Capítulo XX
Ego tenía una expresión como si estuviera avergonzado.
—¿Viste todo de mí?
—Sí. Conocí parte de tu vida.
—¿Es normal sentirme avergonzado?
—No tienes porqué.
—Bien. También quiero salir. —Me agarró de la mano y lo acompañé afuera con los demás.
Por fortuna no estaba aquel oso.
Ya todos se veían más tranquilos.
Exceptuando a Rose, el resto me miró como si nos acabáramos de conocer.
—Así que… Esa es tu apariencia —dijo Blue y sonrió—. Me gusta.
—Gra...
—Eres muy feo —comentó Matrix. A lo que recibió un golpe en la cabeza por parte de Noir.
—No mientas —me miró—, eres muy lindo.
—Gracias. —Sus halagos me ponían tímido—. Me acabo de enterar que ustedes no pueden ver el rostro de los humanos y me pone feliz que al menos en este momento les permitieran hacerlo para conocerme.
—Yo siempre te he visto —dijo Rose.
Eso explicaba cómo me había ayudado con mi arreglo cuando los demás no me decían nada sobre mi apariencia.
Blue hizo a un lado a Rose para acercarse a mí.
—Gracias por ser mi amigo —me agarró de ambas manos—. A ti nunca te comeré, voy a cuidarte y el dinero que tengo lo usaremos para ir a divertirnos y crear hermosos recuerdos —sonrió, pero su mirada se veía triste.
—Claro que sí —le sonreí—, verás que la vamos a pasar muy bien.
—Vale. A-ahora iré a sentarme por allá, lo necesito.
Los cuatro se alejaron para sentarse en el pasto, les di su espacio porque en serio lo necesitaban. Me quedé junto a Rose.
—Se ven diferentes, ¿Eso quiere decir que en este momento están siendo humanos?
—Tienen la apariencia que solían tener hace más de 100 años y por el efecto ahora mismo no tienen fuerza, ni apetito como los demonios...
—¿Entonces sí lo son?
—Que no, no son humanos, no tienen un olor tan delicioso como el tuyo. Solo es un efecto para que ellos pueden recordar su pasado. Ego sigue siendo Ego, ya que si en este momento solo fuera DaeHyun, él ni siquiera sabría quién eres.
Y si ese fuera el caso me sentiría muy triste.
—¿Y hasta cuándo me podrán ver?
—El efecto pasará en un par de minutos.
—¿No podrían prolongar el tiempo de ese efecto? —Quería convivir con ellos de forma normal si es que era cierto el no tener ese apetito de demonio.
—Es hora de irnos, iré a despedirme de Balam —Se fue sin responder a mi pregunta.
Volteé a ver a Ego, estaba de pie, con las manos en los bolsillos de su pantalón negro, mientras miraba a la nada del bosque. Tal vez todos sus antiguos recuerdos estaban presentes.
Cuando me miró, mostró su sonrisa.
Sentí un ataque en mi estómago y el corazón quería salir de mi pecho, mis mejillas se calentaron. Seguramente ya estaban del color del pelo de Rose.
Aún sin la apariencia de Ego, como humano normal él era bastante atractivo.
Con timidez me acerqué hasta él.
—¿Qué pasa?
—E-eres muy guapo.
—Las mujeres de antes no pensaban lo mismo —colocó su mano en mi cabeza—, gracias por el halago.
—No es nada —le sonreí—. Por cierto, al ver a esa mujer en tus recuerdos —empecé a jugar con las manos—, tú… ¿Sentiste algo?
—Molestia —Respondió rápido y sin titubear.
—¿No te enamoraste de mí porque de alguna manera veías a esa mujer?
—¿Qué dices? Ella no tiene nada que ver contigo.
—Entiendo.
Volvió a sonreír, se inclinó para acercarse a mi rostro y sin pasar el pulgar por mis labios, me dio un beso. Eran los mismos cálidos labios de siempre.
Luego del corto toque, se alejó y me miró con una sonrisa.
