|23|Día Gris.

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Hazel

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Hazel.

El frio aire me causa escalofríos, el cielo parece percibir mi estado de animo, de hecho el de todos. Parece que en cualquier momento comenzara a llover. Camino tomada de la mano con Kyle, no quiero despegarme de el, siento que en cualquier instante se va a derrumbar. El aun cree que es su culpa, todo gracias a Martha.

Luego que el llegara a mi habitación y dijera todo eso, estuvimos durante varios minutos tratando de tranquilizarnos. EL me conto como ocurrió todo, horas mas tarde de haberme ido del hospital todo para mi abuelo se complico, el doctor dijo que tuvo otro infarto y esta vez no resistió.

Mi corazón dolió por eso, quería al menos despedirme de el antes. Mi abuela estaba destrozada, lo sabia. La escuche llorar toda la noche, sin embargo no lo demostraba, perdió a su compañero y ahora estaba mas callada que nunca.

Seguimos avanzando por el camino de piedras, hasta llegar ahí, han pasado dos días de que mi abuelo murió y hoy será su sepultura.

Limpio las lagrimas en mis mejillas al tiempo que nos detenemos todos, muchas personas han venido, muchos de sus conocidos. Siento como Kyle aprieta mi mano, me abrazo mas a su brazo y apoyo mi cabeza en su hombro. Desde mi posición puedo ver a mi abuela ser sostenida por Isobel.

Los minutos pasan mientras escuchamos a un cura hablar, el cielo cada vez se oscurece mas. Hay mucho frio y cada minuto que pasa me siento peor.

—Cielo...—escucho que dicen a nuestras espaldas y los dos volteamos.

Me encuentro con la figura de Brendan quien no deja de mirar a Kyle con cara de preocupación, a su lado están Heather y Alice quienes me regalan una pequeña sonrisa. Brendan camina hasta quedar frente a Kyle y enseguida lo envuelve en sus brazos, Kyle corresponde a su abrazo aferrándose a el mientras oigo pequeños susurros entre ellos.

Sigo mirándolos hasta que siento a alguien situarse a mi lado y luego un toque en mi mano que me hace mirar a la persona enseguida, chocando con unos profundos ojos azules. Siento mis ojos llenarse de lagrimas y mis labios temblar. Jaden camina hasta mi y posa una mano en mi mejilla acariciándola.

—Pequeña... —susurra para luego abrazarme.

pasa sus brazos por mis hombros y da un beso en el nacimiento de mi cabeza, rodeo su cintura y me aferro a el recostando mi cabeza en su pecho. Absorbo su aroma llenándome de tranquilidad.

Lo extrañe tanto.

«Pero siempre ha estado ahí, Hazel»

El acaricia mi espalda y yo no dejo de soltar lagrimas, alejo mi cara de su pecho y lo miro a los ojos. No me resisto y planto un beso en sus labios, el cual el corresponde.

—Jaden... —susurro con la voz quebrada, una vez acabamos.

—Shh, pequeña... — acariciando mi mejilla—: Ya hablaremos después ¿Si?, ahora solo déjame consolarte.

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