《diecinueve》

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Distintas formas de actuar, iguales maneras de querer.

Que mejor manera de aligerar tanto drama que una fiesta llena de alcohol y adolescentes hormonados y frustrados emocionalmente

Aunque esta fuera un arma de doble filo, aún habían demasiadas tensiones partícularmente porque Luna y Ámbar tenían su enemistad más latente que núnca, divididas por inmensas diferencias y problematicas.

La idea de una fiesta había sido de Emilia, quién de manera imparcial había organizado el evento en su departamento invitando a todos los participantes de la competencia de patinaje que sería en menos de una semana, lo cual implicaba que el equípo del Roller estaba más que invitado

Estaba de más decir que Ámbar protestó ante aquella absurda idea pero en algo se parecían aquellas dos amigas, no obedecían a nadie así que sin importar los reclamos de la ojiazul, Emilia llevó a cabo la fiesta, afortunadamente el departamento de la rubia mexicana era lo suficientemente enorme para que tanta gente entrara sin ningún problema problema

Hasta ahora la fiesta había fluido con una inquietante tranquilidad, bueno, si con tranquilidad nos referimos a la música a un ensordecedor volumen, la mayoría de las personas estaban embriagadas, algunos quizas estaban profanando la habitación de Emilia con actos no aptos para menores sin embargo no había ningúna clase de conflictos

Por ahora...

Ámbar no era de aquellas que pasaban precisamente desapercibidas en algún lugar, de hechos era de ese tipo de chicas que llamaban la atención tan siquiera sin intentarlo, lucía totalmente deslumbrante

Una corta falda de cuero negro se ajustaba a su cintura abrazando sus delicadas curvas convirtiendose en una segunda piel, un top negro resaltaba su abdómen y hacía lucir su blanca piel como la más suave de las sedas y claro unas botas negras cubrían sus kilometricas piernas hasta sus muslos.

Cualquiera pensaría que alguién no puede verse bien con tanto negro encima pero ahí estaba Ámbar para probar que aquello no era cierto, solo aquella rubia podía lucir con tanto estilo aquel color, parecía una bomba, destellando sensualidad con cada paso que daba, las sombras oscuras que cubrían sus parpados hacían lucir una mirada cautivadora e hipnotizante, era fascinante el simple hecho de mirarla, era tan atrayente como el imán al metal.

En su mano sostenía un vaso rojo a rebosar de licor mientras movía sus caderas al ritmo de la música con su mano libre la pasaba sobre sus caderas y sus piernas, sus ojos se mantenían cerrados mientras disfrutaba de la manera en la que el alcohol recorría su sistema y adormecía sus sentidos, ella quería relajarse, olvidar que su corazón dolía cada vez que recordaba al méxicano que ponía de cabeza su vida.

Simón no podía dejar de observarla sin pensar; "Joder, me está volviendo loco", el castaño miraba a todos a su alrededor, aquellas personas quienes no íban acompañados de alguién no dejaban de mirar a Ámbar al igual que él

Otra vez aquellas extrañas sensaciones se apoderaban de él, celos ¿Por qué se sentía de aquella forma cuando se trataba de ella? Núnca se sintió así incluso cuando llegó a ser novio de Luna, eso le dejaba en claro que lo que sentía por Ámbar era más fuerte que lo que alguna vez había sentido por alguién.

Todos disfrutaban de la fiesta, incluso Simón, aunque no se sentía del todo en su elemento puesto que las fiestas y el alcohol no eran de su total agrado se sentía bien con saber que la presencia de Ámbar estaba cerca de él

-¿Puedes dejar de mirarla? -la voz de Luna lo hizo enfocarse en ella

-¿Mirar a quién? -se hizo el desentendido esperando que Luna lo olvidara y siguiera hablando sobre la competencia, pero no fue asi, Luna frunció su ceño cruzandose de brazos

Destrúyeme; ꜱɪᴍʙᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora