LAS PALABRAS de aquella chica rebotaron en el cerebro de Kyle. ¿quería investigar la desaparición de Katherine? ¿por qué?
Se la había cruzado un par de veces en los pasillos de la escuela y escuchó a la gente del pueblo hablar de ella orgullosamente, contándoles cómo esa chica los ayudó a resolver sus problemas.
Nunca les prestó atención la verdad. Nunca le importó su existencia. Hasta ahora.
Recuerda que cuando eran más jóvenes, siempre estaba involucrada en asambleas o en asuntos del periódico. Era la primera en levantar la mano cuando reclutaban voluntarios. Sabía que la chica debía estar loca por resolver acertijos y esas cosas. Pero esto era un tema serio. Algo delicado. Por el que nadie parecía hacer nada al respecto. Claro, algunos alumnos dejaron recuerdos en el casillero de Kathe. Muchos profesores hablaron sobre el tema, mostrándose interesados con la investigación por algunas semanas. Pero después de eso no volvieron a tocar el tema. Nadie en la escuela había mostrado tal interés.
Excepto ella.
Pasaron unos días desde que ella se aproximó a ellos en el almuerzo. No sabía que hacer. Estaba en una encrucijada. Por una parte quería acercarse a ella y ver qué tenía para decir. Sus amigos no se mostraron entusiasmados, y sinceramente él tampoco en un principio. Pero luego la escuchó hablar sobre el caso, y parecía decidida a resolverlo. Con o sin su ayuda.
Se encontraba frente a su casillero, pensando en sus próximos movimientos. Miró a su alrededor, y luego recordó que Madison tenía práctica de porristas, y Sarah su clase de arte. Scott probablemente se escapó de la escuela para faltar a clases y Cody tenía hora al médico.
Era su oportunidad.
Cerró su taquilla, mientras veía pasar a los estudiantes a su alrededor. Fijó su mirada, hasta que encontró el rostro familiar del otro día. Aurora se encontraba frente a su casillero también, mientras hojeaba con atención un libro gordo y que parecía bastante pesado. Llevaba su cabello castaño suelto y con una cinta de color blanco, lisa, que dejaba a la vista su perfil. Estaba tan absorta en su lectura que no notó los ojos de Kyle sobre ella.
Sin saber qué decir, sólo se acercó. Al diablo. Quería saber qué tenía en mente esta chica.
─Tienes exactamente cinco minutos para decirme el porqué y qué es lo que te hizo hacer tu proyecto sobre Katherine.
Habló demasiado rápido, muy apurado, y tal vez fue un poco brusco. Pero quería saber qué pensaba. Nadie se había interesado en el caso tanto como él. Ni la policía. Pero ella parecía bastante metida en todo el tema.
La chica en cuestión levantó su mirada hacía él, su cara parecía neutral. No parecía impresionada. Lo que se le hacía extraño. Si esto fuera al revéz, él estaría bastante conmocionado con su declaración. Así que esperó pacientemente su respuesta.
─¿Quieres mi ayuda?
─No exactamente. Sólo quiero saber porqué haces todo esto. Vamos, tú nunca conociste a Kathe, no finjas que te interesa. Ambos sabemos que sólo haces esto por tu proyecto. Ella nunca me habló de ti.
─Es verdad, no la conocía. No éramos amigas.
─¿Entonces por qué haces todo esto?
─Quiero hallar la verdad. Y encontrar respuestas. Al igual que tú, supongo. Ya que no te aguantaste ni tres días para venir hacía mí y saber qué es lo que tengo en mi mente. Estás agitado, te ves cansado, tienes el aspecto de un muerto viviente y sabes que no hay nadie más interesado en el caso que tú, excepto, tal vez, yo.─Dicho esto, en su rostro se formó una pequeña sonrisa que desapareció casi al instante.
Lo molestó. La forma en que lo miraba, analisándolo. Como si fuera un libro abierto. Cambió su expresión de sorpresa rápidamente a una irritada. ¿qué le ocurría a esta chica?
─Sé lo que intentas hacer. No necesito que hagas un análisis psicológico de mi persona.
─Porfavor, no finjas que me conoces, ¿de acuerdo? hace a penas diez minutos no sabías nada acerca de mi existencia.
─Pero lo hago. Hemos tenido las mismas clases en la misma escuela desde la secundaria. Eres la chica detective del pueblo. Te sientas en una de las mesas en la esquina del comedor, que no es exactamente la mesa de rechazados, pero definitivamente está en territorio de autoexilio. Oh, oh, y sí, por diversión, te gusta dar clases particulares y pasar el rato con los chicos geniales del club de periodismo. Ahora, ¿cómo suena eso?
─Totalmente predecible, nada que no haya escuchado antes.
─Escucha, solo quiero saber porqué estás investigando la desaparición de Kathe. Ella era mi amiga, yo la conocía más que nadie.
─No puedo decirte mucho la verdad. Es confidencial por ahora.
─¿En serio? después de que nos rogaste por una entrevista, ahora que te pregunto, ¿te niegas?
─¿Me darás una entrevista?
─Ya te dije que no.
─Entonces no tienes tu información. Así de fácil.─Dicho esto, cerró su casillero y se alejó rapidamente por el pasillo. Así que la siguió.
─Está bien. Si te concedo una entrevista. Privada. Sin que nadie se entere. ¿Me lo dirás?
─Mhmm, tal vez. Depende de la información que me brindes. Necesito más de lo que la policía nos ha dado.
─No puedo darte mucho, estoy seguro que estoy en el mismo punto que tú.
─Entonces hagamos un trato. Tú me concedes la entrevista, mañana, en la biblioteca. Me cuentas detalles exclusivos sobre esa noche, y sobre la vida de Katherine. Ya que nadie la conocía más que tú. Y luego de eso, te doy toda la información que tengo.
Kyle sabía que no era lo que se había acordado a sí mismo. Lo que le prometió a los chicos, de dejar lo que pasó atrás. Sabía que se estaba entrometiendo en algo prohíbido, pero no pudo negarse. No pudo. Simplemente porque si Kathe lo necesitaba, él estaría allí para ella. Se lo prometió cuando tenían diez años, y las promesas son para siempre. Incluso si esto lo mete en problemas.
─Trato hecho.─Dijo antes de darle apenas una última mirada y empezar a caminar por el pasillo, mezclándose con los demás estudiantes, hasta que lo perdió de vista.
La verdad es que Rory se lo esperaba. Era buena para leer a la gente. Y algo en la mirada de Kyle. En sus ojos, que parecían vacíos pero en donde ella encontró esperanza, había un propósito que perseguir.
Y eso era saber qué le había ocurrido a Katherine Harris.
Por lo que cuando él se acercó a ella, exigiéndole decir lo que sabía de la investigación, no se lo hizo fácil. Si él obtendría algo del intercambio, ella también. No era estúpida, y estaba segura de que Kyle tampoco lo era.
La verdad no sabía qué esperar de todo este acuerdo. Kyle y ella hablarían de lo que él sabía, ella lo anotaría y tendría la información necesaria para seguir con su proyecto. No sabía si compartir todos sus avances con Kyle sería muy confiable, pero parecía bastante desesperado, por lo que se autoconvencio lo suficiente como para aceptar.
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A good guide for amateur detectives
Mystery / ThrillerAurora Davis, una chica de diecisiete años, amante de los misterios y de los crímenes sin resolver, decide que para su proyecto de final de año investigará la desaparición de una chica de su pueblo ocurrida seis meses antes. Según la policía y la m...