SEGURO

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XVIII
 

Lo primero que me enseñó la señora YooSun (mamá de Dye) fue a envolver los pastelitos en las cajas para ayudarle con los pedidos que ya tenía hechos. Y poco a poco me enseñaría a prepararlos para tener el sabor único que tanto le gustaba a sus clientes.
 
Me gustaba trabajar con ella y estar en su casa, hacía cómoda mi estancia ahí.
 

Una vez ella me había dicho que nosotros solo podíamos estar con ellos si existía amor de verdad y mi caso era igual al suyo. Pero ella hasta había hecho una familia, no le molestaba comer a su lado e incluso cocinaba la comida que el señor Siwon consumía.
 
—¿Cómo le hizo? —Pregunté mientras terminaba de ponerle estrellitas a los cupcakes.
 
Ella me miró, pareció no entender a qué me refería.
 
—Hablo del cómo aceptar por completo lo que es la persona a la que ama —dejé las estrellitas—. Quiero decir... Verá, el señor Siwon no es humano y usted sí, entonces sabe que el tema de la carne humana es complicado.
 
—Oh, bueno —también dejó de hacer sus cosas—. Te será difícil verlo comer, a mí me costó años, y al igual que ustedes dos, nosotros no comíamos juntos hasta que nació JaeBum.
Yo no podía mantener relaciones con Ego porque mi cuerpo podría salir lastimado e incluso causarme la muerte.
 
—¿Resultó fácil procrear?.... P-perdón si soy un entrometido pero, bueno, me refiero a...
 
—Para nada —respondió, al parecer muy tranquila—. Los demonios son capaces de controlar su fuerza y temperatura, les lleva tiempo pero lo consiguen.
 
En ese momento pensé que entonces era posible intimar con Ego.
 
—Ya veo, es una fortuna que no haya tenido complicaciones y que JaeBum pudiera nacer.
 
—Aunque para algunas personas podría parecer aberrante, cuando JaeBum nació para mí fue un preciado regalo al que tengo que proteger del resto, y en ese entonces entendí que mi JaeBum y yo pertenecemos a una vida con un ser como Siwon, él me da y hace todo por mí, pensé que el estar a su lado durante el resto de mi vida y ayudarlo con la comida era lo mínimo que le podría ofrecer esta humana débil.
 
Tal como ella lo decía, para otros humanos podría parecer aberrante estar con un demonio y hacer familia con un ser así, pero ella era muy feliz y se le veía.
 
—Creo que también puedo intentar hacer algo con la comida.

Se acercó a mí:
—Quizá no puedas pero aún así encontraras la manera de soportar —sonrió de una forma que me transmitió calidez—, justo como ahora que estás aquí pero dormirás a su lado. A pesar de todo, no piensas dejarlo ¿Verdad? —afirmé con la cabeza—. Eso prueba que también lo amas mucho, de lo contrario, al saber lo que es, te habrías ido para no volver —hizo una caricia en mi mejilla y luego continúo haciendo su trabajo.
 
—Espero que suceda porque en serio no quiero dejarlo —sonreí y yo también continué con el decorado.
 
Durante el día, el señor Siwon estaba presente pero ausente a la vez. Él permanecía en su hogar pero sin involucrarse con el trabajo de su esposa y menos conmigo. No me sentía como presa.

Ego pasó por mí hasta las 8:30 de la noche.
 
Entré al auto antes que él bajara, pues anteriormente había dicho que la mamá de Dye se le antojaba y ya entendía a qué se refería. No quería problemas con Dye y su padre.
 
—¡Hola!
 
—Hola.
 
Me acerqué a él, abracé su brazo, recargué mi cabeza en su hombro y la froté como un gatito.
 
—Te extrañé mucho, mucho.
 
—Y yo a ti, YoungJae.
 
Sentí su mano sobre mi cabeza habiéndome caricias.
 
Lo solté para dejarlo conducir.
 
—¿Te fue bien en esa casa?
 
—Sí. Muy bien.
 
No hablé durante el camino para que no ocurriera otro accidente como aquel del tráiler.
 
Hacía mucho frío y la neblina estaba presente por todo el bosque. Por fortuna el cuerpo de Ego era muy cálido y yo no pasaría frío en la cama
 
Llegamos a la mansión. Ambos bajamos del auto de Blue.
 
—¿Ya comiste? —Preguntó.
 
—Sí. Ahora solo subiré a darme un baño.
 
Ellos ya habían cenado y no me quería enterar qué.
 
