P R Ó L O G O

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Sus dedos se aferran a mi muñeca con fuerza. El miedo me recorre por completo, su mirada es fría, pero también su rostro se encuentra de lo más tranquilo como si analizará mis movimientos tratando de adivinar que estoy a punto de hacer.

-¿Has esperado por mi tanto tiempo?-su voz es demandante. Exige una respuesta pero no sé la doy.

No respondo.

Siento terror, abrí un ataúd. Un tipo enorme estaba dentro y ahora me encuentro en la penosa situación de estar a punto de llorar.

-Responde. ¿Has esperado por mí?-sus ojos se tiñen de un carmesí potente y cierro los ojos para intentar tener un debate conmigo misma.

No sé que quiere que responda. Pero algo me dice que si digo que no va a matarme-voy a cometer la mayor estupidez de mi vida.

-He esperado por ti toda mi vida-murmuro aún sin poder verlo a los ojos.

La mano que sostiene mi muñeca tira de mi y la otra va a mi rostro. Es frío y no puedo dejar de temblar.

Simplemente no puedo.

-Abre los ojos-ordena. Así que lo hago y su rostro se acerca al mío-has esperado por mí. Y ahora voy a compensar tu paciencia con mi amor.





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Sin corregir.

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