—Así que este es el rostro que pones cada que nos besamos —acarició mi mejilla, y una vez más, me besó.
Sentí cosquillas en el estómago porque me estaba besando de una manera muy diferente, más natural, más libre y por iniciativa. Seguía siendo Ego pero claramente DaeHyun estaba presente.
Deseaba pasar más tiempo con el humano que solía ser, aquel que ya no tenía dentro de él en la actualidad.
Todos acudimos al llamado de Rose.
Balam ya no se apareció por los alrededores.
Fuimos hacia la camioneta, los cuatro empezaron a mirarse en el reflejo de las ventanas ¿y cómo no? Si no se habían visto en años.
De regreso a casa todos iban muy callados y se entendía.
Durante el trayecto solo sentía las miradas de Ego que no dejaban de escanear mi persona y eso me ponía nervioso porque no sabía qué era lo que realmente opinaba del chico que era su novio.
Cuando llegamos a la mansión, Blue se quedó en la sala frente a la chimenea, Matrix y Noir subieron.
—Esta noche vamos a cenar todos juntos, espero verte en el comedor —Dijo Rose, dirigiéndose a mí—. Ah, y tienes 24 horas.
—¿Eh?
—Disfruta a DaeHyun —Empezó a subir las escaleras.
Si no estaba entendiendo mal, Rose había accedido a pedir que los dejaran con tal apariencia por más tiempo. Y si era honesto, me emocionaba la idea.
—Gracias, Rose.
No sabía si ya podía confiar en él pero al ayudarme quería decir que por el momento estaríamos en paz.
Miré a Ego y sonreí.
—¿Lo escuchaste?
—¿E-eh? —parpadeó un par de veces y cambió a otro lado la mirada que tenía sobre mí. De hecho se veía tímido.
—¿Por qué me miras tanto?
—Bueno, es que eres muy lindo, a-además pronto dejaré de ver tu rostro y sé que solo lo recordaré un par de días, después volveré a verte como antes.
Me acerqué hasta quedar a centímetros de él.
—Oh, siendo así, puedes mirar todo lo que gustes.
—¿No te molesta?
—No, es solo que me pones nervioso —lo abracé recargando mi barbilla en su hombro—. ¿Quieres que te deje a solas un rato?
—No, ahora que recordé a mi familia, lo que menos quiero es estar solo.
—Entonces, ¿Qué quieres hacer? —lo miré—, Tu apariencia no va a cambiar durante 24 horas y según lo que dijo Rose, ahora sí podrás comer y hacer cosas igual que yo.
—Entonces estas 24 horas hagamos lo que tú quieras.
—Hoy es domingo, no hay mucho que hacer en la mansión y es peligroso que estemos caminando en el bosque, así que... ¿Qué te parece si vamos a la ciudad?
—¿A la ciudad? ¿Quieres otro peluche de conejo?
—Nop, quiero un helado, te invito ¿Sí? —sonreí—, tengo dinero gracias a mi trabajo.
—Vamos pero yo pago, me sobra el dinero —lleva la mano a su boca y sonríe—, antes jamás hubiera dicho algo así. Lo siento, no es correcto.
—Ahora lo tienes, así que sí puedes presumirlo.
Me encantaba que se mostrara tímido o avergonzado por cosas simples como un humano normal.
Fuimos al garaje.
—¿Recuerdas cómo manejar?
—Sí. Recuerdo todo, la única diferencia es que ahora te puedo ver y me siento más ligero —se miró por el espejo retrovisor poniendo las manos sobre la cara—, incluso del rostro.
Me puse el cinturón de seguridad por cualquier cosa. Anteriormente en el accidente con el trailer, yo había sobrevivido gracias a Ego pero quizá como DaeHyun no tenía las mismas habilidades.
Y de hecho manejó despacio y con precaución no importando el tiempo.
Cuando llegamos a la ciudad le pedí que se pusiera el cubre boca antes de bajar. Dejó la camioneta en un estacionamiento y salimos a caminar por las calles céntricas.
