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¡23 de Enero!
¡Hoy es un día especial para Lan Wangji, ya que es su cumpleaños número Veinte!
Wei Wuxian se encontraba entusiasmado en entregarle su regalo algo... peculiar en comparación en los anteriores cumpleaños en estos cuatros años de su relación. Pero para eso, quería hacer sentir especial a su amado en su día en complacer todos sus caprichos, ¡sin negarle absolutamente nada!
Sin pensarlo dos veces, interrumpió en llamado la puerta principal del hogar Lan a las 08:10 a.m. ¡Logrando un sacrificio para demostrar cuanto amaba a su Wangji! Fue recibido por la señora Lan quien lo recibió entre risas.
—¿Tienes todo listo, Cariño? —Asiente entre risas cómplice Wei Wuxian. — Entra. Te está esperando en el cuarto sin que lo sepa. De seguro está estudiando aun en fines de semanas... ¡Ya sabes cómo se pone de intenso a veces con los deberes!
—Lo sé, lo sé... ¡Pero eso se acabó! —Prometió decidido. — ¡Hoy sacare a la bestia de la jaula! —Carcajeo divertida la Madame mientras contemplaba como este subía por las escaleras en busca de la habitación de Wangji, encontrándolo fácilmente gracias a que recurría mucho a este lugar.
Sin pensar en tocar la puerta, entro sin remordimiento, captando enseguida la atención de Lan Wangji quien giro su silla de escritorio con el ceño fruncido ante ese abuso de privacidad. ¡Se toca la puerta! ¡Sin excepciones! Pero Wei Wuxian rompía esa regla por mero capricho en querer molestar a su amado. ¡Es muy divertido! Y nunca se cansaría. Lan Wangji al ver de quien se trataba, se incorporó de pie por reflejo, sonriendo sin darse cuenta y asaltando el corazón de Wuxian al no poder lidiar con eso.
—¡Wei Ying! —Wangji quería un abrazo, ofreciendo sus brazos abiertos en par para que entrara su pareja, quien acepto contento la oferta en un gran abrazo de oso. — No te esperaba tan temprano... —Admitió avergonzado.
Y es cierto; Su Wei Ying siempre lo visita mayormente por las tarde ya que este tiene una pésima costumbre de levantarse tarde. "El que madruga, dios le ayuda" Esa frase no existía en Wei Wuxian. ¡Dormir es ahora, viejo! ¡Dormir es un conjuro de belleza, energía y recuperación del cuerpo!
Es Sa-gra-do... ¡Y la gente no entiende!
—¡Mm! ¡Por ti madrugo, A-Zhan! —Risueño, comento. Alegrando el estado de Wangji cada vez más. — Pero no te acostumbre. —Advirtió cuando se separaron brevemente sus cuerpos. — Si lo hago todo el tiempo, ¡Me saldrán ojeras y me quedare dormido en clases!
—Siempre lo haces. —Recordó divertido. Wei Wuxian chito, asintiendo Wangji como cómplice. — Nunca lo haces... —Retracto sus palabras, cambiándola en negación.
—Exacto... —Felicito, dándole la razón aunque sea falso eso. — No duermo. Dibujo en clases para no quedarme dormido... Es más fácil cuando tengo algo que entretenerme. Ya sabes, estimulo el cerebro para que aprenda mejor. ¿No? — Bueno, Wei Wuxian no aprende viendo, si no practicando. No es auditivo ni de visión, solo practicando mejora. En cambio Wangji es auditivo y de visión, aprendiendo casi instantáneo en solo ver varias veces algo.
¡Increíble y también muy envidiable!
Asiente sonriendo de lado. — Entiendo... — Ambos se contemplaron por largos segundos, perdiéndose ante la belleza que veía en el otro. Ojos dorados y Grises chocaron en una hermosa combinación, enlazando sus manos al igual que sus almas sin saberlo. Ambos se perdieron en su propio mundo mágico que poco a poco, fueron cerrando brecha en sus rostros, juntando sus labios en un tierno choque inmóvil.
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"Manos a la Obra" | WangXian - MDZS
FanfictionPara la familia Lan un nuevo hogar vivirán. Pero Lan Wangji tiene que entregar un importante proyecto en una semana. Preocupado de que su pareja tumbe la casa, confía en sus palabras y se entrega a tiempo completo en su escritorio. Mientras que Wei...