XI
Mi sonrisa de desvaneció.
—¿Estás enojado conmigo?
—No.
—¿Entonces por qué rechazas mi abrazo de esa forma?
—Las parejas deben confiar entre sí...
—Y yo confío mucho en ti, ¿Tú no confías en mí?
—Confías en alguien que no te cuenta lo que es y todo lo que hace —miró a otro lado.
De sobra sabía que él no era de esos que podían hablar de su vida con todo mundo, se notaba que no estaba acostumbrado a conversar con otras personas y que era un ser de pocas palabras, sumando que tenía ese problema de memoria. Y aún así, yo quería estar a su lado y confiaba en él. No veía malicia en su persona y menos de él hacia mí.
Sus acciones me decían que yo empezaba a ser importante para él.
Que se abriera conmigo solo sería cuestión de tiempo.
—Pero no me molesta que por ahora no me cuentes tus cosas, todo lleva tiempo y si para ti es difícil decirme lo que te sucede, ya llegará el momento en el que lo puedas decir. Y cuando ese día llegue yo te voy a escuchar porque para eso estoy —agarré su mano—. Te puedes apoyar en mí siempre que lo necesites. No te voy a presionar para que me cuentes todo de ti y tampoco te voy a juzgar porque te quiero.
Me miró con esa típica expresión seria.
—¿No has dejado de sentir amor por mí a pesar de mis acciones?
—No —levanté los hombros y le sonreí.
—Pero algún día vas a huir despavorido de mi lado.
Tal vez Ego se mostraba inseguro debido a que no estaba acostumbrado a tener cercanía con otras personas y seguramente yo era la primera persona que le mostraba otro tipo de afecto.
Era normal sentirse inseguro. En ese aspecto yo me sentía de la misma forma, me daba miedo perder a alguien a quien quería conservar, pues él también era la primera persona que me daba cariño como pareja.—No me iré, aquí estaré a tu lado porque ahora tú eres mi hogar —le di un beso en la mejilla—. Iré a darme un baño —me alejé.
Aún después de estar dentro de la relajante agua caliente, el dolor en mi cuello permanecía. Tal vez se debía a la caída que había tenido y que no recordaba en lo absoluto.
Me arreglé para ir a la escuela.
Cuando bajé a desayunar algo, vi que Rose estaba acomodando carne en uno de los refrigeradores. Al poder comprar tanta carne se notaba que a ellos les sobraba el dinero. Mi abuela no compraba muy seguido solo en ocasiones especiales.
—Buenos días —agarré una manzana—. ¿Qué es toda esa carne?
—La conseguí en el evento de ayer —sonrió, al parecer, con mucha emoción—. Debiste ver todo, desde niños hasta jóvenes gritando muy emocionados —soltó un suspiro—. Fue un gran espectáculo.
—Me alegra que te hayas divertido —le di un mordisco a la jugosa fruta—. Y esa carne debe ser muy fina ya que la comida siempre te queda muy rica.
—No es tan fina pero intenté buscar a los más jóvenes.
—¿A los más jóvenes? ¿Hablas de borregos? ¿Sabes de carnes?
—Mucho —de nuevo su sonrisa en conjunto con esa mirada fija, formaban una expresión macabra.
—Hem —pasé bocado—, comeré cereal.
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Blood and love~ DaeJae
FantasyYoungJae, camina malherido dentro del sombrío bosque, apenas puede sostenerse por el dolor en su cuerpo. Luego de creer que moriría en medio de ese solitario bosque, logra dar con una mansión aparentemente abandonada, decide entrar para protegerse d...