lamento

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Aparecieron nuevamente en el campamento envueltos en grandes llamas que, aunque eran calientes, no les hacían daño. Claudette se acercó rápidamente a ellos para examinarlos, desde que Jake se había ido hace lo que parecían un par de días, la chica se había hecho de un arsenal de objetos médicos y medicinas caseras. Se dejaron caer cerca de la usual fogata que siempre esperaba por ellos en el mismo lugar y Jake nuevamente cayó perdido en sus pensamientos.

- ¿y Meg? Es extraño que su aparición tarde tanto. - esa frase repentina por parte de Dwight dejó petrificado al muchacho, cerró sus ojos firmemente y agachó la cabeza sin poder mirar a ninguno de sus compañeros a la cara.

- eres responsable de eso. -

- chicos, hay algo que no les he dicho aún. Meg... - Noah guardó silencio por unos segundos, vió las caras expectantes de Claudette y Dwight y luego de un pesado suspiro prosiguió. - Meg no fué sacrificada. -

- si no te hubieras vuelto objeto de obsesión quizás todavía seguiría viva. -

- que... ¿Que quieres decir? Meg volverá, lo dijiste, aunque muera volverá, ese es el juego, ¿Verdad? - la voz temblorosa de Claudette aún sostenía una pequeña esperanza.

- esto es real, el juego terminó cuando la dejaste morir. Asúmelo. -

- esta vez no Clau, esta vez no volverá.-

- asúmelo. -

- de que demonios hablas Noah, ¡Explícanos! -

- ¡ASÚMELO! -

- ¡YA CÁLLATE! - todos guardaron silencio. El repentino grito por parte de Jake los dejó atónitos. El muchacho había llevado ambas manos a su cabeza y comenzó a sacudirla fuertemente. Su tez era anormalmente pálida, sudaba y respiraba agitada e irregularmente. - soy responsable, soy la causa de por la que Meg no a vuelto, por ayudarme está... Por... Ayu... Ugh - comenzó a llorar nuevamente. El shock de la reciente escena hacían que no pudiera pensar claramente, no podía concentrarse, cada vez que lo intentaba esa desagradable voz resonaba en su cabeza volviéndolo completamente loco. Por un minuto lo único que se escuchaba era su llanto ahogado, hasta que Noah se levantó de su asiento, se acercó a Jake y puso su mano sobre su hombro.

- necesito que vengan conmigo. - Noah le habló en un tono calmado y firme haciendo que el chico se sorprendiera, secó sus lágrimas, luego de un gesto afirmativo se puso de pie junto con los demás y se dispusieron a seguir al moreno. Rodearon una gran roca cercana por la cual comenzaba un camino que los alejó varios metros de la fogata, pasaron por entremedio de algunos árboles y finalmente llegaron a su destino. En el centro de un claro se encontraba un enorme roble, era tan ancho y alto que daba la impresión de que fuera milenario. Noah se acercó, frente a él había una improvisada caja hecha de ramas secas, se hincó y de ella sacó una pequeña daga de funda negra y adornos dorados. Jake fué el primero en acercarse al árbol. En el habían tallado una lista de nombres tanto de hombres como de mujeres. Muchos parecían haber estado ahí desde hacía ya muchísimo tiempo y algunos de ellos estaban más frescos.

- cuando llegaron aquí les mencioné que perdí a mis antiguos compañeros. - el silencio roto repentinamente captó la atención de los tres. - fuimos un grupo un tanto inestable y aún así sabíamos que nos necesitábamos para sobrevivir, pero como ya lo habrán notado, ya no están conmigo. Hay momentos en los que esto pasa, cuando un homicida te asesina sin sacrificarte no puedes volver, es... Es como una muerte definitiva. Cuando no tienes esperanza y se acaba tu miedo, ese es el momento en el que realmente mueres, o eso es lo que puedo concluir, ya que sin temor no puedes alimentar al ente, te vuelves un objeto sin propósito para ese parásito. - Noah se acercó al gran árbol y pasó sus dedos sobre algunos de los nombres tallados en el. - hay 79 nombres aquí, estos los hice yo. - pasó un duro trago antes de continuar. - quizás el monstruo que nos tortura los deseche como basura, pero nosotros sabemos quiénes fueron y quiénes somos, esto es para recordar que alguna vez existimos y que le importamos a alguien. - le ofreció la daga a Jake. - dos de esos nombres sacrificaron su vida por mí y jamás lo olvidaré, es tu turno inmortalizar a Meg quien hizo lo mismo por ti. - Jake lo miró a los ojos, Noah había abierto su turbia mente para recordarle lo que en realidad importaba. Seguía sintiéndose culpable, pero esta vez sabía lo que tenía que hacer, vivir por ella y jamás olvidarla.

paranoia *Michael Myers x Jake Park*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora