En el centro de la Tierra había un perdido pueblo donde se encontraba el grupo de gente más peculiar que podrías pensar.
desde guerreros y brujas, hasta cambia formas.
Veremos distintas hisorias de amor desde las recién emparejadas hasta las de años...
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El dragón gruño un poco pero no avanzo, se quedó detrás de el paltinado.
Aizawa camino hacia el dragón y extendió sus manos trazó una pequeña runa en el aire frente a el rostro de la bestia, se iluminó de forma tenue y luego desapareció.
Y el dragón después de eso, se acercó, manso, a el hechicero.
El chico de cabellos atados abrió los ojos con sorpresa.
-Que le esta haciendo?- -Hechizandolo- -Pero que le está haciendo?- -Nada malo-
una de las manos del paltinado le acaricio de nuevo la cintura y las escamas Rojas de su cadera.
-Bien, me quedo este- -Porque le hechizó?- -Solo fue un pequeño conjuro para aclararle que no le haría daño, no fue más que un minuto-
acaricio las escamas grises del dragón y se paró frente a los dos chicos.
-bien...entonces, pago o...?- -Nono, no vendemos dragones los damos en adopción- -Bien- -No olvide regresar si necesita algún artefacto- -Claro-
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-Ho-Hola?-
una dulce melodía tocada con probablemente un arpa de mano.
era acompañada de un suave tarareo algo grave.
El explorador caminaba con cuidado por el frío bosque, cagado de frío porque su capa se había volado a mitad del camino y se había perdido en alguna de las copas de los interminables árboles.
tiritaba de frío y maldecia a todos los entes de la Tierra por haber usado las botas equivocadas para su primera expedición oficial.
Se sentía tonto, con frio y por si fuera poco, extremadamente confundido por auqella melodía que escuchaba no muy lejos de él.
le bastó caminar un par de pasos para ver la figura de un hombre alto, con cabello rubio largo y lacio descansando sobre sus hombros, tenía ropa mucho más preparada para ese clima que la suya, botas adecuadas de cuero café, pantalones azules oscuros, una camisa Blanca, un chaleco azul claro y una capa de piel café.
