«Soobin es un niño de siete años que diagnosticaron con Hafefobia a muy temprana edad. Yeonjun es un niño de ocho años que no sabe por qué tiene que jugar con otro pequeño que ni siquiera conoce y además parece tenerle miedo.»
✜ Adaptación autorizad...
A Soobin le gustaba salir a pasear de noche, ahora tenía el cabello negro a pedido de Beomgyu, con quien se había encontrado en las últimas semanas.
Estaba justo por la plaza de la calle donde vivía actualmente cuando su móvil vibró de repente.
Tenía un mensaje.
Número desconocido: Te ves más bonito, Soobin.
¿Quién rayos era? Siguió caminando mientras miraba atentamente la pantalla del aparato con la esperanza de que llegara otro mensaje.
Llamada Entrante: Número desconocido.
Dudó por un momento si la idea de contestar era buena.
Pero terminó deslizando el icono verde a un lado para que se diera la llamada.
— ¿Aló?
— Deberías voltear, Soobin. ¿Desde cuándo estás tan alto? Han pasado algunos años y creo que has crecido mucho.
Soobin reconocía esa voz, volteó y el mundo se le cayó, literalmente.
Aún con el teléfono en el oído, vio a Yeonjun parado unos metros más allá.
Estaba igual, sólo que ahora tenía el cabello tintado con un castaño oscuro que le quedaba muy bien.
Soobin dio un paso atrás sin querer, de la pura impresión.
— Hola, Soobin.
—H-Hola, Yeonjun.
Las lágrimas de los ojitos de Soobin cayeron sin que pudiera evitarlo, sobre todo al ver que Yeonjun mostraba que el collar con la gema aún colgaba de su cuello.
Caminó lentamente a él y lo abrazó sin importarle en absoluto que estuvieran en medio de la acera solitaria e hiciera un frío horrible.
— He vuelto a casa.
— Te he esperado, Junnie.
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