Capítulo 1: "Día-1"

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—¿Qué quieres? — El semblante de Jiang Cheng no fue bien recibida al ver el claro desorden del lugar. Cuando recibió la llamada de su hermano mayor, estuvo entre: Contestarlo o seguir comprando en el mercado. Luego recordó que su hermano no lo llama al menos que sea importante, así que hizo ambas cosas. Al escuchar lo desesperado que se encontraba su hermano, se dirigió rápidamente a su nuevo hogar, encontrándolo con su sobrino en brazos y su rostro sonriente. Jiang Cheng sabía que algo tramaba.

—No seré niñero. —Aclaro rápidamente. Tenía la sospecha de que pediría algo. — No tengo dinero. Me duele la espalda y no tengo nada.

—Ante que todo, Buenos días Jiang Cheng. —Su voz acaramelada le asqueo a Jiang Cheng, incrementado sus sospechas. — Es un gusto verte en un día tan precioso como hoy. ¿Verdad, A-Yi?

—...No comprare condones. —Ignoro aquello y prosiguió. — Mi auto está prohibido. No limpiare ni mucho menos levantare cosas.

—...— Wei Wuxian lo miro divertido. — ¿Terminaste? Ante que nada...

Lo interrumpen. — No. No es: no.

—¿Terminaste? —Repite con burla. — ¿No quieres una taza de té o agua? — Esta ofrenda le pareció extraño a Jiang Cheng, quien asintió de forma desconfiada.

—¡Pero si tiene una vaina loca, no! — Wei Wuxian reprimió una risa para no hacerlo enojar. Con un gesto, le indica que lo siga hasta la cocina para señalarle el fregadero y la hornilla.

—Como no quieres ser niñero, tú mismo harás el té. Así que, ¡Hazme el favor y enciende la cocina! Ahí está la jarra. —Apunto con sus labios el objeto, encima de unas de las cajas abiertas. — Y por allá, están los sobres y el encendedor.

—Pff. —Bufo. — ¿Desde cuándo los invitados hacen el té o lo que sea para el dueño? —Se encoge de hombros el contrario, restándole importancia.

—Mi casa, mis órdenes. ¿No tienes sed? Pues hágalo. Invitado aquí no eres. — Blanqueando sus ojos, Jiang Cheng estaba a punto de protestar. — ¡No me hagas caso y hazlo!

Con fastidio, acepto. Empezando hacer las cosas a mala gana, intento abrir la tubería del fregador para activar el flujo de agua, pero nunca llegaba. — ¿Uh, porque no sale? — Se supone que estos grandes y caros apartamentos (No rentables) deberían de disponer estos lujos básicos. — ¿Qué le hiciste a la tubería?

Ignorándolo, apunto a la pimpina azul de agua. — El agua está ahí. — Encima de la isla que esta entre la cocina y sala, se encuentra dicha pimpina. Jiang Cheng iba a protestar nuevamente. — No eres mi esclavo, lo sé. ¡Ahora muévete!

Chasqueando sus dientes, hizo el mandando: Llenando hasta la mitad la jarra y disponiéndose a encender la hornilla, ¡¿Por qué tampoco sale?!

—¿No compraste un nuevo gas o qué? Ya me tiene cansado esta casa.

Frunciendo sus labios para retener la carcajada, Wei Wuxian no dice nada. Si se atrevía a reírse, enojaría a su hermano. Wei Wuxian nuevamente señala con sus labios debajo del fregador: Donde faltan piezas que conectan la tubería con el fregador. Luego señalo en una esquina alado de la cocina: Ahí está la bombona de gas desconectado. Jiang Cheng al verlo, se palmeo la frente, provocando risas en los gemelos.

Carcajeando finalmente, habla entre risas. — ¡¿Pensaste que te iba a invitar a una taza de té con todo este desorden?! ¡Jajajaja! ¿Desde cuándo te llamo pá tomar una taza de té?

"Manos a la Obra" | WangXian - MDZSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora