paranoia *Michael Myers x Jake Park*

qué somos.

La poca iluminación del lugar hacía todo más siniestro, la luz que emanaba la fogata iluminaba tenuemente a los árboles y sus ramas, estos dibujaban figuras extrañas y el vaivén que se producía por culpa del viento hacía que esas sombras parecieran criaturas bizarras ocultas en la oscuridad, esperando, asechandolos. Todo en ese lugar tenía apariencia de haber sido elegido para ponerle los nervios de punta a cualquiera.

- Jake park, ¿eh? ¿Como llegaste aquí? ¿Recuerdas algo? ¿Alguien te trajo?

Miré a un lado del chico de gafas y vi a una mujer pálida de cabello anaranjado que me miraba con desconfianza. Su tono fuerte y demandante me sorprendió un poco ya que el miedo se le veía en la cara. Bastante osada o demasiado nerviosa y apresurada.

- no recuerdo mucho, apenas desperté y vienen a mi cabeza fragmentos de memorias que aparecen y desaparecen.- me miraron expectantes, como si esperaran que tuviera más que decir- supongo que lo último que recuerdo es fuego y unas gigantescas garras... Solo eso.

- así que tú también... Creo que todos estamos en la misma situación - respondió el chico de gafas con un tono bajo y desanimado.

- bueno, ya saben mi nombre, debería preguntar los suyos antes de que comience a ponerles apodos estúpidos a todos, ¿cuáles son sus nombres?- pregunté un tanto curioso mientras me acercaba a la fogata y me pocisionaba justo frente de los muchachos con los que mantenía la conversación.

- Meg, Meg Thomas. Respondió secamente la muchacha.

- mi nombre es dwigth, la chica sentada en el suelo que parece jugar con hiervas se llama Claudette.

- la mencionada miró a los muchachos e hizo una señal de saludo con la mano- no juego con ellas, preparo inhibidores de sangrado, unos conocimientos básicos en botánica podrían salvar tu vida algún día.- contestó ella tímidamente.

- por el chico de por allá ni preguntes, cuando llegué aquí el ya estaba ahí, le pregunté su nombre y solo me miró con esos ojos muertos, luego se recostó en aquella piedra y no ha despertado desde entonces. Claudette preparó ese medicamento después de verlo a el, parece bastante herido. Si me lo preguntas, el es el más siniestro de todos aquí.

-parece tener respuestas- contesto jake- míralo, su ropa está cubierta de sangre, tiene heridas por todos lados y duerme ahí despreocupadamente...

Los cuatro guardaron silencio por un par de minutos, Jake tenía razón, el parecía saber de que trataba todo el misterioso asunto, daba todas las señales, pero ninguno dió la iniciativa de acercarse a despertarlo, después de todo, no sabían si era bueno o malo y era mejor ser precavido a que algo desfavorable sucediese. A los pocos segundos una voz rompió el tétrico silencio.

- no diré mi nombre, no necesitan saberlo. Entablar una amistad aquí es absurdo, más si no sabes si volverás.

-que demo... - Meg no pudo terminar la frase y el misterioso muchacho miró hacia el cielo y prosiguió hablando como si nada.

Explicaré a grandes rasgos. Somos supervivientes de un macabro juego sin fin. Como cada juego tiene su objetivo, el nuestro es tratar de sobrevivir en los distintos reinos creados por el ente. Cada uno de sus títeres intentará matarnos, pero nos da una posibilidad de escape. Necesitaremos reparar generadores que alimentan las puertas de salida, es una manera de salir de ahí con vida.

- estás jodiendo, ¿verdad?- comentó dwigth eceptico ante cada palabra que soltaba el desconocido.

- no es una jodida broma cuatro ojos. Les estoy explicando, presten atención. Llevo un tiempo aquí y no hay salida. Al menos no una que conozca. Tuve un compañero aquí, era un hombre un poco mayor, siempre estaba escribiendo cosas en un diario. Dijo que quería tratar de ayudar a los siguientes supervivientes que quedaran atrapados, pero no lo he vuelto a ver. La última vez que lo ví nos tocó tratar de huir del reino de haddonfield. Si quieren más respuestas deberán ir ahí y buscar el diario. Quizás les sirva.