IV
Al pasar dos semanas viviendo con ellos, ya empezaba a conocer un poco a cada uno:
Rose: Él era el que tomaba el liderazgo, todos hacían lo que él pedía, también se ocupaba de la cocina; la comida le quedaba riquísima y le encantaba ser halagado. Hablaba mucho sobre él, de lo importante y valioso que era, pero a pesar de ello, siempre se dirigía a mí con amabilidad y se preocupaba mucho por mi bienestar.
Blue: Él se encargaba de la limpieza de sol a sol, no paraba y al parecer disfrutaba hacerlo como parte de su rutina porque nadie se lo pedía. Era un chico muy amable, atento y tranquilo. Yo pasaba gran parte del día con él, me gustaba estar a su lado sin importar que no existía el mínimo contacto físico entre nosotros.
Matrix: Él no hacía gran cosa en la casa, le gustaba hacer ejercicio; todas las mañanas salía a correr y en la casa también hacía rutinas para luego encerrarse por horas en su habitación. Intentaba hablar con él pero a veces me ignoraba o me respondía de forma grosera, solo era “amable” conmigo en el comedor.
Noir: Él no salía de su habitación más que a comer y en la mesa era el único lugar en donde lo escuchaba hablar. Tampoco hablábamos mucho.
Ego: Él casi no estaba en la casa durante el día pero cuando nos encontrábamos en cualquier parte de la casa, miraba mi cuerpo con insistencia. Cuando me acercaba a él para hablar siempre me ponía en modo torpe y sin querer lo molestaba.
Deseaba convivir más con Matrix y Noir, y poder hablar de forma natural con Ego.
Algo extraño en ellos era que no me miraban a los ojos, solo Rose, con el resto no tenía contacto visual, suponía que se debía a que todos eran serios o tímidos y como Rose era el más extrovertido a él no le daba pena mirarme a los ojos.
Y todos los días vestían igual, casi siempre, parecía que tenían muchos conjuntos iguales en su guardarropa. También tenían cosas antiguas sacadas de algún museo o conservadas de los años 50. A veces usaban palabras raras, hablaban con formalidad y se comportaban como señores a pesar de verse igual de jóvenes que yo.
Eran chicos muy peculiares.
Me agradaban y por ello ya no iba a cuestionar nada que no me quisieran contar tal como Ego me lo había dictado en las reglas.~
Era un nuevo día despertando en esa mansión.
Me asomé por la ventana; vi que Blue estaba tendiendo ropa a un costado de la casa. Matrix también estaba en el exterior trotando por los alrededores.Bajé para ir a ayudar con la ropa.
—Buenos días —le dije primero.
—Buen día —siguió tendiendo sus camisas blancas. De hecho todo era blanco.
—¿Puedo ayudarte?
—Claro —señaló una cesta de ropa—, es la última.
Era muy temprano como para lavar ropa pero me llenaba de energía poder ayudarle en lo que sea.
De repente, llegó una ráfaga de viento a nosotros, nos despeinó, hizo mover toda la ropa y los árboles se movieron como locos.
Miré al cielo, iba a llover tan temprano.
Cuando bajé la mirada vi que Blue se estaba cubriendo la nariz.—¿Estás bien? —pregunté.
—S-sí.
También vi que Matrix dejó de trotar, estaba parado a poca distancia de nosotros.
—M-mejor entra a la casa. El viento se hará más intenso y no estás bien abrigado.
Obedecí a Blue porque tenía razón, había salido con ropa muy ligera para ese tipo de clima.
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Blood and love~ DaeJae
FantasiYoungJae, camina malherido dentro del sombrío bosque, apenas puede sostenerse por el dolor en su cuerpo. Luego de creer que moriría en medio de ese solitario bosque, logra dar con una mansión aparentemente abandonada, decide entrar para protegerse d...