Taehyung siempre sintió algo por Jungkook, aquel joven que hace latir su corazón desenfrenadamente cada vez que lo ve, siempre que puede se pierde en aquellos ojos color chocolate que poseen constelaciones completas, esos ojos que pueden atrapar el...
─Hola, buenas tardes, ¿qué van a ordenar?─ pregunta suavemente dejando ver esa sonrisa cuadrada tan característica de él.
─Buenas tardes, yo quiero solamente un café ─ dice Jungkook sonriendo.
─Si, yo también quiero lo mismo─ anuncia la mujer que lo acompaña, la cual luce un poco mayor─ Jeon sonríe mientras mira a Taehyung y no tiene ni la mínima idea de lo deprisa que el corazón de Kim late, no tiene idea de lo que su sonrisa rompe y vuelve a construir en cuestión de segundos. Desconoce los sentimientos de Taehyung hacia él, los desconoce a tal punto que le sonríe y sus ojos brillan pero no nota que el chico enfrente de él lo observa como si tuviera el cosmos en sus ojos, lo observa como si sería vida en medio de tanta muerte.
─En un momento su orden estará lista─ se aleja lentamente mientras le ruega a su pequeño y frágil corazón que se calme, que se calme porque ya no puede soportar aquél sentimiento que lo invade con solo verlo.
─Solo quieren dos tazas de café─ comenta Taehyung cuando llega a Jimin.
─Está bien cariño─ le responde mirándolo.
El turno de Kim en la cafeteria termina en ese momento así que se quita el uniforme, toma su mochila, se despide de Jimin y luego sale de aquél lugar a paso lento, dejando que el frío clima lo golpeé en el rostro. Su rutina nunca sale de lo habitual, se despierta temprano para ir a la preparatoria y luego va camino al trabajo en donde pasa el resto del día. Su vida es monótona y a veces hasta agotadora, pero tiene a Jimin y por lo menos todavía se tiene a él mismo, no completamente, pero se tiene. Y es consolador tenerse a él mismo al final del día, cuando su cuarto está sumergido en la completa oscuridad y silencio, un silencio tan profundo que puede sentir los propios latidos de su corazón, y Taehyung lo único que le pide al universo es no terminar de perder el rumbo de su vida.
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