«Soobin es un niño de siete años que diagnosticaron con Hafefobia a muy temprana edad. Yeonjun es un niño de ocho años que no sabe por qué tiene que jugar con otro pequeño que ni siquiera conoce y además parece tenerle miedo.»
✜ Adaptación autorizad...
Soobin seguía llorando y Yeonjun no pudo hacer otra cosa que llamar a emergencias.
Luego, se llevó al menor dentro del edificio y les pidió a los porteros que le prohibieran la entrada al hombre de la vereda del frente.
Sentó a Soobin en una silla y se colocó frente a él para mirarlo.
— Vamos, Soobinnie. Has esto por mi, inhala y exhala ¿Recuerdas? En pequeños pasitos.
— C-como... Pin-pingüin-os...
Su respiración seguía demasiado agitada, hasta que perdió la conciencia y cayó en peso muerto sobre Yeonjun. El mayor se espantó, desesperado comenzó a pedir ayuda.
Soobin se había desmayado por los fuertes mareos que había experimentado.
Yeonjun lo acompañó todo el tiempo, luego de avisarle a su madre.
Fue con él en la ambulancia, estuvo allí cuando lo revisaron y ahora se encontraba sentado a uno de los lados de la camilla del menor.
Otra vez con un respirador en su rostro.
Sus ojos cerrados y su cabello negro que caía sobre sus ojos.
Yeonjun no acostumbraba a llorar, jamás lo hacía.
Pero ahora, tomó la mano de Soobin y la acercó a su rostro para darle un pequeño beso. Las lágrimas cayeron por sus mejillas, no había podido proteger bien a su pequeño.
— Lo siento, Binnie. De verdad lo siento.
La madre de Soobin llegó rato después, encontrándose al adolescente con la cabeza apoyada sobre la esquina de la camilla y con la mano de Soobin entrelazada con la suya.
Acarició el cabello de su hijo y dió palmaditas en la espalda de Yeonjun.
Soobin era afortunado por tener a alguien como Yeonjun en su vida.
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