lazo era para unir nuestra amistad en un solo corazón y no para unir un amor, que decepción.La Fiesta transcurrió normal, toda la noche baile con Justin y Christian y a veces con los dos al mismo tiempo. La fiesta término a eso de la 1 de la madrugada y me devolví a mi casa llegando sana y salva. Me cambie y me acosté de una a dormir no aguantaba el sueño. A la mañana siguiente era domingo lo que para mí era un día de descanso era más aburrido que ver la pared… Mariana me llamo y me pregunto cómo me fue, le conté todo y ella me felicito por lo de Rosse y que era una perdida lo de Justin. Yo solo respondía ‘Si, ok, lo sé’ No tenía ganas de hablar del tema y cuando se dio cuenta era demasiado tarde, me dijo que no le diera importancia que todo saldría bien… Claro, me dice que todo saldrá bien porque no le está pasando a ella pero tenía que actuar más tolerable. Terminamos de hablar y pase toda la tarde huyendo de pensamientos que definitivamente me hundirían más.
Al día siguiente era un día de escuela, otro día normal, otro día que al final siempre acaba. Ya luego de alistarme era muy tarde y salí a la carrera a la escuela. Cuando llegue me sorprendí porque mariana estaba en la entrada esperando ansiosa y algo triste, ambas entramos a la escuela.
- Hola Mari – La salude con un beso en la mejilla, ella me correspondió - ¿Y qué haces aquí? – Pregunte algo sorprendida.
- No nada – Dijo escondiendo algo lo leía en su mirada – Vayamos de una a la cancha que tenemos que cantar el himno – Me jalo pero la detuve.
- Aun no tocan el timbre – le recordé.
- Pero por mas – Sonrió nerviosa. Alguien me empujo corriendo hacia un lugar llego de gente mirando extrañamente una pared, agrupados.
- ¿Qué hay allá? – Señale.
- Creo que nada – Sus nervios aumentaron – Ven vámonos – Intento jalarme hasta la cancha pero la detuve.
- ¿Por qué no echamos un vistazo? – Le pregunte.
- ___ no creo que sea buena idea – Ya con eso lo dijo todo. ‘Algo va mal, muy mal’ pensé.Ella me tomo del brazo y se resignó cuando vio mi avance hasta el gran bulto de personas viendo una pared. Camine cautelosa casi empujando a los expectores ¿Cuál era tanto alboroto? Me pregunte. Cuando por fin estuvimos casi cerca de la pared vi a dos personas en frente de ella una era un chico y la otra una chica medio llorando no distinguí a nadie ya que todos se me atravesaban. Por fin había podido con todos los admiradores de la pared obviamente jalando a Mariana conmigo, pero cuando llegue a la pared me sentí desvanecer por lo que en ella se encontraba. Había una pancarta muy grande que cubría el muro y decía en grande con una letra entre Rojo, azul y rosado ‘Te Amo Alexandra ¿Quieres ser mi novia? De: Justin Bieber’ Y en frente de la pancarta se encontraban ellos abrazados y ella gritando un Si eufóricamente. Todos aplaudían en frente de tan conmovedora escena. Era definitivo Justin y yo seriamos solamente los mejores amigos… de ahora en adelante ya no le gustaba más de la noche a la mañana. Pero… No podía soportarlo, verlo con otra persona era muy doloroso para mí pero mientras él sea feliz yo también lo voy a hacer. Cuando volví mi mirada a la pancarta y los vi a ellos aun abrazándose me dieron unas terribles ganas de llorar y de repente comencé a sentir una gran tristeza, una tristeza... indescriptible