Taehyung siempre sintió algo por Jungkook, aquel joven que hace latir su corazón desenfrenadamente cada vez que lo ve, siempre que puede se pierde en aquellos ojos color chocolate que poseen constelaciones completas, esos ojos que pueden atrapar el...
Kim Taehyung está justo en medio, no es negro, no es blanco y mucho menos es de colores. Es ese gris que todos asocian con la tristeza y el dolor, en algún punto él mismo lo hizo. Asoció el gris con la negatividad, la melancolía, ese desamparo emocional que no lo lleva a ningún lado. La vida de Taehyung no es blanca ni negra, es malditamente gris, tan gris que duele, tan gris que la llega a detestar. Asi que para alguien gris, el espectro del color es algo muy preciado, él desea ser de colores. Ante los ojos de Taehyung su mejor amigo desborda colores hermosos, Jungkook está lleno de preciosos colores también.
Tae se encuentra a mitad de camino, entre la luz máxima y la oscuridad nula.
─Avísame si sucede algo─ Jimin dice acompañando a Taehyung hacia la salida, el reloj marca las nueve de la noche, el cielo está oscuro y nublado sin rastro de estrellas, el clima es tan frío que puedes sentir como te despoja de todo calor existente.
─Todo saldrá bien Hyung, no te preocupes─ Taehyung sabe que está tratando de convencerse a sí mismo más que a Jimin.
─Te quiero cariño.
─Te quiero Mimin─ Tae se da la vuelta y se aleja suspirando pausadamente mientras escucha como una leve risa se escapa de los labios de su mejor amigo por aquél apodo tan especial para ambos.
Ser homosexual ya no lleva a tener que enfrentar un pelotón de fusilamiento, sin embargo, el mundo de Tae sigue siendo gris porque para él es imposible mostrar su verdadera esencia sin ser juzgado y aunque se prometió a sí mismo nunca más sentir miedo y negar lo que realmente es, se perdió, se perdió en esa máscara que él mismo se encargó de construir a base de mentiras y engaños que sabe manipular a diestra y siniestra.
El principio del fin fue cuando sus padres descubrieron que es homosexual y lo dejaron con sus abuelos por unas semanas hasta que consiguieron llevarlo a un psicólogo, las terapias de conversión solo lograron que Taehyung les guarde rencor e intente terminar con todo, pero la cuerda se rompió y las pastillas no funcionaron, nunca más intentó probar al destino porque él sabe que aquél que juega con fuego termina por quemarse. El alcohol y las drogas nunca fueron lo suyo y tiempo después se juró a él mismo nunca probar de eso luego de ver como su mejor amigo casi muere en sus brazos a causa de aquellas sustancias de apariencia encantadora y trato tentador.
♪¿Quién se supone que debo ser? ¿cuándo estaré completo? ¿cuando estarán orgullosos de mí? cada vez es más difícil de ver~
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