Narra Paulo
-Tío- dijo Dolo cuando me vio en ese estado y me abrazó
-La volvieron a operar Dolo- dije y ella seguía abrazándome
-Ey, que pasó? Ayer estaba bien- dijo Wanda apareciendo con dos valijas.
-No sé, estábamos hablando y de la nada empezó a sangrar y la tuvieron que volver a llevar a cirugía, creen que era una hemorragia que no habían visto- dije y la rubia asintió
-Justo los iba a llamar, me tengo que volver a casa, pero si me necesitan arreglo unas cosas allá- dijo y negué
-Está bien, gracias en serio, sabes que a veces peleamos, pero gracias en serio Wanda- dije y me abrazó
-Cualquier cosa que necesiten me llaman, chau bebé, te portaste de 10- dijo saludando a Gio- chau Pau, muchas fuerzas y vas a ver que todo va a salir bien, Antonella es de las mujeres más fuertes que conozco, y va a salir de estas como salió de muchas- dijo la rubia y se fue.
-Dolo, me voy a bañar y quiero acostarme un rato con el gordo, me lo cuidas un ratito porfa- dije a lo que mi sobrina asintió
-Si tío, pasame al gordito que yo te lo cuido- dijo Dolo y yo le pasé mi hijo.
Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación, me tome una ducha y después baje a buscar a mi hijo que ya se estaba durmiendo.
-Querés dormir con papi gigi- dije y mi sobrina me dio la mamadera con leche tibia.
-Ya se estaba durmiendo, yo voy a hablar con la abu para preguntar cómo está todo allá- dijo Dolo a lo que asentí
-Tío- dijo Lauti cuando entró a la cocina y me abrazó- todo va estar bien, todos sabemos lo fuerte que es Antonella- dijo y asentí secando mis lagrimas.
Subí con Gio a mi pieza y lo acosté a mi lado dándole su mamadera y acurrucándolo a mí lo máximo posible. Cuando mi pequeño se durmió, le coloqué su chupete y me abracé a él y ya no pude contener mas las lagrimas.
Narra Antonella
-Hijita por favor, despertate, Gio te necesita, nosotros te necesitamos, Paulo te necesita- dijo mi papá y fue su cara la primera que vi al despertar.
-Pa- susurré y el levantó la vista y se sorprendió al verme
-Se despertó- dijo mi papá llamando a los médicos.
A los pocos minutos tenia a unos 4 o 5 médicos a mi alrededor y mi hermana y papá en el sillón viendo como me revisaban.
-Usted es una mujer muy fuerte- dijo la doctora y asentí
-En mi casa tengo una hermosa razón que depende de mí y necesita que este bien- dije recordando a mi gordito.