A good guide for amateur detectives

10︱compartiendo información

NO HABIA VISTO a Kyle ese día en la escuela. Estuvo todo el día concentrada en sus clases de lengua ya que la semana siguiente tenía exámen.

Ahora se encontraba sentada en la cafetería mientras leía una novela policial que había conseguido hace un par de semanas atrás. Ya casi estaba llegando al final y la verdad es que cada vez se ponía más interesante.

A su lado estaba Hannah, conversando con Zoey sobre la serie de televisión que ven todos los sábados, mientras Sophia discutía con Jack sobre porqué la hamburguesa con queso era una aberración hacía la humanidad. Anika estaba en su práctica semanal de volleyball así que no almorzaría con ellos ese día.

─En serio, ¿qué tienes contra las hamburguesas Soph?

─Son asquerosas, además de que estás consumiendo productos obtenidos de la explotación cruel e innecesaria de los animales. Y este precisamente es el origen de muchos de los problemas aparentemente irresolu­bles del planeta: océanos  y sus habitantes moribundos, deforestación, pérdida de suelo fértil, disminución de los recursos acuíferos y pérdida de hábitats de diferentes especies.

─Mhmm, pues son deliciosas, así que supongo que vale la pena...─Dicho esto, cogió el sandwich entre sus dedos y le dio una gran mordida.

─Eres un idiota.

Sophia era vegana y siempre lo había sido desde que la conoció. Le importaba mucho el tema del medioambiente y siempre estaba ayudando en causas relacionadas a este, iba a marchas eco-amigables y siempre andaba difundiendo información relacionada al cuidado del planeta. Trabajaba muy duro para que todos, o al menos la mayoría de personas cercanas a ella estuvieramos lo más informadas posible. Y con Jack eran constantes peleas, ya que él era un fanático de la carne, y era difícil hacerlo cambiar de opinión sobre cualquier cosa. Siempre estaban discutiendo constantemente. Pero al final todo era de forma amistosa.

Rory cerró el libro, mientras colocaba su separador de páginas echo por ella misma, pintado con acuarelas en tonos crema, algunas flores secas pegadas en las esquinas y encima una capa de esmalte transparente brillante para sellar la pintura y hacer que durara más.

Miró a su alrededor, observando atentamente a los estudiantes charlar entre ellos, sentados en diferentes mesas. Su escuela es como las otras, algunas personas decidían clasificarlos a todos, estereotiparlos, diciendo lo típico de las escuelas estadounidenses. Los populares; porristas, deportistas y miembros de alto rango del consejo escolar, sentados en una mesa central. La verdad es que Rory creía que llegaron allí por sus propios méritos. Ademas de ser atractivos, en físico y en personalidad, su presencia era de alguna manera magnética, tenían la capacidad de engatuzar a la gente, de hacerla sentir importante. Caían bien y eran muy sociables e inteligentes, pero tenías que tener cuidado, porque cualquiera podría apuñalarte por la espalda fácilmente y sin ningún remordimiento. Pero habían excepciones.

También, hacia el otro lado de la cafetería, cerca de la cocina, se encontraban los llamados "nerds" o cerebritos. Los típicos alumnos que obtenían buenas calificaciones, tenían excelente rendimiento escolar, eran responsables y la mayoría eran buenas personas. Y aunque Rory sacaba muy buenas calificaciones y era una de las mejores de su clase, nunca se adaptó realmente en esta categoría ya que para ellos era muy excéntrica (palabras de ellos mismos). Así que tuvo que encajar de alguna manera en otra parte.

Siempre encuentras buena compañía en la gente que menos te esperabas.

Y a Rory le encantaba ser parte del montón, no le molestaba. Le encantaba destacar por ser ella misma. Y sí, suele ser conocida por ser la chica que ayuda a la gente de la comunidad a resolver sus problemas cotidianos, especialmente los que la policía no le presta atención o los descarta por ser de poca importancia. Aunque en la ciudad algunos lograban reconocerla y eran amables con ella, en la escuela y para la mayoría de las personas de su edad seguía siendo invisible.