—Huele delicioso.
—¿A humano?
—No —señala hacia un puesto—, es eso...
—Ah, son crepas…—Sonreí al confirmar que Ego tenía apetito de humano. Con más seguridad lo llevé hacia el lugar en donde vendían helados.
Él solo miraba a todas las personas que pasaban frente a nosotros.
—Hoy en día, tanto hombres como mujeres tienen rostros más atractivos que antes.
—Tú eres muy guapo, incluso si te hubiera conocido en esa época seguramente me gustarías ¿Crees que tú también te habrías fijado mí?
—No lo sé, en ese entonces tenía muchas preocupaciones en la cabeza y no recuerdo si alguna vez miré a otro hombre de forma romántica o sexual pero lo que sí sé es que necesitaba de alguien que me dijera todo estará bien y sé que tú lo habrías hecho.
—Mientras veía tu vida tenía muchas ganas de ir a abrazarte, y claro que lo habría hecho no importando si era o no correspondido.
Sonrió.
—Sin conocerte antes, me hiciste mucha falta.
Él a mí también me había hecho falta. Cuando vagaba por las calles viviendo el día a día como si fuera el último y tirándome a mi suerte, sí que necesitaba y anhelaba un soporte.
—Bueno, vamos por el helado ¿Sí?
Llegamos al lugar.
Yo pedí uno de galleta Oreo y él de chocolate con menta "choco menta" para probarlo.
Yo pagué porque él no traía puesto el sacó de Ego en donde siempre cargaba un fajo de billetes.
Salimos del lugar para ir en busca de un sitio más solitario.
Se quitó el cubre boca más que dispuesto a comer.
—¡Qué delicia! No recuerdo un sabor igual.
—No es tan bueno...
—¡Pero qué dices! Esto es muuy rico, ah, estos sabores son tan dulces y cremosos, en verdad es una delicia, supongo que así debes saber tú... lo siento, se me sale lo Ego.
—No creo saber así pero por si las dudas no lo vuelvas a pensar —reí—. ¿A dónde quieres ir?
—A caminar y después regresamos por más helado de mentachoco.
—Choco menta.
En el parque vimos una banca perfecta para sentarnos a terminar nuestro helado. Por ahí no pasaba mucha gente.
—Adelante. —Me dejó sentar primero.
—Gracias. ¿Siempre fuiste un caballero?
—Sí. Mi madre me dijo que siempre tratara bien a las mujeres y que fuera amable con las personas en general. Y si tú eres mi pareja debo tratarte aún mejor.
—Qué lindo eres.
—¿Quieres de mi helado?
Afirmó con la cabeza y le di en la boca. Sonrió al tener lo cremoso en la boca.
—Sabe bien, pero no es tan bueno como el mío.
—Tendríamos gustos muy distintos.
Seguimos comiendo nuestro helado en total silencio.
Su mirada no dejaba de ponerme nervioso.
—¿Qué pasa?
—Es que en serio eres muy lindo, y me siento afortunado de tener a un humano como tú a mi lado.
—Yo también soy afortunado por tener a Ego y al tener la oportunidad de disfrutar de DaeHyun aunque sea por un momento.
—Maldición, quiero besarte pero aquí hay muchas personas —agarró mi mano y plasmó un beso ahí—, no importa en lugar, con besar un poco de ti estoy bien.
—Ow, yo también quiero besarte. ¿Volvemos a casa?
—Sí. Rose dijo que tenemos que cenar todos.
Ya en la camioneta sin nadie a nuestro alrededor, nos besamos hasta que el hombre del estacionamiento pidió el tiket.
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Blood and love~ DaeJae
FantasíaYoungJae, camina malherido dentro del sombrío bosque, apenas puede sostenerse por el dolor en su cuerpo. Luego de creer que moriría en medio de ese solitario bosque, logra dar con una mansión aparentemente abandonada, decide entrar para protegerse d...