Blood and love~ DaeJae

ENTENDERTE

V

Me quedé pasmado luego de escuchar sus palabras.

—Ego —retrocedí con vergüenza—, e-eres bastante atrevido.

—YoungJae, ya está la comida —me habló Blue.

—Ya vooy —terminé de bajar dejando atrás a Ego con su atrevimiento. No tardó nada en alcanzarme.

Ya estábamos todos en el comedor.

—Buen provecho —dijo Rose.

La comida sabía tan deliciosa que incluso yo me concentraba en degustar cada bocado.
Ahora que sabía la razón de las miradas de Ego al comer, si es que yo le gustaba; ya podía sonreírle sin sentirme intrigado.

Y lo mismo hice durante la cena; No tenía una sonrisa de su parte pero lo entendía porque si me miraba y sonreía de esa forma al mismo tiempo, los demás sospecharían.

Terminamos de cenar, todos empezamos a levantarnos; como siempre, Ego, Matrix y Noir, se fueron primero.
Yo me quedé ayudando a Blue y a Rose a recoger todo.

Terminé de lavar los platos por voluntad propia. Me dolía mucho el cuello y la espalda, además tenía frío.

Al dirigirme a las escaleras, vi a Ego caminando rumbo a la puerta; Me apresuré a ir con él antes de que saliera.
Tenía algo que decirle, más bien, dejarle algo en claro.

—Ego.

—Dime.

—S-solo quiero que sepas que no soy un chico fácil.

—Eres una presa fácil.

—¿T-tú crees que soy fácil? —me sentí mal. Realmente no era la imagen que quería dar.

—¿De qué tipo de fácil hablas?

—Em, hablo de alguien que se deja llevar rápido o que corresponde a la primera caricia, o sea que soy una persona fácil de llevar.

—Eres una persona muy dulce. Por eso eres una presa fácil, eres débil y cualquiera de nosotros podría acorralarte.

Escuchar que para él era una persona dulce acababa de cambiar mi sentir.

—Ahh, ¿Tú te refieres a que soy un débil físicamente y es fácil ganarme?

—Sí.

—Bueno, al menos me alegra escuchar que no me ves como un fácil en otro sentido.

—Sube a dormir —salió de la casa a esas horas de la noche.

Ya no entendía absolutamente nada de su comportamiento.

—¿Se hace el desentendido? —solté un suspiro. Mejor subí a dormir.

Me costó mucho conciliar el sueño como todas las noches.

~

A la mañana siguiente, me despertó el sonido de la puerta.

Me levanté para ir a abrir, iba arrastrando los pies porque tenía mucho sueño, no había dormido bien. Abrí: Era Ego.

Verlo me hizo despertar por completo, como si me hubieran echado agua en la cara.

—Buenos días, he — dije todo avergonzado y acomodé mi pelo.

—Baja a desayunar, ya tengo hambre y Rose dijo que no podemos empezar sin ti. Te estamos esperando.

—Ah, perdón, vamos ya.