Las puertas del autobús se abrieron a la par, los nervios le recorrían por todo el cuerpo pero tenía que salir y dar la cara con la frente en alto como siempre, no sé dejaría intimidar, por supuesto que no, no por nada su nombre era Amma Tenten...
—"No dejes que te vean llegar así" — Recordó las palabras con las que le había advertido.
—Oye niña, ¿piensas bajar o te quedarás todo el día ahí parada?— la regañó el conductor, así que con una inclinación se disculpó y salió tan rápido como pudo. Bien había pasado su primera vergüenza, pero solo era el conductor, nada grave.
Había bajado varias cuadras antes de llegar así que tenía que apresurarse o llegaría tarde.
Caminó con mapa y horario en mano, mirando a su alrededor tratando de guiarse. Ese colegio era realmente grande, había sido difícil ingresar, así que debía aprovechar esa oportunidad, era su pase para llegar a ser alguien importante.
(...)
Bufó con cansancio y molestia para si misma, había llegado 10 minutos tarde a su primer clase, era algo que no se podía perdonar en su primer día, pero lo hecho, hecho estaba.
Tocó la puerta con suavidad pero lo suficientemente fuerte para ser escuchada, solo rezaba porque su profesor no se molestara con ella por haberlo interrumpido.
Pasaron unos segundos y nada, solo murmullos que supuso eran de sus compañeros que ya se encontraban dentro, así que volvió a tocar y nuevamente nada, lo intentó una tercera vez sintiéndose una tonta por ya tener cinco minutos parada ahí sin hacer nada, más aún cuando los escasos estudiantes que pasaban y la veían ahí sonreían con burla, pero esa tercera vez también fracasó.
Un impulso de entrar comenzó a invadirla, pero siendo la chica nueva no tenía permitido hacer aquello. Un sudor frío por el nerviosismo comenzó a formarse en su frente al imaginar que su profesor la había dejado afuera apropósito por su retraso de 10 minutos, todo le estaba saliendo mal aquel día, y eso que era el primero.
—Oh, tú debes ser la alumna nueva.— una voz la sacó de sus pensamientos. Dirigió la mirada a su dirección y se encontró con un hombre peligris de aspecto amigable y serio a la vez, sostenía un libro que parecía solo le había apartado la mirada hasta ese momento que le hablo; además de que tenía una máscara que cubría la mitad de su rostro pero que estaba segura le sonreía en ese momento. El hombre era realmente atractivo, y eso que solo veía sus ojos.
Sin entender del todo que estaba sucediendo, asintió con timidez.
—Lamento la tardanza, es solo que me perdí en el sendero de la vida.— Tenten lo miró con extrañes, se preguntaba quién era ese hombre, ¿acaso era su profesor?— En fin, vamos pasa.— le abrió la puerta y ella obedeció sin decir nada.
Al entrar sintió como varios pares de ojos se posaron en su persona mientras lentamente se acomodaban en sus respectivos lugares. De todos sus compañeros solo reconoció a uno pero que aún así lo ignoró como a los demás.
Todos la miraban con curiosidad, como si de un juguete nuevo se tratara, pero siguió con la mirada al frente, sin mirar a nada en específico, eso le ayudaba a calmar sus nervios.
—Chicos, ella es su nueva compañera...preséntate por favor.— le ordenó el hombre con calma, asintiendo con confianza, por el momento todo iba bien.
—Ah si...amm bueno, mi nombre es Tenten Amma, y...supongo que es todo.— dijo como si nada, dejando una gran interrogante a sus nuevos compañeros, solo había dicho su nombre.
—¿Estás segura?, puedes decir que te gusta, tu color favorito, de dónde vienes...— agregó el peligris, tenía curiosidad, era de las pocas personas que había visto con esa actitud, más para el tipo de escuela en la que estaban.