Suspiros y más suspiros, eran de las acciones que más realizaban sus pulmones últimamente. En esta ocasión era a causa del cansancio, su día había sido muy agotador basándose solo en la escuela y la compañía de su familia. Su padre lo había estado mandando por todos lados, todo para que en un futuro pudiera manejar la empresa a lado de su hermano mayor. Agradecía que por fin había terminado, lo único que le alegraba de todo eso era ser recibido con una sonrisa de cierta chica castaña como siempre, era lo único que necesitaba para poder sentirse bien de nuevo, sonrió ante ese pensamiento.
Pensamiento que se esfumó en cuanto llegó, miró a su alrededor y nada, ninguna señal de ella, supuso que estaría acompañando a su madre, así que sin más, se apresuró a entrar esperando recibir la sonrisa que tanto anelaba ver, pero todo seguía en silencio, algo bastante extraño.
Se dirigió a la cocina y solo vió a a un par de empleadas acompañando a su madre, quién le sonrió en cuanto notó su presencia, pero Mikoto no recibió respuesta por el gesto, en lugar de eso Sasuke solo se limitaba a ver discretamente por el lugar, esperando a que la chica saliera de algún lado...
—Tenten no se encuentra ahora querido.— dijo Mikoto percatándose de lo que pasaba.
Sasuke la miró interrogante, ¿cómo que había salido?, no es que la tuviera encerrada pero le extrañaba que saliera sin su compañía como casi siempre solía hacerlo o que siquiera se hubiera tomado el tiempo de avisarle. Además, ese día no trabajaba, la tienda ni siquiera había sido abierta, se preguntaba a dónde es que había ido, le preocupaba que estuviera sola. Y así, otro suspiro salió de sus labios, ahora con el objetivo de calmarse.
—¿Salió con sus amigas?— Mikoto negó con un movimiento suave—. ¿Sola?.
La mujer estaba dispuesta a contarle, tarde o temprano Sasuke lo sabría, además, solo era un amigo y él no tenía derecho a prohibirle con quién o no relacionarse, pero el sonar de un celular llamó la atención de ambos. Sasuke miró su pantalla, y como si hubiera olvidado todo su cansancio, salió nuevamente, dejando a su madre confundida.
Tomó nuevamente su auto y salió con dirección a la tienda de cómics. El mensaje era de Tenten, en el cual le pedía el favor de pasar por ella en ese lugar, le resultó extraño pero de inmediato tomó su auto y se dirigió al sitio.
En cuanto llegó notó que la castaña ya se encontraba ahí, pero no estaba sola, Temari y su hermano menor, Kankuro, se encontraban acompañándola.
Le molestó ver que el chico le sonreía muy alegremente a su amiga, pero después de unos segundos le restó importancia mientras más preguntas saltaban en su cabeza...¿qué hacía Tenten con Temari?, ¿acaso la rubia se había atrevido a hablar con ella para obtener información?, negó, Temari no era tan chismosa como para hacer eso, no era Naruto, pero seguía sin entender nada.
Se mantuvo escondido en silencio, no sabía cuál era la situación del asunto, pero si Tenten no había dejado que la llevaran hasta la mansión Uchiha era porque no sabía que Temari estaba enterada de su secreto.
Vió como Tenten les sonreía a ambos mientras les agradecía por su atención y amabilidad.
—Lamento que Gaara no haya podido acompañarte como debía ser.— dijo Temari con una mueca dibujada en el rostro.
—Esta bien, entiendo que la exposición fue tan buena que tuvo que quedarse más tiempo, en realidad me alegro mucho por él.— dijo Tenten recordando cómo Gaara la miraba desanimado por tener que despedirse y no poder llevarla a casa, ella el sonrió muy animada, haciéndole saber que no estaba molesta.
—Ya veo, pero, ¿estás segura que estarás bien?, ¿no quieres que te acompañemos hasta que lleguen por tí?— preguntó Temari un poco preocupada.
