INTENTARLO

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XIII


Ya habían pasado un par de semanas, tiempo en el que nuestra relación seguía sin ser descubierta, pues, Dye, no le había contado a Rose de lo nuestro pero sí le había dicho que mi novio era un chico de la escuela. Rose solo me dijo que estaba bien experimentar el amor "antes de".

Y bueno, después de haber hecho algo íntimo con Ego, él estaba actuando un poco extraño, cuando hablaba conmigo giraba o agachaba la cabeza como si no quisiera que lo viera o como si se sintiera incómodo.
Y no se acercaba a mí cuando los demás rondaban por la casa.

Parecía que teníamos una relación solo en momentos privados. Eso no me ponía contento pero tampoco le quería ocasionar problemas.

Me estaba peinando frente al gran espejo cuando Ego entró a saludarme.

—¿Qué haces?

—Arreglo mi pelo frente al espejo —le sonreí.

—¿Ahí puedes ver tu apariencia?

—Sí.

—¿Cómo soy?

—Muy guapo —sonreí.

—¿Cómo son mis rasgos?

—Pues como se ven en el reflejo.

—¿Y cómo se ven?

—Ego, justo ahora te estás viendo —dije con una pequeña risa sobre mis labios, mientras seguía acomodando mi rebelde pelo.

—¿Cómo es mi rostro?

Dejé de peinarme y empecé a contemplar su cara.

—Tienes ojos grandes, un lindo lunar bajo uno de ellos, tus labios son gruesos pero muy suaves siempre que los beso —empecé a ponerme tímido—... Ego, ¿Por qué me haces decir esto? ¿Quieres escuchar que cada uno de tus rasgos son perfectos? —pude ver que mi cara se puso roja—, pues sí, lo son —sonreí—. ¿Feliz?

—Creí que mi apariencia era desagradable, lo que menos quiero es incomodarte con mi apariencia.

Bajé mis brazos y lo miré sin comprender.

—¿Qué?

—Hace días Rose me dijo que le contaste a Dye que solo soportas mi apariencia porque somos familia.

Ya podía entender porqué agachaba la cabeza. Y realmente era una tontería.

—Yo nunca he dicho eso y jamás diría algo así.

—¿Dye lo inventó?

—Sí. Y es muy molesto que lo haya dicho —dejé el cepillo y puse ambas manos en su rostro—. A mí me gustas mucho, créeme cuando digo que eres guapo, que me gustas y que me encanta verte —sonreí—, así que no agaches la cabeza, siempre mírame de frente ¿Vale?

—Está bien —agarró mis manos, las juntó y plasmó un beso en ellas.

—Por un momento creí que no te había gustado lo que hicimos y que por eso te sentías incómodo conmigo.

—Me gustó mucho hacerlo.

—Espero que se repita.

Solo se me quedó viendo fijamente.

—¿Y tú? —tocó mi rostro con suavidad, sus yemas empezaron a pasar por mis mejillas y caminaron por mi nariz, ojos y labios—. ¿Cómo eres?

Desvanecí la sonrisa al escuchar esa pregunta, y no por la cuestión sino por el tono tan serio con el que preguntó.

¿Él no podía ver bien?

Blood and love~ DaeJae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora