Dos meses más tarde
Narra Antonella
-Ves que ya como que se para, hace fuerza con sus piernitas- dije mientras mi bebe se apoyaba en mis piernas.
Hace dos meses que me vine a Turín, encontré un departamento cómodo y todo es mejor acá, puedo trabajar, tengo a Ali cerca, es más fácil para todos. Constantemente nos vemos con Ali y en ocasiones Dolo y Lauti, mas de una vez intente hablar con Paulo pero nunca las palabras salen de mi boca. Ahora estamos con Ali en una plaza mientras le muestro como su nieto ya hace fuerza con sus gambitas.
-Mamá?- preguntó una voz conocida y nos dimos cuenta- que haces acá?- preguntó Paulo
-Paulo, vos que haces acá?- preguntó Ali
-Antonella?- me pregunto
-Hola Paulo- dije
-Vine a dar a una vuelta con Anto y su bebé- dijo Alicia
-Qué hermoso nene tenes- dijo Paulo
-Gracias, se llama Giovanni- mi voz era casi inaudible
-Hola hermoso- le dijo y mi gordo empezó a moverse y tirar sus bracitos hacia él- lo puedo agarrar?- preguntó y le pase a nuestro hijo
-Viste que hermoso el gordo- dijo Ali
-Es muy lindo, mira estas gambitas- dijo haciendo referencia a las piernas de mi bebote- felicitaciones
-Gracias- dije en un susurro
-El papá?- preguntó, este pibe es estúpido o no sabe contar.
-No está- dije mirándolo fijamente
-Uy lo que se debe perder, tiene cara de ser un santo- dijo y reí
-No te creas eh, parece santito pero es bastante inquieto, igual estoy feliz, es sanito, hermoso, y lo amo, es mi mundo, mi motor- dije mirándolo
-Te querés quedar con nosotras?- preguntó Alicia
-Bueno, la verdad que el peque este me enamoró- dijo y vi como Gio se acomodo en sus brazos- como es el nombre completo?
-Giovanni Santino Cavalieri- dije con un nudo en el garganta
-Ah un forro el padre, ni el apellido le dio- dijo y las lágrimas se empezaban a asomar.
-No lo culpo- dije con la voz entrecortada
-Por qué? Poco hombre es el que no se hace cargo de un hijo- dijo y baje la mirada- perdón Anto si te hice sentir mal, pero muy hombre no debe ser- dijo
-Prefiero no hablar de eso- dije mientras veía como Gio jugaba con el reloj de Paulo
-Te gusta el reloj bebote? Si querés te regalo uno- dijo y reímos
-Cuidado que no te muerda que esta a full con los dientes que le están saliendo- dije al ver como mi bebe baboseaba su brazo
-Cuanto tiene?- preguntó
-Seis meses- dije al ver si se daba cuenta de algo por sí solo, pero nada.
Dios Paulo, espero que nuestro hijo sea más inteligente.
