Su mirada confundida extendía aún más su nerviosismo, ella no decía nada, solo miraba una y otra vez su rostro y después su mano extendida, sin comprender el porqué hacia eso.
—¿Qué tiene tu teléfono?, ¿acaso está roto?.— preguntó Tenten desconcertada.
—¿Por qué te mostraría mi teléfono roto?
—¿Entonces?— Neji se estaba cansando, no creyó que Tenten fuera tan torpe, aunque ciertamente cualquiera pensaría cualquier cosa antes de entender que estaba pidiendo su número telefónico.
—...Tu número...— dijo avergonzado, como si ese par de palabras fueran de las más difíciles de decir.
Era la primera vez que pedía un número telefónico, nunca pensó que lo haría y mucho menos a una chica, siempre era al revés.
Trataba de calmar sus pensamientos en que solo lo hacía porque era algo que tenía que, estaba obligado, solo eso.
La vió cambiar su expresión, la confusión había sido reemplazada por evidente sorpresa. Estaba por sonreír ante lo gracioso que le resultaban esos gestos hasta que la escucho reír, una risa sarcástica que no supo interpretar, ¿acaso se estaba burlando de él?.
—¿Qué?, ¿es una broma cierto?, ¿en dónde están las cámaras?— dijo Tenten con diversión.
El castaño la miró fastidiado, ¿cómo se atrevía a alargar aquel momento vergonzoso para él?.
—Esta bien, no tienes porque hacerlo, debí pensarlo mejor, no te molestaré más.— dijo con cansancio, era mejor rendirse, pensando que aquello había sido una mala idea en primer lugar.
Su decepción desapareció abruptamente cuando sintió el roce cálido de sus pequeños dedos sobre los suyos, la misma sensación que tenía cuando las unían mientras practicaban las clases de baile. La miró con ligera sorpresa que pudo disimular perfectamente. Ella parecía estar alarmada y expectante.
—¡Oye espera!, solo me tomaste desprevenida, quiero decir, siendo tú nadie lo esperaría.— explicó alarmada al ver que estaba a punto de guardar su teléfono.
Neji observó como ella aún no lo soltaba, produciendo aquel cosquilleo del que aún no se acostumbraba pero que podía aceptar le gustaba, aquel que se extendía por todo su cuerpo y que consecutivamente le produjo un ligero sonrojo que se podía apreciar si estaba lo suficientemente cerca. Tenten vió lo extraño que estaba actuando, en especial por ese color en sus mejillas, pensando en que se veía sumamente lindo e inocente, como si estuviera viendo a un Neji infante, se preguntó cómo habría sido de pequeño, debió ser un ser hermoso, estaba segura.
Guío su mirada a la misma dirección que el estaba observando, cayendo en cuenta que lo había tocado sin pensarlo, no era lo mismo al toque que tenían en las clases, así que lo soltó rápidamente.
—Y-yo me d-disculpo Neji, no e-era mi intención incomodarte.— la vergüenza era evidente—. Esta caluroso el día, ¿no?— preguntó para salir de ese silencio incómodo que se había formado en ambos.
—Supongo...
—...
—...
—...
—Bien, escríbelo.— ordenó Neji cansado de toda esa situación, tratando de bajar la vergüenza que sentía en ese momento.
—Oh si...aunque aún me resulta extraño, no somos ni seremos amigos, tú lo dijiste, ¿entonces por qué ahora me pides mi número de teléfono?
—No te equivoques, solo es para saber sobre tu recuperación con la lesión que te provoqué, creo que sí yo tuve la culpa y pagaré por ello, tengo que estar al pendiente de que todo esté bien.— dijo tratando de callar las voces internas que últimamente estaban más molestas de lo usual.