Ego me acompañó a la tina, se quedó sentado afuera de esta a petición mía.
 
—Escuché que ustedes sí pueden controlar su fuerza y calor al momento de tener sexo —empecé a jugar con la espuma del agua.
 
—No todos podemos.
 
—¿Y si lo intentas? —seguí mirando hacia el agua.
 
—No sé cómo. Noir y Matrix no pueden hacerlo, ellos tienen mucha lujuria, y por culpa de Rose yo también la tengo.
 
—Pero a diferencia de ellos tú sí puedes estar todo el día sin tener sexo, ¿No? —al no obtener respuesta lo miré—...O si no es conmigo, ¿Con quién lo haces?—Entrecerré los ojos.
 
—Con nadie. Quisiera hacerlo contigo pero eso sería lastimarte y no deseo verte mal.
 
Sonreí aliviado.
—Por eso te digo que podrías intentar aprender a controlarte. Tal vez el señor Siwon te quiera ayudar.
 
—Le preguntaré —se levantó—. Date prisa, el clima es muy frío para ti —caminó hacia la puerta—. Te esperaré afuera.
 
Como el agua estaba muy caliente no quería salir pero si tardaba más solo conseguiría enfermarme, así que le hice caso y me apresuré.
 
Antes de ir a dormir le pedí quedarnos un momento frente a la chimenea porque el frío me estaba congelando hasta los pensamientos. Me dio su saco para cubrirme además de la cobija que tenía en mis piernas.
Se portaba tan lindo conmigo que era difícil creer que fuera un demonio.
 
—Subamos a la cama.
 
—No me quiero m-mover.
 
—¿Te cargo?
 
Afirmé con timidez. Y como si yo fuese una pluma, me cargó con todo y cobija para llevarme al piso de arriba. Me puso en nuestra cama y se encargó de no dejar ningún hueco entre las cortinas para que no se pudiera filtrar el frío.
 
Se acostó a mi lado y solo así me sentía muy cómodo bajo sus brazos.
 
° ° °
 
Desperté un día más en esa enorme mansión.
 
—Buen día —dije.
 
—Buen día. Son las 8, nosotros ya comimos, te esperaré abajo.
 
—Síp.
 
Me arreglé para ir a trabajar, que realmente no era un trabajo estar ahí.
 
Al bajar las escaleras, vi a Blue limpiando el barandal.
 
—Buenos días —Le dije.
 
—Hola —dejó de pasar la esponja por el barandal y me miró —. ¿Ya no quieres que me acerque a ti? Aunque soy así, yo tampoco te haría daño.
 
—No, no es eso —le sonreí—. Lo que pasa es que es difícil para mí sentarme a comer con todos ustedes, además ahora estaré trabajando con la mamá  de Dye todo el día.
 
—Creí que ya no nos querías cerca.
 
—Confío en ti, somos amigos, ¿No?
 
Afirmó con la cabeza y la vez mostró una leve sonrisa.
 
—Lo somos.
 
—Vale.
 
—YoungJae. —Ego me habló.
 
—Ya me tengo que ir, nos vemos, Blue.
 
Empecé a bajar, al llegar abajo, Rose se acercó a nosotros. 
 
—El próximo viernes es la fiesta y como te dije no eres bienvenido a menos que quieras ser un postre.
 
Me aferré al brazo de Ego.
 
—E-está bien, esa noche no vendré.
 
—¿Y en dónde dormirás? —preguntó, Blue.
 
—YoungJae estará bien, yo me encargo —Les dijo Ego y me llevó al garage. Subimos al auto de Blue.
 
Me daba escalofríos el solo pensar que Rose no iba a cancelar su fiesta. Me sentía mal por su nueva presa que tenía por ahí.
 
—Le pediré permiso a la señora YooSun para quedarme el próximo viernes en su casa.
 
—No. Yo te daré dinero para que duermas en otro lugar.
 
—¿Un hotel?
 
—Sí. Busca uno que te ofrezca lujos.
 
—Mm, tiene mucho que no veo a Amber, quizá ella me reciba en su casa.
 
—¿Por qué no quieres dormir en un hotel? Si es por el dinero, yo te daré.
 
—Es que —miré hacia el paisaje de árboles—… Es solitario. No quiero dormir solo —hice una mueca—. ¿En verdad no te puedes acercar a ningún humano?
 
—Solo estoy acostumbrado a tu olor.
 
Si solo le gustaba mi olor y no podía respirar cerca de los humanos, había algo que podía intentar hacer.
 

Blood and love~ DaeJae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora