paranoia *Michael Myers x Jake Park*

ellipsism

No era otro asesino. Al mirar por la ventana notó que las garras que protegían los generadores desaparecían lentamente en nubes de humo, las luces a lo largo de la calle comenzaron a temblar hasta que el habiente se hizo un poco más nítido y aún así todo se mantenía tétrico, como la primera vez. Una mano tapó bruscamente su boca, abrió los ojos asustado, Michael lo tomó con el otro brazo, lo subió por las escaleras y lo tiró dentro de la habitación haciendo que cayera en el suelo. El dolor de las heridas lo hicieron gritar y encojerse en el frío piso y antes de reaccionar la puerta se cerró de golpe dejándolo atrapado nuevamente. Atónito se quedó inmóvil escuchando los pesados pasos del homicida bajando las escaleras hasta que fueron opacados por un fuerte portazo que hizo eco por toda la casa.

- chicos... - con todo lo que le había sucedido casi no había pensado en ellos, a causa de las circunstancias no pudo volver con el grupo, pero aún así se sentía culpable, después de todo, ellos seguían batallando allá afuera por sus vidas y el estuvo "a salvo" todo ese tiempo. El remordimiento se apoderaba de el, no podía solo quedarse ahí sin hacer nada mientras sus compañeros morían cerca, pero... ¿Y Michael? Pensar en él lo llenaba de confusión, es cierto que lo había estado cuidando, pero también lo había herido, no sabía cuáles eran sus intenciones, quizás si intentaba escapar acabaría con el de una vez por todas, pero para Jake era mil veces mejor ayudar a sus compañeros y morir en el intento que vivir para siempre como un cobarde. Ya concentrado y decidido, se levantó del suelo ignorando por completo el dolor punzante de sus heridas, lo único que le ocasionaba problemas era su pié. Comenzó a buscar en cada mueble de la habitación hasta que en un viejo clóset encontró su ropa, revisó los bolsillos de su chaqueta y ahí estaban; el frasco de antibiótico y el inhibidor que le había dado Claudette cuando llegaron a ese reino por respuestas.

- esto bastará, tiene que bastar. -

***

- no puedo verlo aun, quizás está demasiado lejos. - todos se sorprendieron enormemente cuando entraron a ese reino, nadie lo esperaba, después de todo, era un reino defectuoso al que tuvieron que entrar casi a la fuerza la primera vez. Cómo en las situaciones anteriores, Dwight se había encargado de juntar al equipo con su extraña habilidad, pero no podía captar el aura de Jake y eso significaba que no tenía suficiente alcance o...

- o quizás ya está muerto. - dijo Meg en con voz casi temblorosa tratando de disfrazar su pánico sin éxito. Dwight que había estado perdido en sus pensamientos, miró a la pelirroja que había terminado de decir justo lo que el estaba pensando y sin poder refutar nada se quedó en silencio.

- ¡Meg! - Claudette la miró, pero no había enojo en su cara, era más bien temor y frustración. Tenía miedo de que la suposición de todos fuera cierta, ya que una muerte sería equivalente a asumir que todo era real y que en algún momento... Seguía otro de ellos, y aunque todo parecía ser real, más de uno tenía la esperanza de que no lo fuera.

- tranquila Claudette, sé que esto es difícil para todos nosotros, pero estamos en el mismo barco. Es complicado, pero tenemos que estar abiertos a todas las posibilidades, no podemos tener grandes espectativas. Lo que haremos ahora será reparar los motores necesarios, si Dwight logra captar a Jake de alguna manera, iremos por el y nos largaremos de aquí. - Noah trataba de mantener a los chicos enfocados mientras calmaba de alguna manera a la morena sin mucho éxito.

- ch-ch--chicos... ¡CHICOS! - todos miraron en la dirección a la que Claudette apuntaba. Más allá de los árboles, fuera de la puerta de una de las casas cercana a la calle, el homicida los observaba fijamente, los negros orificios de la bizarra máscara parecían que podían ver a través de todo, incluso el miedo latente que traspasó el cuerpo de los supervivientes haciéndolos temblar con helados escalofríos. El terror se apoderó de ellos nuevamente. Haber enfrentado a tres homicidas distintos y ver morir a tus compañeros frente a sus ojos repetidas veces había marcado en sus corazones el temor de despertar cada día para enfrentarlos y tratar de alguna manera de salvar sus vidas, al punto en el que a veces pensaban que era mejor no despertar nunca más. Sin embargo, ahí estaban nuevamente, enfrentando otra terrible pesadilla.