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Habían pasado algunos años desde que la amistad de Soobin y Yeonjun había comenzado, y desde que el menor había logrado ir a una escuela normal.

El de cabellos negros había recibido algunos tratamientos, había estado con varios especialistas; incluso los mejores del país, pero nadie había logrado quitar su mal.

Soobin ahora tenía 16 años y Yeonjun tenía 17.

Seguían siendo amigos.

Y Yeonjun aún cumplía su promesa de ayudarlo con lo que pudiera.

El de cabellos rosas había estudiado mucho acerca de la fobia de Soobin.

Pero el menor no lograba avances y las únicas personas en las que confiaba seguían siendo sus padres y Yeonjun solamente.

Pero con eso le bastaba, además ahora tenía nuevos amigos que le comprendían y parecía poder vivir con ello.

— Me voy a suicidar si no tengo una buena calificación en matemáticas.

Taehyun. —Habló Soobin con un tono divertido.— No seas dramático.

Soobin y Taehyun asistían a la misma clase.

— No es dramatismo, sólo es la verdad.

Soobin rodó los ojos y ambos entraron al aula, el más alto se sentaba en un puesto alejado del resto al final de la sala y eso lo mantenía tranquilo.

Luego de hacer la clase, el profesor comenzó a decir las calificaciones de la prueba, de menor a mayor.

Para la sorpresa de todo el mundo, menos de Taehyun, Soobin había tenido la mayor nota.

Cuando salieron de clases, Yeonjun esperaba a su amigo afuera.

Soobin no podía con su felicidad, jamás le habían gustado las matemáticas realmente, pero ahora al menos le gustaban un poquito.

Yeonjun le dió unas palmaditas en el hombro para felicitarlo, olvidando por un momento lo que le sucedía al menor.

Se arrepintió al instante.

Se arrepintió al instante

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𝙋𝙖𝙨𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙋𝙞𝙣𝙜𝙪̈𝙞𝙣𝙤 -𝙔𝙚𝙤𝙣𝙗𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora