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La primer pelea de pareja que tuvieron Soobin y Yeonjun fue cuando el más alto se comió el último pedazo de postre de la nevera, aquel que Yeonjun había guardado porque tenía una divertida figura de pingüino.

¿Soobin, has visto el pastel de-

El pelinegro se volteó al escuchar la voz de Yeonjun y sonrió de manera sospechosa hacía el mayor.

— No me digas que te lo comiste...

— Está bien, no te digo, Hyung.

— ¡¿Por qué eres así, Soobin?!

Soobin sólo hizo un mohín con los labios y dejó que Yeonjun se acercara a él con los brazos cruzados, sabía que no se enojaría con él, pero aún así no dijo ni una palabra en dirección al mayor.

Estaban en la casa del mayor porque querían pasar más tiempo juntos y eso era algo bueno.

Yeonjun tenía el ceño fruncido, pero en el interior estaba muriendo de risa por la exprés temblorosa de Soobin.

Choi Soobin, toma todo lo que es tuyo y vete de mi casa. Nos veremos mañana.

El alto abrió los ojos con sorpresa cuando vio como el otro se alejaba, dándole la espalda. Y meditó un poco lo que Yeonjun había dicho antes de pararse a pasó decidido y tomar al mayor entre sus brazos, poniendo su cuerpo sobre su hombro.

— ¡Ya! ¡Soobin! ¡Bájame!

— No, tú dijiste que tomara lo que es mío y tú eres mío.

— Te odio.

Y yo a ti, un poquito.

Soobin le compró otro pastel a Yeonjun y le atacó con cosquillas y besos el resto de la tarde.

Soobin le compró otro pastel a Yeonjun y le atacó con cosquillas y besos el resto de la tarde

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𝙋𝙖𝙨𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙋𝙞𝙣𝙜𝙪̈𝙞𝙣𝙤 -𝙔𝙚𝙤𝙣𝙗𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora