《catorce》

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La razón y el corazón se detestan, uno se deja llevar y el otro actúa por conveniencia..❞

advertencia: +18

Ámbar.

Las ansias que tenía de sentir el cuerpo de Simón cesaron ante la imágen de Matteo frente a mi, lo que más me perturbaba era la mirada que me dedicaba, lucía decaído incluso algo perturbado por el hecho de vernos a Simón y a mi juntos.

—Matteo ¿Qué haces acá? —fue la primera duda que apareció en mi cabeza y que no dudé en soltar de manera directa, incluso había sonado algo insultante la manera en la que lo había dicho

—Buenas noches a ustedes también —saludó con la ácides de su sarcasmo siendo expulsado con toda la intensión, las facciones de su rostro aún seguían tensas y la manera en la que sostenía aquel ramo de rosas parecía que fuera a partir el tallo en dos

Simón lucía algo incómodo, pero esa incómodidad pasó a confusión debido a la actitud del italiano, solo esperaba que las cosas no se complicaran más de lo que ya estaban. Simón se límito en guardar silencio dejandome a mi dirigirme a Matteo

—Lo lamento ¿Qué tal estás? —traté de sonar lo más amigable que pude pero mi voz estaba bañada en incómodidad y desconcierto

—Muy bien, gracias —alzó sus cejas de manera irónica

—¿Qué te trae por aquí a esta hora? —alzó su ceja con confusión —Vives del otro lado del parque, así que dudo que haya sido algo de "paso"

Noté que se sentía atrapado, como si hubiera descubierto lo que había venido a hacer, y aunque a primeras instancias no lo había confirmado aún, si tenía mis sospechas.

—Vine a ver a Luna —confesó luego de unos segundos en silencio, como si hubiera pensado metículosamente su respuesta, o quizas solo era mi mente maniática por analizar cada situación que lo hacía ver de esa forma —Quería disculparme por lo que pasó

—¿Y qué pasó exáctamente? —arqueé mi ceja cruzandome de brazos teniendo una idea de hacia donde se dirigía esta conversación, y no me estaba gustando para nada.

—Ya sabes, me uní a tu equípo —se encogió de hombros

—¿Y eso representa un problema para tu relación con Luna? Es tu vida profesional, no tiene por qué incidir en lo que a ella le guste o no, que Luna sea una inmádura incapaz de aceptar que por primera vez algo no salió como quiso no quiere decir que vos tengas que ir a arrastrarte por su perdón —hablé demasiado rápido conteniendo el aire soltando todo como si ya lo hubiera pensado hace mucho, y quizás era así.

Ámbar... —la voz de Simón sonó con advertencia pero alcé una mano en su dirección callandolo

—Ni siquiera discutiré con vos respecto a eso, ya sabes lo que pienso —lo observé brevemente, este solo rodó los ojos mientras se giraba de brazos cruzados dandome la espalda, ya arreglaría cuentas con él por haberme girado los ojos de esa manera. Me giré de nuevo a Matteo para seguir descargando todo el enojo que sentía —Pero andá vos, corré detrás de Lunita otra vez a pedirle perdón por estar en el equípo de Ámbar y sus villanos —me giré abriendo la puerta de la entrada de mala gana para entrar a la mansión mientras escuchaba el sonido de pisadas venir caminando detrád de mi, ambos me seguían apresurados y en silencio.

Los ignoré a los dos, eran unos completos inútiles, estaban tan idiotizados con la imágen dulce, perfecta y adorable de Luna que no se daban cuenta que incluso era más caprichosa que nadie, Luna también era egoísta, oportunista y malagradecida, solo que con un par de lágrimas hacía que todos estuvieran a sus pies.

Destrúyeme; ꜱɪᴍʙᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora