The Truth Untold ~TaeKook/KookTae~

09. Felicidad absoluta

Es lunes y el reloj marca las 7:00 A.M. Taehyung debe ir a la preparatoria y luego al trabajo, para finalizar su día yendo a una cita a la cuál no quiere ir.
El fin de semana pasó demasiado rápido, ya que luego de discutir con su madre el viernes por la tarde, pasó los dos días restantes en su habitación, saliendo solo para poder comer e ir a su trabajo, el sábado al ver a Jeon acompañado por Yoongi su estado de ánimo decayó aún más pero él se repite a sí mismo que todo está bien.
La cabeza le duele y siente el cuerpo cansado, se levanta de su cama y se dirige al baño que se encuentra en su habitación, luego de cepillarse los dientes se mira al espejo y peina su cabello negro suavemente.

─Otro día lleno de mierda─ susurra antes de salir de allí.

Su vestimenta no es algo muy sorprendente, pantalones negros, una camisa blanca con algunos estampados, un abrigo contra el frío y unas zapatillas vans negras.
Monocromático, como él mismo.
Baja las escaleras y se encuentra a su madre en la cocina tomando un café.

─Buenos días mamá─ dice.

─Buenos días Taehyung─ su madre sonríe─ Hoy tienes una cita, ¿estás feliz?─ Taehyung la mira directo a los ojos, buscando una pizca de algo que le haga saber que su madre no lo dice solo para hacerlo sentir más miserable.

─Por supuesto─ responde mientras una sonrisa sarcástica se instala en su rostro─ Adiós, voy a desayunar en la preparatoria─ da media vuelta y sale de la cocina a paso lento y calmado, sin ganas de que su dolor de cabeza empeore aún más.

El camino a la preparatoria no es muy largo así que Taehyung lo disfruta, es su momento para poder pensar y aclarar su mente o caer más profundamente en el abismo de su alma.
La misma pregunta de siempre surge esa mañana también, "¿Qué estará haciendo Jungkook?" y como siempre, Taehyung no tiene respuesta. Pero intenta imaginar que Jeon está de camino hacia el mismo destino que él. 

Su celular suena en el bolsillo de su pantalón como la mayoría de las mañanas.

─Hola Taehyung─ Jimin casi siempre llama a su mejor amigo por las mañanas para saber cómo está y así poder hacerle compañía de alguna manera ya que él por las mañana suele desayunar solo en su casa para luego ir a trabajar, sí, Park Jimin es su propio jefe y no hay nada que lo haga sentir más orgulloso de sí mismo.

Bueno hay otras cosas que lo hacen sentir demasiado orgulloso también, pero no vienen al caso.

─Hola Mimin─ dice el menor con un tono de voz apagado.

─¿Qué ocurre en esa linda pero peligrosa cabeza cariño?─ el mayor no es imbecil, él sabe a la perfección que la mente de su querido amigo es un caos, es una oscura habitación fría y desolada de la que Taehyung siempre había deseado escapar pero al no poder, tristemente tuvo que aprender a sobrevivir en ella.

─Hoy tengo una cita con Lisa, Hyung─ Taehyung responde sintiendo que su mundo se torna más gris al paso de los minutos.

─Ve a tu cita bebé, prometo que si algo sale mal iré por ti─ Jimin trata de animarlo.─ ve a tu cita con esa chica y no hagas enojar a tus padres, Tae, solo no reclames─ Los ojos Jimin comienzan a picar mientras esas palabras salen de su boca, él sabe que está dándole a Taehyung un boleto directo al infierno sin escapatoria alguna pero no hay otra manera de solucionar ese problema, porque es un problema el hecho de que Taehyung tenga que ir a un cita con una mujer, con alguien que no le hace sentir nada aparte de tristeza, con alguien que le recuerda que tal vez nunca pueda ser libre como lo merece.
Una tristeza tan profunda que si Tae pudiera se arrancaría de raíz eso con lo que nació y si pudiera seguiría rezandole todas las noches a un Dios en el que no cree, pidiendole por favor que lo cure de eso que sus padres tanto aborrecen.
Pero Taehyung nunca dejó de sentir atracción y deseo hacia los chicos, entonces solo pudo llegar a una conclusión; Dios no es real.
Sin dejar lugar para la posibilidad de que la realidad es que él no está enfermo y lo que siente no es un problema.