ARDEN

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°♪°

Mi familia antes poseía un enorme terreno con árboles frutales, arroyos y cientos de pájaros que hacían sus nidos en las copas de los árboles. O así es como he supuesto toda mi vida que se veía el tétrico cementerio que está al lado de mi casa.

Digo poseía porque en una de las juergas de mi bisabuelo lo perdió mientras jugaba piedra, papel y tijeras. Claramente perdió. Y la persona que perdió con él decidio amablemente donarlo y convertirlo en un cementerio—también lo perdió—mi abuela podría haber decidido irse, pero en vez de eso decidió quedarse con la casa junto a el.

Mi madre paso su infancia aquí.

Y en un trágico accidente de auto ella y mi padre fueron arrollados por un auto y enterrados al lado de mi casa.

Así que he vivido sola con mi abuela desde que tengo ocho y no me disgusta pero es tétrico que el apodo que se les acuerdo darme en la escuela sea Holly Mary.

Si fuera María sangrienta todos esos estúpidos ya estarían enterrados al lado de mi casa.

Es deprimente ver cómo grandes caravanas de personas entran casi a diario a despedir a alguien, pero es aún peor cuando unos pocos hipócritas aparecen lloriqueando a media noche. Una vez el susto fue tan grande que mi abuela le disparó a alguien accidentalmente en la pierna, pero es entendible. Dos mujeres un cementerio y llanto es totalmente aceptable que mi abuela les dé un susto de vez en cuando disparando a las copas de los árboles para que los cuervos de levanten.

A veces mi abuela hace que el padre se pase por mi casa para bendecirla de espíritus que se tiene asuntos pendientes.

Bueno, no sé que clase de cosas querrá decirle a una adolescente cachonda que es regañada por su abuela luego de encontrarla con las manos en la masa.

Hoy es trece de octubre. Es el mes más deprimente de todos, no solo porque mi casa ya es tétrica todo el año si no porque más de una persona muere exactamente en está fecha. En la ciudad nadie sabe el porqué, pero está fecha está plagada de un manto de tensión y más de él ochenta porciento de la población se niega a salir de sus casas por miedos hacer los elegidos este año.

Hoy trece de octubre es mi cumpleaños.

Y las muertes simultáneas que ocurren hace más de noventa años hacen de este día de lo más aburrido. A veces creo que es divertido colarme por la reja del cementerio y hablar con las personas que están allí.

Si me deprime. Pero me deprime aún más no tener una fiesta el día de mi cumpleaños.

Y tampoco es que los muertos sean malos, todos vamos a morir así que no es justo que me queje porque probablemente voy a finalizar mi vida aquí. Aúnque prefiero ser convertida en cenizas a imaginar cómo mi cuerpo se va a descomponer bajo tierra.

Solo puedo imaginar a los gusanos entrando por mis costillas.

¡Puaj!

Inuyasha aprieta su nariz mucosa en mi pierna y podría parecer un gesto de lo más gentil, pero lo hace porque quiere salir a caminar. Acario su cabeza y sus ojos se pasean en mi con impaciencia, así que me deslizó fuera de la cama y busco su correa.