Recámara de Pilar...
Sergio: No sabes lo que te extrañe mi amor (se recostó a su lado) no quiero que estés enojada conmigo, ya paso todo amor.
Pilar: Para mi no paso Sergio.
Sergio: Olvidemos eso tocandola.
Pilar: Ser...Sergio no.
Sergio: Quiero pedirte perdón así, amándote (mientras besaba su cuello).
Pilar: Sergio, ahora no, me duele todo.
Sergio: Ahora si, porque tengo ganas de ti y eres mi mujer.
Pilar: Por favor, no (llorando).
Sergio se puso encima de ella mientras la besaba, su cuello, los senos, subió el camisón hasta la cintura y sacó la panty, todo groseramente, a su modo, lo que él quería, entro en ella y comenzó a moverse mientras besaba su cuello, Pilar solo lloraba, no podía hacer nada, así era siempre...
Sergio: Dime que me amas, dímelo!! (gritó).
Pilar: Te a....amo, por favor...ya!! Por favor.
Sergio acabo en ella y se recostó a su lado, Pilar se se levantó y fue al baño, entro y se puso a llorar desconsolada...
Pilar: Porque, porque (llorando) cuando terminara esto, prefiero morirme, morirmeee!! (cayendo al piso).
Cuando volvió a la cama Sergio ya estaba dormido, bajo a la cocina por agua...
Pilar: ¿Que haces aquí? ¿No puedes dormir?
Belén: No, tu tampoco por lo que veo.
Pilar: No.
Belén: Estuviste llorando.
Pilar: No, estoy bien.
Belén: Má, escuché por eso baje, siempre es igual.
Pilar: Ya terminará todo esto.
Belén: No mereces esto mami, tu no.
Pilar la abrazo...
Pasaron 2 días y esperaron que Sergio se fuera a trabajar, Pablo les mandaría un taxi a la hora acordada...
Sergio: ¿Y tu no irás al colegio?
Belén: No, no me siento bien.
Sergio: Excusas para no ir.
Belén: No son excusas.
Pilar: Paso la noche mal.
Sergio: Y tu la cubres.
Paula: Buenos días amiga, buenos días mi niña, hola (miró seria a Sergio).
Sergio: Tan temprano aquí, no tienes nada que hacer.
Paula: No vine a verte a ti.
Belén: ¿Quieres un café madrina?
Paula: Si gracias mi reina, porque me quedaré un buen rato (mirando a Sergio).
Sergio: Prefiero irme a trabajar, adiós.
Paula: Adiós querido.
Pilar: Adiós.
Rato después...
Belén: Mami, el taxi está en la puerta.
Paula: Vamos Pili.
Se fueron y subieron al taxi lo más rápido que podían, ese día la empleada no estaba, pues no iba todos los días...
En el taxi...
Paula: Ya deja de mirar a todos lados, no pasa nada, ya estás libre.
Pilar: Tengo miedo, me parece que aparecerá en cualquier momento.
Belén: Tranquila mamá, todo estará bien (se recostó en su hombro).
Cuando llegaron al departamento de Pablo, las manos de Pilar aún temblaban...
Pablo: Pilar, tranquila (la tomó de las manos) ya estas bien, ya no más, te prometo que no dejare que nadie más te haga daño.
Pilar no pudo contener su llanto y Pablo la abrazo...
Paula: Gracias por lo que haces por ellas Pablo, eres un ángel.
Belén: Eso mismo pensé, un ángel que apareció a salvarnos por fin después de muchos años.
Pablo: Las protegere y ya les conté porque preferí traerlas aquí, de este lugar nadie las hará irse ni siquiera la justicia, y aquí él jamás las encontrará.
Pilar: Gracias de verdad.
Pablo: Fuiste muy valiente Pili, se que no es fácil y que se siente mucho miedo, por eso muchas mujeres en tu situación se quedan con el agresor, por miedo.
Pilar: Lo hice por mi hija, ella no merece sufrir más.
Pablo: Y por ti, eres una mujer increíble, hermosa y se que puedes salir adelante.
Pilar lo miró y sonrió, jamás un hombre le había dicho palabras tan bonitas...
Pablo: Esta es su casa ahora, no tienen que pedirme permiso para nada.
Belén: Gracias Pablo.
Pablo: Se que no podrás ir al colegio pero ya hablé a la dirección de todo esto y podrás tener las clases por internet, así no perderás nada.
Belén: Ay gracias Pablo, gracias por preocuparte tanto por nosotras (lo abrazo).
Paula: Yo ya me voy, se que estarán muy bien y me voy feliz por ti amiga, por fin saliste de ese lugar.
Los días pasaron y Pilar y Belén se sentían mucho mejor, Pilar cocinaba y ordenaba la casa y Belén con sus clases en la computadora, ayudaba a su mamá, para ellas era una vida muy diferente que hacía mucho no teníamos.
Paula no había ido aún porque era mejor evitar sospechas y que Sergio la podría seguir.
Sergio estaba furioso de no saber nada de ellas, el día que llegó estaba desesperado, hizo la denuncia a la policía...
ESTÁS LEYENDO
Mi Salvador
Fiksi PenggemarElla una mujer hermosa, parece una guerrera, fuerte pero en realidad es sumisa, su vida no es lo que todos creen, el dolor se instaló ya hace años y no quiere irse. Él un doctor apasionado por su trabajo y por la vida, con un corazón enorme, un ánge...