Destrúyeme; ꜱɪᴍʙᴀʀ

p r ó l o g o.

—Lo perdiste todo y a todos, no eres más que una sombra vagando sin rumbo —Ámbar observó su reflejo en aquel espejo de su tocador, el cual había sido confidente de todos sus pesares, pensamientos y planes —Mírate, incluso en tu propia casa no eres nadie, ya fuiste reemplazada —murmuró con un sentimiento insoportable oprimiendole el pecho, se sentía inestable, sentía la impotencia de haberlo perdido todo corriendo por sus venas

Todos se encontraban en el comedor compartiendo una agradable cena, y nadie se había percatado que faltaba la presencia de una rubia vestida de negro, ni siquiera su "abuelo" quién se encontraba tan entretenido por la descabellada historia de Luna que tan siquiera el solo nombre de "Ámbar" había pasado por su mente

En tanto la rubia se quebraba poco a poco frente a su espejo, observando como sus ojos se cristalizaban en tan solo instantes, haciendo un peculiar contraste con su azulado color, haciendolos parecer dos lagunas sin fondo, una lagrima se deslizó por la mejilla de Ámbar, seguido de la otra y así hasta que se volvió un mar de lágrimas, no emitía ningún sonido, solo se dedicaba a mirar su lamentable reflejo, observando como sus lagrimas limpiaban todo el maquillaje de su rostro, como sus lágrimas arrancaban esa máscara de dureza y frialdad dejando a la vista a una chica frágil y necesitada de afecto real

Apretó sus puños al escuchar las risas provenientes del comedor, todos los que se encontraban ahí la habían desmoronado poco a poco, y el que terminó por derrumbar ese muro fue él, aquel chico de la guitarra con su ridículo gorro y extrañas camisetas, aquel chico sin estilo y patético, aquel chico demasiado ingenuo y optimista, aquel chico que fue el único del que llegó a sentir lo más cerca al amor

Sin medir lo que hacía en un acto impulsivo golpeó con fuerza el espejo de su tocador quebrandolo al instante, clavando pequeños fragmentos de cristal en sus nudillos haciendo que de estos comenzara a brotar el espeso líquido carmesí, su mano tembló, pero no se sentía adolorida, incluso se atrevía a decir que se sentía un poco, solo un poco mejor.

¿Todos ellos la odiaban por ser mala? Pues bien, ella les iba a demostrar cuan mala podía ser, la Ámbar que habían visto antes no iba a ser nada comparado con esta versión, ella liberaría a los demonios que tenía encerrados en lo más profundo de su ser

Todos verían la peor versión de lo que aquella rubia de ojos ángelicales y alma rota podía hacer, sin importar que eso poco a poco la Destruyera.

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[Novela basada en la trama base de la serie, contiene contenido y lengüaje explícito para mayores de +18, pero si eres menor y aún así continúas leyendo es bajo tu propia responsabilidad].